Conociendo a los Addams|| Wenclair

prendre soin de la lune

Gracias a la "charla" la tensión se dispersó en aquella casa, ahora convivan más que antes.

La tarde se paso en la familia conviviendo... bueno, Enid conviviendo con ellos, incluso jugó un rato con Pericles. 
Este último le enseñó a pescar con su carnada favorita.

Esto a Merlina la hacia sentir bien, el saber que su novia se podía llevar tan bien con su familia era genial, así tendría una mejor excusa cada vez que quiera salir con ella, al final... su familia ya la conocía.

Comenzó a oscurecer, y con eso la luna comenzó a ascender.
Enid se excusó con que se sentía mal y se retiró, no quería que la familia viera el como se transformaba.

Al cabo de un rato ruidos raros se escucharon de la habitación de Merlina, quejidos y aullidos... la única presente en esa habitación era Enid, Pericles un poco asustado decidió ir a ver que sucedía con su cuñada.

Una sorpresa se llevo al ver a un lobo, un lobo que al verlo estaba por saltarle para atacar, Pericles fue más rápido y logró cerrar la puerta, evitando así una posible muerte.

-¡Merlina! - El menor bajaba agitado las escaleras -L-lo-lobo! En tu habitación... ¡trato de matarme!

-Mierda, Enid - La azabache nisiquiera dejo a su hermano terminar cuando corrió a su habitación.

Al entrar a su habitación su novia estaba viendo y aullandole a la Luna, era una escena digna de admirar, pero por ahora no es momento.

- Enid Sinclair, ¿qué Mierda? La única que puede amenazar a Pericles soy yo -Dijo con un poco de molestia en su voz.

La loba al percatarse de la presencia de su novia dejo de aullar y comportarse como una salvaje.
El cambio fue drástico, ahora parecía un pequeño cachorro el cual había visto a su dueño después de años.

Rápidamente la gran loba se lanzó hacia su novia, comenzando a restregar su nariz en el cuello y cabello de la menor, al mismo tiempo en el que trataba de abrazarla.

-¡Enid! -Chillo levemente la menor al sentir como la mayor la razguñaba por accidente -¡Cuidado con las garras, idiota!

Al sentirse regañadaestá bajo las orejas.
Había lastimado a su Luna, ¿cómo iba a perdonarse eso? Era una tonta... lo arruinó por completo.

-Yo, lo siento, me altere, cariño - La menor le dio una sonrisa pequeña- se que no fue tu intención, pero igual debes tener bastante cuidado ¿si? - se acercó para así poder acariciar su cabeza, pero al tocarla una nueva visión se hizo presente... esto la comenzaba a cansar.

Esta vez un lobo se acercaba lentamente a su persona... ¿un lobo? No, era Su lobo, era Enid.

Había algo diferente con ella... estaba completamente llena de sangre, gruñendo, lista para atacar, pero ¿a quien? ¿a ella?

-¿Cariño? - La menor comenzó a retroceder al ver que su novia no frenaba.

Cada vez estaba más cerca... estaba lista para saltar.

La rubia salto, todo se volvió negro entonces...

Merlina dio un gran suspiro, tratando de tener aire de nuevo, grande fue su sorpresa cuando vio aquella loba tratando de despertarla con pequeñas sacudidas con su cabeza.

-Estoy bien, tranquila, otra estúpida visión... Ahg Ojalá se detuvieran de una vez por todas.

Al escuchar esto la loba ladeó su cabeza confundida.