IT'S NOT THINK WHAT YOU [MewGulf]

VIII

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Off estaba furioso, cómo alma que lleva el diablo, azotó la puerta de su casa, viendo el interior con incertidumbre, iría en busca de sus hermanos, pero vio a Up que ni se inmutó ante su presencia. Así que se acercó,  no había nada en específico  a lo que estuviese observando a través de la ventana, así que pregunto. 

—Up, 

— ¡Up!

—Si —contestó exaltado

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? —preguntó su hermano mayor preocupado.

—No. Estaba recordando el día en que papá estaba muy enojado, jamás lo había visto así. 

—Hablas de cuando espanto al cartero. 

—Si. Papá, se veía diferente —dijo Up. 

—Bueno. ¿Por qué razón no habria de enojarse? el idiota te acosaba. 

Flashback

El día prometía un caluroso domingo para refrescarse en una piscina o salir al lago más cercano. Al menos esa era la idea del segundo hijo de Gulf. Tenía puesta sus bermudas celestes con la playera lista para ir a divertirse con sus amigos. Caminaba en el pequeño sendero de la casa para la calle cuando vio que venía el chico que repartía cartas, se detuvo abruptamente sintiendo miedo y escalofríos. El chico tenía una risa cínica cuando bajó de la bicicleta. 

—Hola hermoso. ¿Vas al lago? ¿Te acompaño? —pregunto a medida que se se acercaba. 

Up empezo a retroceder. No le gustaba ese chico. Era mayor que él, lo había visto cerca del colegio, a veces podía notar que estaba en cualquier esquina donde él se encontraba. Más de cinco ocasiones intentó acompañarlo y no faltaban los apodos melosos con que lo trataba, pero él se negaba y lo mejor es que siempre iba acompañado.

En esta ocasion no había nadie en su casa. Off estaba con su novio y su padre estaba paseando a Ruffus con Win. 

Sintió que topo con la puerta y empezó a buscar la llave en su bolsillo trasero para abrir y estar a salvó.

Pero el chico se acercó de un golpe agarrando su mano con fuerza, al parecer se había dado cuenta de lo que el menor pretendía. Up iba a gritar cuando vio a su padre acercarse a toda velocidad hacia ellos con una mirada asesina. Jalo al chico  del cuello de la camisa y lo aventó hacia el pequeño césped de la entrada. 

Win entro apresurado sin decir nada arrastrando  a su hermano tembloroso hacia la casa.

—¡Tienes cinco minutos para largarte! —amenazo el castaño con ojos de un color negro espeso inyectados de furia. 

—Uno, dos, tres… ¡Ruffus die! —le dió la señal al can para seguir al chico que salió corriendo hasta llegar al espeso bosque en dónde terminaba la calle de la pacífica ciudad.

El chico iba corriendo a toda velocidad como sus pies se lo permitieran, pero al ver hacia atrás no se dió cuenta que enfrente había una rama que lo hizo tropezar.

Ruffus se abalanzó sobre el chico presionando con sus cuatro patas la espalda y mordiendo levemente el cuello dejándolo sin ningún movimiento.

—No te muevas, si lo haces te arrancará la piel con sus colmillos —dijo Gulf agachándose—. Te metiste con la presa equivocada Mártin.

—¿C--como sabe mi nombre? —dijo el chico con la respiración agitada.

—Eso no importa. Lo importante es que estabas acosando a mi hijo, estabas esperando el momento de encontrarlo solo, drogarlo y llevarlo con tu jefe. ¿Verdad?