BLAKE
—Sorpresa
Me paré rápidamente y lo mire con confusión.
—Como llegaste aquí?
—Yo también te extrañe Blake, mucho gusto verte de nuevo— hiso una reverencia en forma de burla.
Se acercó a la refrigeradora y sacó el bote de helado y una cuchara de los cajones.
—Aron Allport— agarré un cojín de los sillones y se lo tiré en la cara— Como se te ocurre irte y aparecer 2 años después IDIOTA.
—YAYA, tranquila— agarró el cojín y lo puso en su brazo— todo tiene una explicación lógica querida Blake.
—Supongo que vienes para arreglar unos asuntos y luego te largas.
—Supones mal.
— no me digas, te quedarás— dije con ironía— todavía no te perdono nada Aron.
—Amo esa actitud, pero, vengo a enmendar mis errores— me miró— y vengo a darte una salida a tus problemas.
—Te escucho— me senté a su lado y empecé a comer el helado que tenía en su regazo— pero aclaro que no quiero nada vender mi alma ni nada de eso.
—Ay mi querida Blake, pero que ser más ingenuo.
—Entonces...que piensas hacer.
—Pues, primero tengo que terminar el trabajo que me encomendaron.
—Y después...
—Seremos libre— una sonrisa se expandió en su rostro.
—Seremos suena a mucha gente Aron.
—Los dos seremos libres.
—Como estas tan seguro, cual es el precio?
—Porque supones que hay un costo? — se metió la cuchara a la boca.
—Todo cuesta en esta vida Aron.
—Deja de decir mi nombre que me hace sentir raro— puso cara de disgusto en ese rostro de niño que tenía.
Ni siquiera le di importancia a sus palabras, solo quería saber cómo salir de este mundo.
Pero entonces lo recordé.
—Aron
—Te dije que mi nombre nooo
—Que día es hoy— me bajé rápido y fui a ver el calendario.
—Es miércoles Blake, explícame que pasa, hoy tienes algo que repartir?
—NOOOO, hoy vuelve Jayden
—WOW, pero de que me perdí? — su cara era seria— Quien es ese tal Jayden? Me eres infiel o que Blake, dijimos nada de relaciones.
—Ay, no seas estúpido, es solo...un amigo.
—Claro, un amigo a quien proteges.
Me sorprendió que supiera eso.
—Como lo sabes?
—Estuvieron hablando de él
—Quien? — empecé a sentirme asustada, solo no quería que...
—Ya sabes quién— sus ojos me demostraban temor— te han visto cerca de él, lo ven como un punto débil.
—No lo es— dudé— no es mi punto débil, solo es...
—Segura? Porque no pareces muy segura. Blake, teníamos un trato, sin personas cercanas hasta que terminemos con este mundo.