CAPÍTULO 10

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■ Narrador que todo lo ve ■

10 años antes...

Los golpes de la puerta no cesaban, los gritos no paraban y los pensamientos en esa pequeña cabecita no la dejaban.

-- ¿Porqué lo hiciste?!!!- se escuchó el grito de su madre en la habitación de al lado.

-- Cierra la boca maldita mentirosa, te lo merecias tu....

La pequeña no logró escuchar las demas palabras, estaba tapándose los oídos con sus pequeñas manos.

La pequeña estaba sentada de espaldas en la puerta de su habitación mientras escuchaba los gritos y las cosas romperse al lado.

Tenía las manos en los oídos y las lágrimas caian en su pequeño rostro.
No podía comprenderlo, no entendía lo que pasaba, solo...esperaba que mamá saliera de la habitación, le diera un dulce, le dijera que todo estará bien y hacer como si nada hubiera pasado; era algo que siempre hacian.

Pero esta vez fue diferente.

Se escucho el abrir de la puerta de la habitación de al lado, la pequeña se levantó del suelo y salió a ver que pasaba.

Habian maletas, ropas tiradas y papeles en el piso.

La pequeña se paró frente a su madre y la quedó mirando.

--Mami, a donde vamos?- al escuchar esa vocecita, la madre se quedó parada un rato sin saber que decir, hasta que volteó a mirarla.

--Te quedarás con tu padre, ¿es lo que quieres, verdad? ¿Quieres a papá?

Mas lagrimas caian en su pequeño rostro.

--Yo solo quiero estar contigo mami- paso su brazo sobre su rostro para secarse la carita- quiero ir contigo.

-- No, no lo harás, te quedarás y obedecerás- se agachó para mirar mejor a su hija-  Escuchame Blake,  no me busques, no lo hagas, sé que creceras y serás fuerte,  sabras salir de esto, pero no pienses en mi pequeña, no lo hagas.

La pequeña se tiró encima de la maleta y empezó a gritar LLEVAME CONTIGO, HASLO POR FAVOR, NO ME DEJES AQUI.

La madre trató de alejarla pero la pequeña estaba aferrada al equipaje sin querer apartarse.

Se escucharon voces a lo lejos, personas se estaban acercando.

Rápidamente la madre agarró a la pequeña, sin darse cuenta que al jalarla la lastimaba, y la metió al cuarto, cerró la puerta con seguro y guardó la llave.

La pequeña gritaba desesperada tratando de salir,  no quería aceptarlo,  solo quería a mamá cerca para sentirse segura, no necesitaba mas que eso.

--Es por tu bien- dijo la madre y solo...se fue, dejando a la pequeña destrozada en el cuarto gritando con el mayor dolor que un niño puede expresar al ser roto desde lo mas profundo de su ser.

Pasaron horas y las lagrimas no dejaban de caer, en ese pequeño rostro estaban los ojos hinchados y rojos de la pequeña que no dejaba de decir: Vuelve por favor.

Su pequeño cuerpo temblaba, su cabeza le dolía y su corazón ya no se Sentía.

La pequeña se hizo una bolita en el suelo, abrazandose a si misma, porque era lo que ahora tenía,  solo se tenía a ella.

Después de muchas horas se escuchó un sonido raro de la sala, la pequeña solo se quedó alli, tirada, sin fuerzas para levantarse, sin poder hacer nada mas que respirar porque era lo único que su cuerpo hacía voluntariamente.

Se escuchó un golpe de la puerta y se abrió derrepente.

El padre miró a la pequeña tirada y ella solo levantó lo ojos para ver quien era.

--Desde ahora las cosas van a cambiar aqui niña, solo seremos tu y yo, y voy a necesitar tu ayuda- dijo con un cigarro en mano ofreciéndole a la pequeña.

La pequeña se sentó y lo miró, algo en su mirada habia cambiado, todo cambio desde ese dia en su mirada, con ojos retantes le dijo:

--Si señor-- agarró el cigarro y se lo puso en la boca.

-- Muy bien, ahora necesito que hagas unos encargos por mi.

La pequeña no entendía en ese momento que el mundo podía tornarse tan oscuro cuando dejas que esa oscurida entre en tu ser, y desde ese momento dejas de ver una luz en cada cosa que vez.

Y asi comenzó...

Así comenzó la oscuridad que había en Blake.




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