[29]No digas mam*das mary jane

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Ruth

Perfecto, primero el hombre que amo pierde la memoria, luego tengo que irme de u vida con nuestra hija, después llega y discutimos, pero como Dios me ama, ahora está viéndome su ex con cara de querer ahorcarme.

-¿Quieres darme mi lugar, Ruth?- Cuestiona con una sonrisa, suspiro antes de ponerme de pie para darle cara, su gesto se agranda más.

-¿Que haces acá?-En respuesta suelta un bufido.

-Vine por mi hija, Daniel y yo hemos decidido darnos otra oportunidad junto a Evangeline.-Okay. ¿Esta que se fumó? Sin vergüenza me parto de risa frente suya.-¿Qué te causa gracia?

-El chiste que acabas de hacer, por favor Lizbeth, es más fácil que Chayanne venga y me pida casarme con él, a que tú y Daniel regresen.-Mi comentario la hace molestarse, me frunce el ceño antes de tomar mi brazo fuertemente.

-No es mi culpa que tu cerebro no entienda captar.-Habla de forma tensa.

-Captar tu sueño, Lizbeth. Han pasado 5 años y de la nada llegas a reclamar lo que tú dejaste ir.-Miro a Evangeline que come tranquilamente sus hot cakes.

-Yo solo espero 2 cosas, desayunar tranquila y a mi papi.-Contesta simple con la mirada fija en su plato.- Deja ya de molestar, lombriz, no eres y no serás mi mamá. 

-¿No lo entiendes? Yo soy tu mamá, tu verdadera mamá.-Intenta acercarse pero Pascal se levanta a lado de la silla de Evangeline.

-Creo que no le caes bien a Pascal,-Ríe mi pequeña, sus mejillas se encuentran embarradas de miel- yo soy feliz con Ruth, ella es muy bonita, me cuida, me quiere a mí y a Felipe, ella es mi mamá, y me gusta eso.

-Pero...

-Déjame desayunar, muero de hambre. Y sí podrías dejarnos con Ruth sería genial.-Vuelve a tomar su tenedor y un pedazo de hot cake.

Trata de darse la vuelta pero por un impulso de mi parte la tomo del brazo, me mira fastidiada.

-¿Qué quieres, un consejo de cómo vestir bien y no parecer una vagabunda?

-No gracias, solo quiero preguntarte algo, ¿De verdad fuiste a ver a Daniel? ¿Él...está bien?

-Lo está, te mentiría pero creo que ya lo sabes, él me rechazó por ti, yo fui a verle porque supe del accidente y la amnesia, así que quise intentar con él de nuevo pero me mandó a la mierda. Todo por ti, no sé que te ve él, solo eres una mujer casual y normal.-Su respuesta me hace querer soltar un suspiro pero me contengo. Jala su brazo de manera brusca para quitar mi toque de ella, sin más sacude la manga de su fino saco violeta y se va.

-Te dije que mi papi te ama, mami, solo que él debe sanar.-Comenta Evangeline, giro para avanzar a ella y abrazarla.-Yo también te amo muchísimo.

-Lo sé, nena, y yo los amo igual.

Ayer en la noche no comentó nada de Lizbeth, pero tampoco fuera algo que quisiera saber,  ciertamente. No sé sí él ha llegado a quererme como la quiso a ella, porque hay muchas diferencias entre ella y yo, no es que yo no me crea insuficiente para mí, pero para el mundo puede que se vean las diferencias, ella simplemente es como la barbie perfecta, ojos azules, cabello rubio y arreglado, estatura perfecta para cualquiera, cuerpo esbelto y curveado, sonrisa ideal, todo en ella completamente simétrico. 

Y del otro lado estoy yo. Una mujer de cabello castaño que apenas sí llega arreglarlo con un moño fácil, sonrisa normal, una cintura no tan marcada, estatura de un pitufo, ojos color café como más de la mitad de la población mundial. Ella tiene razón solo soy una mujer casual y normal entre 7 billones de personas. 

Vacante para mamá |Completa✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora