10 - Hoy no es suficiente

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Minho pensó si estaba bien tocar o irse por donde había llegado, sabía que lo que estaba por hacer era lo correcto para ambos, en especial para Jisung, más eso no significaba que no le estuviera doliendo y que las ganas de irse corriendo fueran mayores.

No quería hacerlo, porque toda esa capa de valentía se había ido en cuanto piso la casa del menor.

Aún así, evitar y lastimarlo más no era algo que deseaba.

Su mano tembló cuando la levantó listo para golpear la madera suavemente, pero está terminó siendo abierta de golpe por un pelinegro con cabello revuelto.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunto Hyunjin con tono serio. Talló sus ojos con sus dedos sin dejar el desagrado de lado.

Minho levanto una ceja y le miró incrédulo. — ¿No debería hacer yo esa pregunta?

— Jisung es mi mejor amigo, ¿Tú que haces aquí?

— Es mi novio

— ¿En serio? — Pregunto burlón, cosa que Minho no aguantó.

— Deja de hablar entre líneas y dime que mierda te pasa.

— ¿Qué más debería pasarme? Lastimaste a una de las personas que más amo, y aun así vienes y te paras frente mío como si no supieras quien soy.

— Si, el mejor amigo de mi novio que no tiene porque meterse entre nosotros.

— No me estoy metiendo entre 'ustedes', aunque si te soy sincero creo que está de más decir que ustedes siguen siendo algo después de lo de anteayer.

— Le pedí disculpas.

— ¿Y crees que eso va a remediar sus sentimientos? Prácticamente lo ignoraste, y estoy seguro qué hay algo más en todo esto, porque Jisung no llora de esa forma por un simple berrinche.

— No debería de importarte.

— Mira, Minho, a mi tu no le importas en los más mínimo, pero ese chico que está ahí — apuntó al rubio hecho bolita en medio de la cama, con su cuerpo y mitad de la cara siendo cubiertos por una sábana. Minho sonrió al verlo y quiso llorar por no poder besarlo y abrazarlo como siempre hacia. — dormido después de haber llorado por dos horas, mismas en las cuales me pregunto que es lo que había hecho mal para que llegaran a esto.

— Por eso tengo que hablar con él. — Se notaba el desespero, las ganas de hacerlo, pero Hyunjin no estaba de acuerdo.

— ¿Y no puedes esperar a que despierte? — Pregunto harto de la presencia del menor. — Tardó mucho en llegar hasta donde está ahorita como para que vengas y le quites también eso.

Minho no podía negar lo que salía de la boca de Hyunjin le estaba doliendo, porque esos comentarios le eran tan ciertos, pero no era como si no supiera ya de eso.

No quería ser débil ante Hyunjin, no quería absolutamente nada. Sólo quería estar ahí con su rostro serio diciéndoles a Jisung que lo amaba pero que tenían que estar lejos.

Porque lo había arruinado tan rápido como lo había tenido.

— Me quedaré. — Pasó de largo, escuchando las quejas de Hyunjin mientras cerraba la puerta. Pero aun así, se sentó en una de las esquinas mientras veía al menor dormir.

Porque de todas las maneras era lindo y delicado, y él solo era un tipo que la iba a terminar cagando una vez más.

***

Después de dos horas, Jisung parecía no querer dormir más. Pero no se había dado cuenta de su presencia, porque en cuanto sus ojos se abrieron buscó el cuerpo de Hyunjin para abrazarlo.

Minho mentiría si dijera que no le dolió, porque esos mismos abrazos era los que recibía cuando Jisung no se sentía seguro, era algo simple, pero tan bonito que le hacía sentir bien.

Ahora ya no había nada.

— Jisung, — Hyunjin tomó su cara entre sus manos y le hizo que lo mirara.
— Minho va hablar contigo, sera breve y después se va a ir, yo estaré abajo y después vendré, ¿Si? — En eso, la mirada de Jisung lo busco y cuando por fin lo halló sintió ese alivio que dejo libre el dolor.

No respondió, tan sólo agachó la cabeza.

Hyunjin besó sus cabellos y se movió con cuidado de regreso a la puerta, miró por última vez a Minho y terminó por salir dejando una rendija abierta.

Pasaron los minutos, Jisung no hacía más que jugar con sus manos y Minho no hacía nada más que verlo embobado, guardando un último recuerdo de lo que ya había sido.

— Tenemos que terminar. — Agradeció que su voz no temblara, pero para Jisung, sonó como terciopelo negro que le caló dentro.

— Que bueno que lo dices, porque yo no me había sentido capaz de hacerlo.

— Si. Yo no quiero hacerte daño y tampoco quiero que me hagas daño. Esto... no quiero un ciclo lleno de dolor y desconfianza.

— En  eso estamos de acuerdo, tampoco quiero ir por ahí regalando mi confianza sabiendo que voy a recibir migajas. — Y Minho sabía, que Jisung trataba de no hacerle daño, pero aun así, terminaba doliendo lo que su voz transmitía.
— Estamos bien así, tú no me mereces y yo a ti tampoco.

Quería decirle que lo dejaría sanar, que le dejaría ser libre de todo eso. Y que después volvería a conquistarlo, pero eso solo causaría el llanto y la desesperación del menor.

Por eso se guardó lo último que tenía.

Se levantó y camino hacia el, tomó su carita y le besó la frente mientras le decía que lo amaba entre besos. Sintió las manos de Jisung aferrarse a su camisa y cuando llegó la hora de irse lejos, tan solo vio como el brillo de sus ojos se iba perdiendo.

Y la sonrisa de Minho también quedó en el olvido.

Porque no era algo que pudieran arreglar juntos cuando se habían hecho daño.

Porque ya no había confianza, solo amor, y hoy no era suficiente.

I feel bad - Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora