--Es un nuevo día.--Dijo el dueño del circo, sosteniendo un frasco con un líquido color morado, empezando a caminar por los al rededores.--Es un lindo día.--Habló el híbrido yendo a por algo de comer.
--Es un pésimo día.--Pronunció el rubio en su funto hechado a más no poder, totalmente aburrido ante los posibles actos que se puedan hacer.
Los tres iniciaron con humores diferentes, los cuales eran un poco complicados de unir.
Entre ellos, el hombre vestido de sol buscaba con la mirada por todo el lugar con alegre decorado. Se detenía por unos momentos al no encontrar a nadie.
El circo parecía desolado, la brisa se volvía por momentos la única compañía del hombre, quien enrrollaba su bigote entre sus dedos como una forma de demostrar pensamientos.
El híbrido daba pasos entre la suave arena brillante, que brillaba más que nada por los fuertes rayos del sol.
Éste también notó la falta de presencia en el lugar, contemplando con cada vez menos seguridad y más lentitud sus pasos.
Empezó a hacer que sus manos jugasen entre ellas luego de reiniciar la caminata, le prestaba atención al ruido silencioso que solo era interrumpido por sus pasos.
Se volteó bruscamente al presentir una mirada encima de él, la cual no terminaba siendo más que imaginación.
Caminaba de espaldas y volvía a como era normal, repitiéndo los mismos sucesos una y otra vez.
Lo repetía tanto, que juraría haber pasado de largo la cocina.
"¿Dónde estaban todos?" Eran las preguntas a las que recurrían frecuentemente ellos dos.
--Oye Popee, ¿Quieres jugar a las cartas?--Preguntó una elefante, mezclándo el mazo con habilidad entee sus manos.
--No, tengo sueño.--El rubio se tapó la cabeza con una almohada, cuya intención era sordearse a sí mismo.
--Bueno, Frog ya se comió las cartas.--Ella observaba al mencionado con molestia, especteándolo saltar dentro de la tienda del rubio.
--Cálmalo ¿Quieres? Acabo de ordenar ayer.--Pronunció con una entonación somnolienta, frunciendo el ceño, y apretando la almohada.
--¿A qué hora te dormiste?--Preguntó la dama con interés, adentrándose en la tienda del menor.
--No lo sé, creo que a las dos de la mañana.--Pronunció cambiando de a poco la entonación en sus palabras un poco más agresivo.
--Popee, ya sabes que a tu padre no le gusta que duermas tan tarde.--Continuó señalando con un dedo hacia arriba, como signo de regaño.
--¿A quién le importa a qué hora me duermo?--El rubio estaba dejando el sueño detrás, como un signo de inició el día.
La elefanta se tomó su tiempo para meditar su paciencia, con el objetivo de soportar su mal genio.
Antes de que pudiera responder a la pregunta, la rana saltó brúscamente sobre el estómago rubio, del cual soltó un sonoro jadeo que lo obligó a dejar ir casi todo el aire.
--¡Ah! ¡Solo aléjalo de mí!--Se quejó el oji-celeste lanzando la almohada a la rana, sin conseguir darle directamente gracias a los saltos descontrolados que ésta empezó a hacer.
El de traje a rayas sacó una de sus artísticas bombas de quién sabe dónde la sacó, encendiéndola pasando rápidamente sus dedos, sin esfuerzo gracias a la experiencia que ya tenía encendiéndolas.
Las cosas caer en masa desde dentro de la tienda se oían estruendosamente al estar cerca, siendo la rana tratando de ser capturada por la elefante, y tratando de ser aniquilada por el menor.
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30 días de OTP - Popee x Kedamono.
Fanfiction30 días de OTP, sean bienvenidos y aquí será; Popee= El pasivo. Kedamono= El activo. No apoyo la pedøfilia, la zoofilia, etc. Lo aclaro antes de empezar. Arriba el sexo :p