IX

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Gulf bajaba las gradas cuando escuchó los toques en la puerta. Preguntándose quién sería, se apresuró. En la puerta estaba el pelinegro, su ropa habitual cambió a una camiseta manga larga color gris, la única prenda diferente, que para el castaño se ve fantastico. Aunque le causa cierto enojo ver algunas cicatrices que tiene en los brazo, pero no dice nada. También lleva en sus manos un contenedor plástico de pasteles. 

—Hola. Mamá les manda esto, dice que a los chicos les encanta el chocolate —dijo ofreciendo el contenedor con una sonrisa tímida.  

—Oh, gracias. Si les gustan los pasteles de tu madre —afirmó, recibiendo el recipiente sin perder la oportunidad de rozar las manos del pelinegro dando una enigmática sonrisa—. Pasa —invitó, llevando el recipiente hacia la cocina. 

Mew dejó cerrada la puerta y fue detrás del castaño con los nervios deslizándose sobre sus hombros hasta llegar a sus manos. Tiene una pregunta para el castaño y espera no ser rechazado. 

—Win está arriba, le diré que estás aquí. 

—No, espera —detuvo Mew—. ¿Quería saber si aceptarias una cita hoy en la noche?

A Gulf le caló esa petición en lo más profundo de su corazón, hace tiempo que nadie le pregunta sobre tener una cita o siente está sensación maravillosa que despierta el mismo enamoramiento, la chispa de ser correspondido y corresponder sin ningún otro motivo más que conocerse paso a paso. 

—Si, me gustaría. 

—Bien —dijo Mew a punto de saltar de la emoción, retrocediendo con pasos torpes mencionó—. Iré a saludar a Win y después me voy, tengo una cita con el doctor —mintió en lo último, en realidad iría con el psicólogo pero aún no se lo decía a Gulf, le avergüenza esa parte de su vida y a pesar de haber compartido una parte de su pasada relación no estaba listo para soltarlo todo, cree que espantara al castaño con sus traumas. Lamentablemente así lo veía el pelinegro, cómo traumas y cargas culpables. 

Subió de inmediato para ir a ver a Win, al lado izquierdo está la recámara de Up y Off, a lado derecho la de Win y el castaño, cada uno teniendo su recamara. Mew se asomo a lado izquierdo viendo la puerta abierta de Up, no solamente con el pequeño conversaba o jugaba también con Up y es que quería saber cómo pasaba su reciente decepción amorosa, el menor le comentó en una de las visitas que siempre hacía, que le gustaba un chico, pero le gustaba a una de sus amigas también. 

Leyla la amiga de Up, no le gustaba perder incluso en el amor, le declaró la guerra como a una competencia estableciendo que sería la ganadora del corazón del chico. De modo que Up se animó a ser directo y confesarse al chico que le gusta, pero nada salió bien. 

A mew le preocupaba el menor, dado que estaba triste por el rechazo hace días atrás y apenas tiene 16 años pasando su primer decepción amorosa. 

—¿Puedo entrar? —dijo Mew, tocando la puerta tres veces para que el menor lo viera. 

—Si —contestó con una pequeña sonrisa, sentado en su cama trabajando en la laptop. 

—¿Tienes mucha tarea?

—No, solo escribo un correo. 

—¿Cómo has estado? 

—No del todo bien, pero lo intento. Ellos se pasean juntos y Leyla lo presume cada vez que puede. 

—Ya encontrarás buenos amigos y alguien que te quiera del mismo modo que tú. 

Up frunció los labios, esperando a que sucediera porque esto dolía demasiado y sufría en silencio. 

IT'S NOT THINK WHAT YOU  [MewGulf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora