Capítulo 16; Lan Zhan

161 37 4
                                    

Wei Ying recuerda cuando se habían casado, los 3 kowtow, luego de eso una buena noche de sexo, esos eran los recuerdos más gratificantes de toda su vida.

Luego de eso se sacrificó para que sus hermanos pudieran escapar. recuerda dolor y tortura y la destrucción de su núcleo dorado. Y ahora lo recuerda claramente. Su Lan Zhan lo engañó diciéndole que había una manera de recuperarlo.

El segado por la esperanza aceptó todo lo que tenía que decirle. Y todo por proteger a los Wen, ellos también le habían ayudado porque su hermano fue secuestrado.

Lan Zhan fue castigado y despachado de la secta Gusu Lan, Wei Ying no entendía a Lan XiChen ni porque ese odio desmedido hacia su hermano. Lo atrapó y Wei Ying fue a rescatarlo terminando con la vida de su cuñado y ese fue el principio del fin.

Nadie supo cuando Wei Ying se convirtió en alguien tan difícil de matar, quizás ni siquiera Lan Zhan sabía que su núcleo dorado era tan fuerte que se había vuelto inmortal. Wei Ying ni siquiera sabe que fue lo que le ofrecieron a los Wen para que pudieran sellarlo, muchísimo menos como hicieron un sello para eso.

Aprovecharon cualquier oportunidad, le habían comentado que su Lan Zhan estaba muerto, y allí perdió el control, las cadenas que aprisionaban sus muñecas y tobillos eran más fuertes de las que se esperaba, y la energía resentida de la cueva Doma Demonios se volvió en su contra. Pese a que anteriormente era su amo.

No importaba ya nada de eso, a estas alturas todo lo que quería era saber si los Jin había cumplido con su palabra de dejar en paz de los Wen si lograban sellarlo, ya nunca lo supiera. Es más; no quería saberlo.

Lo único que le dolía era no saber que le pasó a su Lan Zhan, ni siquiera vio su cadáver ni como murió, se había convertido en un simple humano por protegerlo, todo eso por amor. Sabía que era capaz de hacer todo por él, pero incluso con todos sus poderes no pudo protegerlo y se lamentaría para siempre por ello.

Siempre había sido indiferente con las palabras de las otras personas pero cuando escuchaba que su Lan Zhan había sido tonto al haberse metido con el infame, inmortal y maligno Patriarca YiLing tenía ganas de matarlos a todos.

En esa ocasión escuchó risas e insultos contra la persona que más amaba, y allí despertó de golpe.

Sudaba frio, repitiéndose que todo había sido un sueño, un horrible recuerdo del pasado, observó en todas las direcciones desorientado, hasta que recordó, han estado en un hospital los últimos 2 meses, allí estaba Lan Zhan, su Lan Zhan aun recuperándose de otro descuido suyo, no perdió tiempo y se recostó a la par del abrazándolo.

Rodeando su torso con los brazos, después de todo ya no estaba tan adolorido como antes, estaba ansioso porque se recuperará y pudieran salir.

La mala posición y el abrazo con fuerza excesiva hicieron que Yibo abriera los ojos con cansancio.

—¿Mmm? ¿Wei Ying? Merezco que me ahorques, pero ¿podrías matarme después? ¿después de que te haga mío? — Wei Ying sonrió, era diferente, pero igualmente lo amaba.

—Abrázame, tuve una pesadilla, volví a soñar con el pasado, te conté que lo habías dado todo por mí y yo ni siquiera pude protegerte de una estúpida bomba...

—Ya te dije que no fue tu culpa. — Yibo le acarició la mejilla como pudo.

—Te amo, me dieron otra oportunidad y no la desperdiciaría...

—No lo hagamos... — Wei Ying se acercó para darle un beso, ahora si se sentía feliz de poder hacerlo cuando quisiera.

—Ya me van a dar de alta.

—¡Quiero que sea ya! — le dio otro beso dándole toda la energía espiritual que podía, Yibo sentía energía vital recorriendo cada parte de su ser, pero sentía que se iba a morir de tanto. Así que sonrió ante las ocurrencias de Wei Ying.

Aunque era suave se separaron por falta de oxígeno.

