-Estamos justamente en la calle que necesita arreglo, linda.-arreglo mi casco y doblo las mangas de mi camisa.
Da un paso al frente decidida a mandarme al carajo.
-Por favor, muévase a otro lado.-sus llamativos ojos marrones se clavan en mi mirada...
-¡Oye, oye! ¿Por qué me hablas en ese tono? Pareces mi madre.
-¿Por qué dijiste todas esas cosas?
-¿Cuáles cosas?
-Lo que insinuaste de Henry y de mí. Él y yo no tenemos nada. Además, no tienes porqué apartarme un hueso como si yo fuera un perro.
-No es lo que trataba de hacer.
-¡Claro que sí! No por nada Laura escupió lo bienque se la pasa en la cama de Cavill ¡Ahh mierda!.-cubro mi cara con el cojín del sofá.-No puedo creer lo cínicaque es para gritar a los cuatro vientos cómo se folla a Henry. Es que es increíble, in-cre-í-ble. Como si a todo mundo le importara lo espectacular que se la pasan. ¿Qué acaso no sabe que vivimos a unos cuantos metros del departamento de ese sin vergüenza?
-¿Has terminado?.-Alana me ve con una sonrisa de oreja a oreja.
-Eso creo...-me doy cuenta del pequeño e insignificante arrebato que he tenido.
-¿Por qué te fastidian las palabras de Laura, cariño?
-Porque... porque no tiene... yo pienso que... la intimidad de todos es algo personal, no para compartirlo con cualquiera.
-¿Segura?
-Por supuesto.
¿Estoy segura, verdad?
-Como digas, señorita.-deja las bolsas sobre la mesa.-Bien, voy a cambiarme para ir con Louis al gimnasio.
-Detestas ejercitarte.
-Sí, pero lo que no detesto es ver al chico sudoroso y en camiseta.-guiña el ojo coquetamente.
-Apuesto que cuando menos me lo espere tendrás un crío.
-¿Te imaginas la cara que tendría ese chaval siendo una mezcla mía y de Louis?
Dos horas y sigo atascada en mi departamento. Alana se ha ido con el hombre de sus sueños, todo indica que no sólo a levantar pesas.
Me he puesto cómoda en mis pijamas directo a ver televisión un rato.
¿Henry estará en su casa? ¿La odiosa de Laura se habría marchado o se la estarán pasando bomba en su habitación? Está incertidumbre de mierda me carcome y me maldigo por estarlos pensando.
Dos golpes a mi puerta anunciaban que alguien había llegado. ¿Será quien espero?
-Creí que no esta...
¿Destino hijo de puta?
-¿Podemos hablar?
(Steve Langdon ha regresado 😳😳)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.