TMNT 2007 (Tú/Leonardo) = Completa (Español) =

Capítulo 4

(...)

Raphael-. suspiro - Ya vámonos, no va a venir.

Leonardo-. No, debemos ser pacientes.

Raphael-. Pues quédate aquí con tu paciencia sólo, me voy a casa.

Donatello-. Leo, casi nunca le doy la razón a Raphael, pero tiene razón, él no va a venir. Vamos a casa, papá debe estar esperándonos.

Michelangelo-. Lo siento hermano - me abrazó -, yo también me voy, además quiero jugar videojuegos un rato.

Leonardo-. ¿Saben qué? ¿Por qué no se adelantan? Yo me quedaré un rato más.

Donatello-. ¿Ya se enojó? - lo escuché susurrar.

Michelangelo-. Yo creo que mejor nos vamos antes de que explote. - susurró por igual.

Raphael-. Pero, no tardes o papá empezará a preocuparse por ti.

No estaba enojado como mis hermanos pensaban, en verdad estaba impaciente, esperaba por la llegada en algún momento de ese misterioso dentro de la armadura de "Destructor".
Miraba ambos lados, cuando vi una sombra pasar en el edificio delante mío. Me sorprendí cuando vi que era más que una sombra, varias pasaron, me preguntaba cuántos eran y si podría yo solo con ellos, estaba preparado. Estaba listo para saltar cuando escuché a Raphael llamarme.

Raphael-. Oye leo, ¿seguro que no vienes? pediremos pizza.

Genial, al parecer no iba a poder lucirme. Le pedí a Rafa que llamara a los demás.

Leonardo-. Hermanos, modo ninja.

Los cuatro fuimos cuidadosos usando a quienes estaban de nuestro lado, las sombras de esta noche.
El clan de pie, parecía que acechaban a alguien, una chica, que parecía llevar algo de prisa.
Trataban de asustarla y al parecer estaban logrando su cometido, empezó a correr hasta llegar a ser acorralada, esa era nuestra entrada.

Donatello-. ¡Una chica! - gritó ligeramente.

Raphael-. No venimos a coquetear.

Leonardo-. (¿Por qué el clan del pie querría a una chica?) - pensaba.

Michelangelo-. ¡La va a matar!

En ese momento me saque de mis pensamientos y reaccioné, aventé una de mis katanas atravesando su cabeza. Todos estábamos asustados, el clan de pie, ¡son robots! ¿cuándo fueron reemplazados?

Raphael-. Suficiente.

Rapha bajó primero, le siguió Donnie y luego Miguel Ángel. Nunca me escuchan, ¿tenía opción? tuve que bajar, fui el último en caer. 
La chica se volteó lentamente y nos miraba perpleja, tenía un rostro de trauma en esos momentos, parecía pedir por ayuda, me acerqué para sacar mi katana, pero no le quitaba mi mirada a esa chica, ¿será algún enemigo? La mayoría de veces cuando nos enfrentamos a alguien de más, es un enemigo también.
No tenía apariencia de serlo, pero bueno, la que todos nos sabemos: "Las apariencias engañan".

Saqué mi katana y la guardé detrás de mi caparazón. Íbamos a ayudarla, nos pusimos delante de ella y nos pusimos en posición de ataque, después sería interrogada por mi buen hermano Donnie.

Leonardo-. Quédate detrás de nosotros - susurré.

Patadas, brincos y usando nuestras armas fue como derrotamos al clan de pie. Entonces llegó una visita inesperada, karai.

Karai-. ¡Malditos reemplazos, carcachas inservibles! No puedo creer que me hayan hecho reemplazar a mi equipo, que tiene más años de entrenamiento que esta basura. Pronto nos volveremos a ver tortugas, por ahora hasta entonces. 

Lanzó una bomba de humo, desapareciendo por completo y dejándonos tosiendo a todos.
Al parecer era cierto, el clan de pie fue reemplazado por robots.
Donnie se acercó a uno de ellos y averiguó como siempre un poco.

Raphael.- Menuda pelea, ¿eh?

Nos pusimos en una pose heroica y volteamos para ver a la chica quien está muerta de miedo. Nos veía como si fuéramos extraterrestres, como zombies que querían devorar su cerebro, dio pasos hacia atrás y ponía como defensa sus manos.

(...)

Michelangelo-. ¡Hola, soy Miguel angel!, oh, Mikey, como prefieras llamarme. - saludó como un niño pequeño y miró a su hermanos - Él es Donatello, pero dile Donnie - el de la cinta morada sonrió nervioso -, ese rudo de ahí es Raphael, pero de cariño le decimos Raph. - el de la cinta roja movió su cabeza hacia arriba y abajo en forma de saludo - es un enojón... - susurró - ¡Y por último, nuestro líder! Él es Leonardo o Leo.

Y por último el de la cinta azul estaba recargado en la pared, movió su mano en forma de saludo y sonrió. No podía creer lo que estaba pasando, sentía como si fuera a desmayarme, pero me mantenía en pie aún. Se hizo un silencio, me ponían nerviosa, me veían fijamente, parecía ser que me estaban examinando, deduciendo qué era yo.

Michelangelo-. ¿Y tú eres?

- Oh, ah, soy ____.

Leonardo.- Nos complace conocerte y a la vez preguntarte algo, ¿por qué te seguían?

(...)