—Estás loco. — Ambos quedaron abrazados, ninguno quería separarse del otro, Wei Ying recuerda levemente que Lan Zhan tenía un aroma a sándalo que le encantaba, pero ahora no estaba tan mal.

Allí estuvo con Yibo durante todo el tiempo hasta que se recuperara, pasó más lento de lo que esperaba, pero dio resultado.

Un día antes de que le dieran de alta Yibo le pidió que le trajera un helado.

—Te aprovechas de este pobre hombre... — le dijo Wei Ying con una tierna sonrisa.

—Has lo que pido...

—Está bien, déjame darte la última pisca de energía antes de irme... — Yibo lo observó con desdén, pero le dio un beso, sintiendo de nuevo esa sensación vital recurriendo todo su cuerpo, no era para nada desagradable, Wei Ying le sonrió antes de salir.

Yibo dio un suspiro lleno de amor, segundos antes de que aparecieran por allí su madre y su hermana, jamás cruzó por su mente que eso sucediera.

—Hola hijo, estabas grave y nadie nunca nos dice nada... — le reclamó la señora Wang con total disgusto, toda la tranquilidad que había sentido se esfumó de repente. No respondió, volteó para ver a otro sitio, sentía que nunca les había importado, ¿ahora vienen a reclamarle?

Ni siquiera supo que decir ni que hablar ni tomar un tema de conversación, quería que Wei Ying entrara y se lo llevara al patio.

—Sé que estas distanciado de nosotras desde que nuestro padre murió, pero queremos intentarlo de nuevo. — sentía que su hermana era sincera en sus palabras, pero quizás era agradecimiento de algún modo y no que lo sintiera realmente.

Yibo además estaba cansado de huir de su familia.

—Está bien. — les dijo con sinceridad.

Pero no sabía cómo explicar lo otro, allí estaría la verdadera prueba de si lo quieren en su vida o no. Wei Ying entró sabiendo que había personas allí, no se esperó que fueran la madre y la hermana de Yibo. Pero si lo entendía. Les dio una sonrisa de que estuvieran pendientes de él.

—Hola... — saludó para darle el helado a Yibo, pero este lo tomó del brazo haciéndose que se sentara en la cama.

—Mamá... hermana... les presento a mi... novio...

Se tornó un silencio lúgubre, Wei Ying no sabía que decir, todo eso fue sorpresa, primeramente su suegra y su cuñada habían llegado de manera abrupta, y después Yibo confiesa todo como lo más normal del mundo. ¿quería que se fueran con esa noticia?

¿Ahora lo odiaban? ¿Lo verían como un bicho raro más de lo que ya era?

—No tienes que mentir de esa manera solo para no vernos. — Su madre estaba furiosa, Wei Ying dejó de estar nervioso para que su carácter apareciera.

—No es ninguna broma, estamos juntos, amo a su hijo... incluso...

—Vamos a casarnos... — confesó Yibo y los 3 quedaron en shock, la mente de Wei Ying se puso en blanco y lo observó con sorpresa. Yibo ahora entrelazó sus dedos con los de él, el helado comenzó a derretirse pero ninguno de los 2 sentía nada.

—¡Esta bien! — su hermana parecía emocionada. — ¡Vamos a preparar la ceremonia! ¡las tarjetas! ¡la fiesta quiero que sea en grande...!

—¿Una boda? — dijo la mujer anciana, sus ojos se iluminaron, siempre quería una boda en su familia, y Yibo lo sabía, por eso lo mencionó, porque su hija no pudo casarse y ella pensaba que con la personalidad que él tenía su hijo eso jamás sería posible.

Y jamás aceptaría a una de esas chicas con las cuales se acuesta tampoco.

—Está bien queremos todo bien. — Ella ahora tenía un brillo en los ojos injustificable.

—¿Eso significa que... me aceptan? — Wei Ying se atrevió a preguntar, la anciana no entendía nada, pero si sabía que era un buen joven tan solo con verlo. Parecía ser agradable y atento que no sería capaz de hacerle daño a su hijo por lo que si las cosas se hacían bien no tendría nada de malo.

—¿Cuál dijiste que era tu nombre?

—Wei Ying...

—Bueno Wei Ying bienvenido a la familia Wang.   

Comandante WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora