25. Especial 2 - El cambio.

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El siguiente capítulo contiene escenas implicitas de contenido delicado, continuar a discreción

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Darius llevaba semanas sin ver al chico después que le entregó la foto, tenía un mal presentimiento y estaba buscando los medios de poder hacer algo más, pero un dia sin previo aviso encontró al chico esperándolo en su antejardín, parecía medio adormilado, y en cuanto se acercó lo suficiente su estómago se contrajo. Su ropa estaba muy desgastada y sucia, estaba frío y solo vestía una delgada sudadera que dejaba ver varios moretones en su cuello y manos. Tenía una venda mal hecha en un oído con rastros de sangre seca, su rostro lucía mucho más pálido y sus ojeras eran profundas, sus ojos tenían una extraña mirada perdida que a Darius no quería creer. Pero el estado del chico era innegable y decidió que no podía esperar más.

-Hey, cuanto tiempo? ¿llevas mucho esperando?- Se acercó amablemente Darius para no alarmarlo.

-Darius?... Holaaa... solo, solo un poco- Respondió el chico medio aturdido.

-Oye, hoy tengo antojo de algo fresco, me acompañas por un helado?- Dijo el hombre aprovechando la preferencia del chico por los dulces frios.

-mmmm.... Tengo que volver a casa pronto- Respondió entre bostezo el niño.

-Será rápido, hay sabores nuevos, sabías?- Insistió Darius- No todos los días tengo ganas de helado... hace cuánto que no pruebas uno, no te gustaria ?

El chico pensó un rato y finalmente accedió, se levantó despacio sin aceptar la ayuda de Darius, pero una vez en pie este le entregó su chaqueta y se dirigieron al auto. El niño tuvo problemas con el cinturón de seguridad, dejó que lo ayudaran pero ahogó un quejido, Darius supuso que estaba más lastimado de lo imaginaba y se mordió la lengua para no hacer algún comentario al respecto, aún no era el momento, no quería alterarlo ni ponerlo nervioso.

-Antes necesito pasar a un lado, será muy breve, ¿me acompañas?- Dijo Darius luego de mensajear a Eber

-...¿Es muy lejos?- Preguntó el niño dudoso.

-Para nada, será muy breve.- dijo mirándolo de reojo, pero seguía igual de adormecido y respondió con un suave suspiro.

-ook.

Llegaron a urgencias y gracias a Eber que ya los esperaba allí, los hicieron pasar rápidamente a una salita más privada con un par de enfermeras. Darius lo convenció de que él tenía su mano lastimada y que en espera de que lo atendieran les dejara ver la herida de su oído, el chico terminó aceptando a regañadientes. Eber comenzó a hablar con él distrayendo su atención, inició como una conversación trivial y juguetona, y cuando confirmó que el chico estaba teniendo menos filtro continuó con preguntas más específicas.

Darius estaba al lado, solo los separaba una delgada cortina y escuchaba cada una de las palabras del niño.

-Cuando me porto bien mi tio me da un dulce... sabe raro y no me gusta... pero se enoja si no lo tomo- Dijo confirmando lo innegable de su estado, Darius sentía como las náuseas llegaban a su garganta, sabía que él no sería capaz de continuar esa conversación sin alertar al chico, en cambio Eber continuó con sus nervios de acero incentivando a que Caleb siguiera hablando.

-mmm... A veces me aplasta cuando duermo... cuando tomo un dulce no duele tanto... pero tampoco me gusta- Dijo después de un rato con cierta naturalidad, Eber ni se inmuto, pero fue inevitable que las enfermeras palidecieran. Caleb lo notó y al igual como una burbuja que revienta al tocar una superficie, su conciencia despertó.

Dias Calidos (The Owl House/ Hunter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora