Un Dios Entre Piratas

rimuru vs arlog

Arlog sentía un maremoto de emociones, la furia y indignación de saber que sus compañeros abian Sido derrotado por un puñado de mediocres y patéticos humanos, pero sobre todo odiaba al que estaba frente a él, que había derrotado a su superior y su sala de mapas.

por años este los había visto como simple seres insignificantes, seres insignificantes que habían nacido sólo para servir a su raza, pero ahí estaba con cada fibra de su cuerpo gritándole que escapara del lugar tan rápido como pudiera y que si fuera necesario abandonara a sus compañeros, pero no podía darse ese lujo, debía ayudar a sus compañeros y no huiria por un simple humano de cabello azul y el otro que no paraba de decir que se llevarían a su cartografa.

El gran giogyn levantó su mirada hacia nuestro protagonista con claras intenciones asesinas.

Arlog: nami no es su navegante, ella me pertenece yo te demostraré que mi raza está por encima de de la tuya.

Dijo orgulloso con una sonrisa socarrona.

Ante las palabras del gyogin nuestro protagonista recordó su viejo mundo, la forma en la que hablaba, sus expresiones todo ladraba como los humanos de su mundo, poniéndose en sus actos de injusticia y violencia hacia otras razas justificados por una falsa superioridad genética.

Sin soltar un solo ruido, nuestro protagonista giro un poco su cuello, mirando de reojo a su capitán, con sus ojos abiertos de par en par.

Luffy: descubriste algo más de lo que le hicieron a nami no es así.

su capitán siempre estaba distraído, con una personalidad inmadura, pero también muy compasivo y con un instintivo que lo guiaba a hacer lo correcto, cuando lanzo su amenaza hacia arlog era como si su enojo se volviera cada vez más y más intenso mientras más tiempo pasaba serca del hombre pez.

Pesé a lo mucho que deseaba acabar personalmente con arlog, sabía que su mano izquierda lo sentía demasiado personal y que aún si era el capitán debía dejárselo a su amigo.

Luffy: hazlo pagar, rimuru.

Dijo en un tono neutro, eran de las pocas veces que se comportaba de forma madura.

rimuru asintió volviendo a fijar su mirada en el hombre pez.

Rimuru: te debo una.

Esto lo pensó aún intentando contener su ira, Arlog al sentir que lo ignoraban se molestó para luego sumergiérse cada vez más y más profundo en la piscina de su complejo, preparandose para usar su carta secreta, un ataque facil de usar, pero eficiente, tenía pensado usarlo contra el hombre de goma, pero lo usaría en contra del peli azul.

Los sobrero de paja estaban atentos ante lo que fuera ha hacer el giogyn, luego salir a una gran velocidad hacia donde estaba su enemigo el cual aún estaba en lo que quedaba de la habitación de los mapas arlog noto que este no se movía, sacándole una sonrisa zorruna.

Grande fue su sorpresa cuando a milímetros de impactar sintió como era tomado de su nariz por una mano con sus venas marcadas, sintiendo como su nariz era rota por la presión que le ejercía, alzando su mirada por reflejo viendo un par de esferas carmesí, fijas en el en un cuerpo completamente oculto por la sombra, segundos después este sintió como era levantado para luego sentir como una gran fuerza lo lanzaba contra el suelo, sintiendo como su cuerpo empezo atravesar los pisos que aun quedaba de su arlog parck, y pudo sentir el al llegar al último este se undio bajo la fuerza del golpe, viendo como todas sus esfuerzos habían sido destruidos, para que a los pocos segundos sienta como su cuello era golpeado por una bota negra, chocado a una gran velocidad en contra del frío concreto, el hombre pez sentía como su sangre recorría su garganta, sintiendo el sabor de aquella sustancia se apoderaba de su boca, intentando salir por esta, alzando su mirada hacia el peli azul que solo estaba ahí parado, observando lo como si solo fuera un juego para mirándolo con un rostro en blanco pero el podía ver clara mente una extraña aura de color violeta que le transmitía el odio este tenía, lo que era complementado por sus ojos que lo veían como los de un animal salvaje viendo a su almuerzo.