LOVE?

Wasted

Inspiración (Wasted- Tiësto)

Henry

-Espera, espera. ¿Cómo que vas llegando a tu departamento?

-Tal cual.-despego la llave de la perilla.

-¿Pasaste la noche con Laura?

-Así fue, Louis.

-¡Diablos! ¿Y qué significó todo ese coqueterío con Cruella?

-No sé de qué hablas, Harding.-me deshago de mi playera. Aún huele al perfume de Laura.

-La forma que bailabas con ella... ¿Te acostaste con la castaña porque no pudiste llevarte a Iveth a la cama?

-Oye, oye, ¿qué mierda dices?

-Todos escuchamos cuando te llamó "papi Cavill".

-Si supieras cuantas mujeres me han llamado de esa forma. Es un apodo bastante usado.

-¿Querías o no querías volver a follar con ella?

La pregunta de Louis provoca que cave  un hoyo de incertidumbre sobre lo acontecido con la sexy morena.
Y segundo: ¿por qué tuve sexo con Laura sin ni siquiera pensarlo?
Lo único que hice fue sucumbir a su feroz beso y calientes caricias.
¿Mi cuerpo se encontraba acalorado antes de llevarla a su departamento?

-Por supuesto que quería follar con ella, es muy guapa.-no estoy seguro de dichas palabras que resonaban a través del teléfono.

-¿Y cómo estuvo?

-Estuvo bien.

-¿Bien? ¿Es todo lo que vas a decir, idiota?.-ríe.-Discúlpame que te lo diga pero suenas como alguien que tuvo su peor experiencia sexual.

-No es eso. Es una chica muy fogosa en la intimidad, ya sabes...

-¿El pequeño Henry no funcionó? ¿Es por eso que le das tan poca emoción?

-Idiota.-sonrío.

-Dime algo, ¿entre Laura e Iveth quién se saca un 10?

-Esta conversación ha terminado por tus idioteces. Tengo que terminar de mudarme hoy. Adiós, Louis.-cuelgo la llamada.

Iveth

-¡Maldición!.-caigo sobre el suelo al rodar de la cama.

El despertador en mi mesa de noche marca las 11 de la mañana. Así es, no llegaría a tiempo al Jardín de Niños.

-¡Esto no puede estar pasándome!

Recuerdo que es la hora del receso de los alumnos y hago videollamada a Alana.

-Buenos días, bella durmiente.

-Se me pegaron las sábanas.-lavo mis dientes. Tenía que ducharme lo antes posible o este asqueroso olor a resaca no se iría jamás.

-No me digas. Todos en el antro vimos lo increíblemente ebria que te pusiste. ¿Por qué lo hiciste?

-Oh, no me des esa mirada.

-¿No aceptarás que estabas celosa?

-Yo no estaba celosa, simplemente me dio por beber.