1. Una Forma Inesperada De Conocerce

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Dos jóvenes de iguales edades con diferencias de condiciones de vida, se conocen de una forma inesperada, con el tiempo se complementan y llenan el vacío con cada momento compartido entre ellos. La chica siente el mundo diferente junto a él, en cambio él crece más como humano y siente un propósito al lado de ella.

Todo este amorío acontece, cuando Madison llega a vivir a la ciudad en lo que consigue un trabajo de tiempo completo en un pequeño restaurante como ayudante de chef, Madison tenía poco de medio mes de estar en la ciudad, no se acostumbraba a esta nueva vida que es bulliciosa con tantos edificios y vehículos transitando a cada rato. En su hora de salida se daba prisa para ver a su hermana menor Leonie si estaba bien, prepararle la cena y ayudarle con sus tareas...

Pasan los meses, en lo que Madison se esfuerza y se acostumbra en su nueva vida ajetreada pero con las comodidades suficientes. Su día prácticamente de la casa al restaurante, los fines de semana paseaba con su hermana en un parque cerca de un río donde miraban los atardeceres en una banca.

Todos los días en el restaurante a ella le tocaba asistir al chef August a cargo, de pasar los ingredientes y de preparar el platillo decorarlo con un toque elegante, de clase, en los turnos más pesados en donde los comensales abarrotaban las mesa...

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Todos los días en el restaurante a ella le tocaba asistir al chef August a cargo, de pasar los ingredientes y de preparar el platillo decorarlo con un toque elegante, de clase, en los turnos más pesados en donde los comensales abarrotaban las mesas, Madison tenía que cocinar los platillos con indicación del chef, indicaciones que tienen que ser al pie de la letra, con medidas exactas de sal, agua y especias en el tiempo debido.

Vaya que venía más trabajo tras trabajo en el restaurante, esto por las fiestas de independencia del país, una ciudad con tanta algarabía, gente por aquí gente por allá, carrozas, bailes, en lo que sería de todo esto un desfile. Un derroche de alegrías y ruido por supuesto.

La calle principal donde pasará el desfile, la gente espera y llena el espacio, el restaurante queda en la esquina de esta calle. Mientras tanto Madison atiende inclusive las mesas ya que un mesero no se presentó a trabajar ese día. Su hermanita Leonie, la espera a un lado de la cocina, sentada comiéndose un helado lentamente. Madison entra y sale constantemente, su hermanita la ve pasar a cada rato. En su mente, Leonie dice mi cabeza da vueltas y vueltas de verla tanto pasar. Es claro que la hermanita quiere ir a ver el desfile cuando pasen las carrozas y los soldados. Pero sabe que su hermana mayor está ocupada. Al cabo de horas, en la tarde el restaurante no llega nadie, al parecer toda la gente está enfocada en el desfile del día de la independencia. Cansada Madison se sienta al lado de su hermanita y ve que tiene un poco de chocolate en su mejilla, Madison se lo quita con el dedo y se lo come, Leonie le quiere decir algo y Madison la interrumpe...
-Madison: ¡ya sé! El desfile, ¡vamos!, pero me das la mano, no quiero perderte.

Madison se ríe porque era broma de esto último que ha dicho.

Leonie sopla los cachetes un poquito enojada, pero sabe que su hermana es bromista en ciertas ocasiones.

Leonie espera a Madison en las mesas que se encuentran afueras del local, a punto de salir Madison, el dueño del restaurante la llama; Madison le señala con sus manos a su hermanita que la espere, pero Leonie distraída se adelanta. Madison se pone adelante del dueño del restaurante y habla,
-Madison: ¡dígame! Signore Santino, El dueño dice en su acento italiano
-Signore Santino: eres muy buena trabajadora. ¡Te felicitó!, ¡eres muy buena chica!.

Madison sonríe, en sus pensamientos imaginaba que la regañaría por haber traído a su hermanita. Signore Santino por último le dice que quiere que aprenda a cocinar mejor para ser el asistente oficial y suplente por cualquier emergencia del chef.

Madison, queda sorprendida

-Madison: ¡no lo defraudaré!
-Signore Santino: tu buen sazón te llevará a lo más alto. El chef August me dio a probar un platillo que tú preparaste. El chef August me aclaró que a la segunda vez, aprendiste a prepararlo sin ninguna ayuda.
-Madison: ¡muchas gracias! ¡Prometo no fallarle!,
-Signore Santino: ¡eso espero!

Madison al estar libre se percata que Leonie se desapareció. Preocupada camina a ver si está en el desfile. No la encuentra la sigue buscando, cae la noche no la encuentra, está realmente intranquila, en eso los juegos pirotécnicos inician, hay más gente en las calles, va al parque y encuentra a su hermanita con un perro guía junto a Leonie, desconsolada a punto de llorar Madison abraza a su hermanita. Leonie le pide disculpa a Madison, sabe que la va regañar. Madison acaricia su cabello y la vuelve a abrazar.

Ya todo solucionado, Madison le pregunta ¿y ese perro guía? ¿De quién es?
-Leonie: lo encontré asustado debajo de la banca de este parque donde siempre venimos cada fin de semana.

Leonie hace una pregunta

-Leonie: ¿qué es un perro guía?
-Madison: ummm..... ¡Bueno! Es un perrito que ayuda a las personas con discapacidad visual.

Leonie se rasca la cabeza, dando a entender que no comprende.

Madison le explica otra vez.

-Madison: es un perrito que ayuda, que guía en su camino a las personas que no pueden ver.

Leonie hace otro gesto, con su dedo casi en la boca.

-Leonie: ahora si hermanita, ¡Entiendo!

Leonie, sube su cabeza hacia arriba, viendo el cielo, le dice a Madison,
-Leonie: ¿qué pasará con el perrito? -Madison contesta: Tendremos que reportarlo a la policía, que busquen a su dueño,

llevan al perrito a la estación más cercana.

El policía Sherwin que los atiende conoce a Madison de cara porque acostumbra con su familia los fines de semana de ir a comer al restaurante. Madison le explica al policía Sherwin que su hermanita lo encontró al perro guía, que sería urgente devolvérselo al dueño.

El policía se agacha a ver el collar del perrito, ve un nombre Louis, tanto el oficial Sherwin y Madison imaginaron que el perrito se llama así, en otro parte del collar aparecía un número telefónico plasmado en el collar del can, en lo que el policía saca de su bolsillo el teléfono y marca, llama pero se percata que el número lo tenía en su agenda, supuso que la conocía y comienza a pensar y se acuerda de una abogada amable.

Le contestó la abogada, en concretó decía: ¡buenas noches! ¿Con quién habló?
-El policía Sherwin: ¡buenas noches! Somos la policía. El asunto es sobre un perrito perdido en este momento, en el collar del can encontramos su número, recordándome a usted la conozco ya que tenía su número en mi agenda de contacto.
-La abogada Camille: acostumbró ir a la estación, siempre por los casos que me asignan. El perrito es de mi hijo Louis es un chico con discapacidad visual, en el desfile él iba con Gian, el es un perro entrenado, es un perro guía. Pero a la hora de los juegos artificiales el pobre se asustó y salió despavorido, voy para allá por Gian y dar las gracias al que lo encontró.

A cabo de veinte y tres minutos llega Camille y por supuesto el dueño de Gian que es el chico no vidente que se llama Louis. El joven Louis camina atrás de su mamá Camille, puesta su mano izquierda en el hombro de ella. Entran y ya estando a frente del policía y de Madison y su hermanita en la estación, Louis se separa de su mamá saca y extiende su bastón blanco y comienza a caminar hacia donde está Gian. El can comienza a correr de emoción, Louis se pone de rodilla, Gian lo besa en su mejilla.

La mamá de Louis termina de conversar con el policia y camina hacia donde está Madison,

Camille extiende su mano y saluda a Madison.

-Camille: ¡muchas gracias! ¿Te llamas Madison? ¿Cierto?,
-Madison: ¡sí! ¿Dígame?

En lo que Camille quiere recompensarla con un sobre con dinero.

-Madison: ¡no es necesario, lo hice porque me nació como persona. En tal caso las gracias se la debemos a esta pequeña, mi hermanita Leonie.
-Camille: ¡gracias pequeña!, le devolviste el alma a mi hijo Louis.

Camille llama a Louis, Gian lleva a Louis hacia Madison y Leonie.

-Louis: ¡en verdad! Muchísimas gracias por encontrar a Gian. A Gian no solo la considero como mi amiga guía, si no también como parte de mi, desde hace seis años ha estado conmigo, me ha acompañado, me ha hecho más fácil la vida en mi trayecto, Les agradezco a ti y tu hermana.
-Madison: Louis, ¡fue un placer ayudarle y conocerlo!,
-Louis: ¡igual Madison! De nuevo les agradezco, a tu hermana y a ti. Espero algún día poderlas ayudar en algo...

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