*Este fic transcurre en el mundo humano/ explorando la dinámica entre Hunter y Darius como "padre e hijo adoptivo". Vi varios fanarts y me animé a crear una pequeña historia*
Caleb inicia una nueva vida junto a su tutor Darius, quien solo quiere una...
Como dije, volvieron las actualizaciones semanales!!!
Este cap es breve. pero quería dejar en claro el tiempo que se lleva trabajando la relación entre ambos. También quería darles las gracias por sus comentarios y votos, me alegran el corazón y no se imaginan cuanto. Mil gracias!!
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Se quedaron en silencio unos minutos, el hombre frente al manubrio no daba señales de encender el auto y el chico a su lado se mecía suavemente al ritmo de su respiración.
-... Quieres ir a tomar un poco de aire?- Interrumpió Darius
-...- Caleb solo negó con la cabeza.
-¿Quieres algo de beber?
-Nn- Esta vez apenas logró emitir una respuesta apenas entendible.
-¿ Prefieres hablar... o...?- Insistió Darius
- Nn... estoy bien, no necesito nada- Dijo cortante.
-Lo estas? ...-
-No fue nada...- Volvió a repetir, deseaba con todo su ser no haber caído en esa situación.
-Caleb, no te dan ataques de pánico "por nada"- Agregó Darius, el chico sabía que no saldría de eso tan fácil, y aunque intentaba mantener la calma fue inevitable soltar palabras a la defensiva.
-Bueno... tal vez solo soy un tonto y cobarde que le dan por nada!
-Oye! se bien que no eres ningun tonto, mucho menos cobarde...- Interrumpio en voz alta, pero se dio un momento para respirar antes de agregar- ... Caleb, está bien si no quieres hablarlo ahora, pero si algo malo está ocurriendo, por favor. No estás solo en esto. No puedo ayudarte si no me cuentas bien.
El chico apreciaba que su tutor fuera tan comprensivo, a la vez que se sentía el doble de culpable por ocultarle cosas.
-Que tal.. si me da una pregunta comodín? - Interrumpió el hombre a su lado y el chico tardó unos segundos en comprender, pero finalmente respondió.
-No hay nada, así que no servirá de nada- Mordiéndose el interior de la mejilla y evitando mover sus manos, para sonar lo más convincente posible.
-...Ok... entonces es un no?- Insistió Darius.
-.. Es un "no hay nada que decir"- Acotó a secas.
Reinó el silencio y un momento más tarde el auto comenzó a moverse en dirección a casa. Claramente el chico ocultaba algo, Darius no era ningun idiota, pero por lo mismo sabia que no era buena idea presionarlo en ese momento. Había usado su "haz", y no resultó, no era el momento. Debía buscar un mejor modo para dar con el asunto.
A través del camino Darius recordaba cómo había comenzado esa dinámica entre ellos, hace algunos años atrás, cuando el niño recién había perdido todo lo conocido como su hogar y desconfiaba de todo lo que tuviera sombra, se acercó a él en busca de apoyo.
-Puedo decirte algo sin que preguntes más?- Habló en voz baja el ojeroso niño, mientras borraba sus cálculos de una hoja de estudio.
Darius había logrado conseguir un permiso para visitarlo en el hogar de menores donde se alojaba, el papeleo para acogerlo bajo su techo era muy largo y tedioso, pero aprovechaba su hora de visita para ayudarlo a estudiar y disfrutar de algún bocadillo. Además de generar un lazo más cercano entre ellos, así que pensó un largo rato cuando el chico lo sorprendió ante esa consulta. No podía arriesgarse a que el niño perdiera confianza en él, pero tampoco podía quedarse de brazos cruzados si pasaba algo malo otra vez.
-... mmm... ¿Qué tal si me das una "pregunta comodín"?- Dijo finalmente, y Caleb lo miró confundido- Tu me dices lo que quieras decirme, y a cambio yo puedo hacer una sola pregunta... y prometo no tocar más el tema si tu no quieres hacerlo aun. Claro que tienes que responder con la verdad.
Caleb no respondió pero su expresión decía que lo pensaba seriamente, y él no se arriesgó a una inmediata respuesta negativa, así que continuo- ...Por ejemplo, si me dices que estás herido, solo preguntaré "¿en qué parte?" para poder tratar y vendar tu herida, pero no preguntare como o donde te la hiciste, hasta que te sientas preparado para decirme. ¿Entiendes? es una buena oferta.
El niño pensó en silencio otro rato y finalmente aceptó, de ese modo le entregó un pequeño sobre con píldoras en su interior y aunque no dio más detalles de dónde las consiguió; Darius comprendió que toda esa ciudad era una mal ambiente para Caleb, no importaba lo mucho que se esforzara en mantenerse limpio, el historial y el pasado de su familia lo alcanzaba. No fue hasta un tiempo después que el chico volvió a tocar el tema para explicarle que un viejo conocido de su tío le había entregado las drogas. Pero Darius ya había actuado, además cuando logró conseguir su custodia, no tardaron en mudarse a un pequeño pueblo, que les brindaba la oportunidad de comenzar de cero. La dinámica se repitió en diferentes ocasiones, pero siempre se las ingeniaba para poder ayudarlo en un espacio de confianza seguro. Tarde o temprano Caleb solía explicar el resto del relato cuando se sentía más preparado. Y aquí estaba otra vez, frente a una situación similar, solo que esta vez él se negó a su pregunta y eso solo podía significar que era un tema que no quería tocar ni se atrevía a mentir. Después de todo era malo mintiendo, y ambos lo sabían, pero ágil en omitir información.
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