El extraño regreso de un rival, cambia radicalmente la vida de los chicos, topándose en su camino con una extraña chica que parecerá tener mucho más que ver en su misión, esta vez, es la vida de las tortugas las que corren peligro.
Esta historia es...
¡Ah, hogar dulce hogar! Bueno, no tanto, estando en la casa de mi madre; pero, por fin, podía escuchar a las palomas pararse en el borde del balcón de la habitación de mi madre. Su cuarto tan colorido, podía ver cómo los rayos del sol entraban por ella, era hermoso.
Había dormido como un bebé, vi la hora y ya eran las 12. Fui a la cocina y miré por un momento las pantuflas de conejo que me había prestado mi madre.
Madre.- ¿Cariño, estás bien? Luces como si estuvieras apenas procesando en dónde estás. - se burló entre risas.
- Realmente sí estoy procesando en dónde estoy, dormí muy bien. - me estiré.
Mi madre dejó un delicioso plato de desayuno americano frente a mi, acarició mi barbilla y besó mi frente. Sentía que volvía a tener 11 años, cuando la vida era tan fácil y mamá se iba al trabajo.
Y, más tarde, papá pasaría por mi para llevarme a la escuela, aunque mis recuerdos con él son borrosos después de que se fue para siempre.
Madre.- Bien, me voy o llegaré muy tarde, te quiero cariño cualquier cosa que quieras prepararte de comer o quieras hacer, puedes hacerlo.
- ¡Entendido mamá, te quiero!
(...)
Donatello salió silvando de su habitación en dirección a un delicioso desayuno. Caminaba hacia la cocina cuando algo llamó su atención, regresó caminando de reversa, ¿qué era lo que veían sus ojos?
Donatello.- ¿Todo bien? No te ves muy alegre, la última vez que vimos algo así fue cuando te fuiste Leonardo.
Leonardo rió sarcástico y luego bufó tomando un par de palomitas y comiéndoselas.
Donatello.- ¿Okay? - lo miró raro-. ¿Acaso todo esto tiene que ver con ____?
Leonardo miró de reojo a Donnie y devolvió su mirada al televisor. Donnie echó una sonrisita burlona de lado, ¡claro que era por eso! Rodeó los ojos y se sentó junto a sus hermanos.
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Raphael.- ¿Y a ese qué le pasa? Está así desde la mañana, normalmente no anda por aquí, sale a entrenar un rato en el edificio en construcción cuando se empieza a esconder el sol.
Mikey.- ¿Y qué hora es?
Raphael.- Las 7.
Mikey.- ¡Oh, no, sí qué es preocupante!
Raphael tomó un cheerio y se lo lanzó. Leonardo sin fuerzas volteó a verlo enojado, cómo primera advertencia, Raphael la ignoró y volvió a lanzar un cheerio.
Leonardo.- ¿Qué es lo que quieres?
Raphael.- Saber porqué estás así, todos queremos saberlo, nos preocupa porque tú nunca estás así. ¿Sucedió algo de lo que no nos hemos enterado?
