Capítulo Tres.

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"Mi pequeña Eri"

...10 años después...

10 años después

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POV Aizawa.

"Los mejores héroes de Japón"...  Escuché la voz de Oboro en mi cabeza, desperté algo alterado, toque mi frente con mi mano deseando escapar de esa pesadilla. Mire el reloj y aún era algo temprano. Las clases no iniciarían a eso de unas dos horas. Me acosté de nuevo pero no a dormir solo cerré mis ojos para descansarlos un poco desde la última Batalla  los tengo irritados y siento como si tuviera cosas dentro de ellos.

—Aizawa.  —Una tierna voz se escuchó por la habitación. Me hice el dormido a ver qué pretendía. Sentí como la cama se hundía un poco, y  una pequeña mano cálida se posaba en mi mejilla —¿Estas dormido? —No respondí. — Volví a tener una pesadilla. — Su voz se escuchaba entrecortada. El cabello que caí por mi cara fue delicadamente movido para posar un tierno beso en mi frente.
—Estas cansado.

El hundimiento de la cama se deshizo abri los ojos  y la pequeña estaba colocando sus pantuflas estaba sentada en el suelo.

La tomé de la cintura y la atraje hasta la cama. —Nunca voy  Estar cansado para ti, princesa. —Eri sonreía felizmente cuando la tomé y la abrace.

—Eres mi héroe, el mejor héroe de Japón, Aizawa. Aunque Deku también es muy fuerte... —dijo pensativa.

—O sea que El joven Midoriya, ¿Es mejor que yo? ...

—Bueno quizás un poco. —Dijo burlona.

—Eri has roto mi corazón. —La solté y me hice el desmayado en la cama.

—No... —Sonrió. —Tu eres el héroe de mi corazón. —Abrí uno de mis ojos y la mire con delicadeza.... Rápidamente la tomé de la cintura y  la eleve por los aires. Me encantaba escucharla sonreír.

—Puedo volar ... Puedo  volar. — decía mientras elevaba su manos por los aires.

La baje con cuidado y la acosté en mi pecho. Acaricie su cabello con cuidado... Ella suspiró tranquila.

—¿Quieres hablar de tu pesadilla? —pregunte curioso. No quería nunca más verla llorar ni triste.  Esta asintió y levanto un poco su cabeza para verme.

— Soñé que estaba de nuevo con la liga de los villanos... Ellos ... Ellos me decían que tú ya no me querías más y que yo solo era un estorbo para ti. —Sus ojos se cristalizaron.

—Solo fue eso. —Dije tocando su mejilla. —Un mal sueño, porque tú eres mi princesa, mi pequeña Eri. — Sonrió al instante. —¿Quieres ir a desayunar?
—La pequeña asintió. Ambos nos colocamos las pantuflas la tomé en brazos y la salimos de la habitación.

Una madre para Eri. [Aizawa shota] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora