12. Rápido, antes de que vuelva mi esposa

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      Hoy teníamos una fiesta en la empresa en la que Tomás trabaja, así que debíamos vestir de gala, porque por supuesto yo estaba invitada también.

      Estaba preparándome y ayer había comprado un vestido rojo, largo, con un tajo en el costado, que creo que estaba hermosísimo. Me puse labial rojo también y unos aros de diamantes que Tomás me regaló para uno de nuestros aniversarios. Salí del baño a verlo y se quedó quieto con media sonrisa y una ceja levantada…

      —Oh, mier*da, vení rápido… Vamos a co*ger antes de que vuelva mi esposa… —Dijo y me reí.

      —¿Y si se entera?

      —Va a ser nuestro secreto, no te preocupes. —Dijo y se acercó para darme un beso chiquito y después pasar su pulgar justo por debajo de mis labios, hasta llegar a donde estos se unen y rozarlo. —¿Y esta boca tan linda?

      —Es para comerte mejor. —Afirmé y su sonrisa se agrandó, mientras pasaba mis manos a mis caderas y después a mis glúteos.

      —¿Este cu*lo es para montarme mejor?

      —No sé…

      —Yo creo que si sabes… Pero bueno. Vamos a tener que probar entonces.

      —No se puede, tenemos que irnos.

      —No… no podemos irnos más… Si nos vamos nos va a encontrar mi esposa… La bruja esa me va a cortar el pe*ne, si te ve.

      —Más razón para irnos.

      —Nooo, más razón para quedarnos y no salir de la cama, nunca más.

      —Tomás, tenemos una fiesta a la cual asistir.

      —Sabes la fiesta que te voy dar… Nos la vamos a pasar toda la noche aplaudiendo sin manos.

      —La fiesta primero.

      —Ya no hay otra fiesta.

      —Si hay y no te pusiste la corbata roja que te pasé.

      —Dejame sin corbata.

      —No, vas a usar rojo como yo.

      —No seas celosa como mi esposa.

      —Últimas noticias, Tomás, soy tu pu*ta esposa. Vas a llevar el color que yo llevo.

      —Lo quiero llevar alrededor del pe*ne ¿Vale?

      —No, no vale. Levantate o me enojo. —Dije saliendo de sus brazos y yendo a buscar mis tacos.

      Me los puse y fui a pararme al lado de él… Con los tacos soy mas alta… ME ENCANTA.

      —Voy a pedirte el divorcio si seguís así de mala. —Se quejó mientras se ponía la corbata delante del espejo.

      —Yo solo quiero que estés perfecto.

      —A nadie le importo ahí, Ele, son todos unos amargados, envidiosos e insatisfechos, que lo único que hacen es mirarse al espejo.

      —Ya te dije que renuncies y vayas a otro lado.

      —… Pagan demasiado bien, no puedo irme así porque sí.

      —Si podés, no nos falta plata, podes dejar tranquilamente y buscar algo mejor.

      —No es tan fácil.

      —Si que lo es. Estas empecinado en no dejarlo, porque querés ahorrar, y ahorrar. Al pedo, porque por lo que querés ahorrar no existe. Estamos buscando hace un año, Tomas, ya es momento de afrontar que no puedo embarazarme y no tenemos que ahorrar para un futuro que no existe.

      —Ele, no digas eso… ya va a pasar, solo tenemos que seguir probando. No hables así.

      —Estás viviendo infeliz por algo que no ocurre.

      —No soy infeliz si te tengo a mi lado.

      —No soy estu*pida, sé que odias trabajar ahí, y que me llamas porque no te gusta. Dejalo. Pensá en vos, no en mí, ni bebés inexistentes.

      —Ele… No es tan fácil.

      —Si que lo es ¡No lo querés afrontar!

      —Elena, no vamos a volver a tener esta conversación. Basta.

      —Un basta no soluciona tus problemas.

      —No hay nada que solucionar.

      —Sos un idio*ta.

      —No me importa. Seré un idio*ta, pero tengo una esposa que amo y un trabajo fijo, para mantenerla y darle todo lo que ella quiera.

      —No quiero nada, si mi esposo no es feliz.

      —Ya te lo dije… nunca podría ser infeliz a tu lado. Te amo y eso nunca va a cambiar.

      —Yo no te amo, sos un tonto. —Afirmé y me abrazó.

      —Después de tantos años juntos sé que eso en lenguaje de bruja es “Te amo mucho, mucho, hasta la luna”. Vamos—dijo después de besar mi mejilla —, vamos, a la fiesta de los amargados, así la arruinamos toda. Caminamos por todo el lugar, vos pegando mocos en los manteles y yo tirándome pedos ninja.

      Me reí y lo golpee.

      —Nos van a echar.

      —Tal vez quiero eso… Así te co*jo antes de que vuelva mi esposa.

Quiero el P#TO divorcio✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora