05 - Un ramo no es suficiente

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— ¡Oh Minho! Jisung no me dijo que vendrías... — La Señora Han le hizo pasar y le brindo un poco de agua, aunque Minho termino diciendo que no.

— Es que le tampoco sabe que vendría, es una sorpresa. — Le sonrió y la señora le devolvió la sonrisa.

— Entonces ve arriba y no olvides dejar la puerta abierta, si su padre se entera que estuvieron ahí con la puerta cerrada pegada grito al cielo.

Minho rió y asintió. — Usted no se preocupe, no olvidare esos pequeños detalles.

Y con eso último, camino hasta la habitación de su novio jugando con aquella flor que había tomado al salir de casa. No se sentía confiado y sus piernas temblaban, pero estaba siendo un idiota.

Por eso mismo con algo de timidez toco la puerta de la habitación del menor escuchando ese pequeño y ahogado "no quiero ver a nadie pero pase"

— Te ves más pequeño que de costumbre. — Comentó recargado en la puerta, viendo a Jisung con varios peluches al lado y su cuerpo boca abajo. — ¿Puedes verme?

¡N-o! — Minho sonrió y se acercó hasta estar sentado en el piso a un lado del cuerpo del menor. Quiso tocarlo pero Jisung le golpeó su mano.

— ¡Hey!

¡No! Tu no mereces que te trate bien. Ayer me ignoraste y fue grosero de tu parte.

Sintió de nuevo esa opresión en su pecho y asintió. — Y me siento culpable por eso, debí haberte acompañado para hablar de lo que sea que tenías para decirme, pero preferí comportarme como un tonto ignorando el hecho de que tú eres más importante que cualquier libro que en otro momento iba a poder leer.

— Se que leer te hace feliz, — Levanto si cabeza de la almohada sin verlo. — pero de verdad que te estás comportando muy raro. Y entiendo que Félix sea tu mejor amigo y quieras pasar tiempo a su lado, pero no me es cómodo que ni siquiera puedas decirme las cosas con tiempo. Y que cuando te equivocas y eso hace que te sientas mal, termines huyendo de mi como si te fuera a reclamar.

— Bien podrías hacerlo.

— ¡Pero soy tu novio, Minho, no tu dueño! Por eso mismo te doy tu espacio, que hagas y deshagas lo que quieras. Y aun así, no eres capaz de darme la cara sin tener miedo. ¿A que le temes? — Lo miro sus ojos marrones viendo esos negros apagados de Minho.

Ambos se sentían tristes, y los dos creían que era culpa de sí mismos de estar así.

Minho agachó la cabeza y se negó a decirle el porqué verdadero, le daba vergüenza el solo hecho y con eso era suficiente. — A todo.

— Esa no es la respuesta que necesito.

Jisung volvió a recostar su cabeza sobre la almohada, y contrario a lo que esperaba por parte de Minho, este no se fue. El mayor dejo de ver esa pequeña flor amarilla que había escondido entre sus manos, se veía un poco maltratada, pero aun así, la acomodó entre los cabellos del menor. — Las gerberas amarillas sirven para pedir disculpas, y sé bien que no necesito una flor, que tú quieres respuestas claras. Pero no es algo que yo pueda darte de mis labios porque ni siquiera puedo entenderme.

Se puso de pie, besando la coronilla de Jisung que seguía sin voltear a verlo.

— Pero te amo, ¿Si? Te amo mucho. — Espero un poco más pero Jisung no dijo nada.

Sintiéndose triste y solo, salió de la habitación del menor sin haber escuchado esos pequeños sollozos salir de sus labios.

I feel bad - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora