11-[Mientras lo masturba]

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Un híbrido llevaba una bandeja entre manos temblorosas. No bajó la guardia en ningún momento, y como si fuera un perdido perro callejero, vagó lentamente entre la arena.

Le dio una mirada rápida a la tienda que tenía en frente, y agarrando valor, trató de dar el primer paso adelante. La reacción de su máscara representó unas dramáticas gotas en sus ojos al tener ante sus ojos al mismo jefe salir de esa misma tie da a la que se dirigía, quemado a tal grado de tropiezos entre los atontados tambaleos.

La arena mantenía pegada sus pies a ella, evitando poder dar un paso ya sea para adelante, y ayudar, o para atrás, y correr en dirección contraria hacia una posible enfrentación ante el rubio.

El de bigote castaño se giró espeluznantemente, y describido como "con el muerto hasta arriba" palmeó por sobre el hombro del azulado.

--Suerte con eso.--Habló el hombre observando la bandeja, y re-dirigiéndose a algún otro lugar.

El otro ya casi estaba por retroceder, sin embargo, todo esto ya tenía la explicación incluída.

Tembló ante la idea de que el rubio se despertó de mal humor. Ya había pensado en hacerle el desayuno y llevárselo en bandeja antes de que éste despertase, pero al parecer había llegado muy tarde.. O al menos lo suficiente como para que éste le tirara una bomba a su padre.

--Popee..--Tartamudeó asomando su cabeza por de la tienda, sintiendo el roce de una navaja pasar de largo, pero realizando un corte limpio en una esquina de la máscara.

--¿Qué?--Preguntó amenazante, sobresaliendo entre la falta de luz, sus reesplandecientes ojos celestes, que comparados con el lago más limpio, seguramente empataban.

Estaba recostado por debajo de las sábanas, las cuales lo tapaban hasta el cuello sin rastro alguno, pero su desaliñado cabello y sus ojeras embolsadas de un color más oscuro describían la noche recién experimentada.

--Te traje el desayuno.. Supuse que dolería un poco por lo de anoche entonces... Lo hice para tí.--Respondió nervioso, bajo la intimidante mirada del menor, que hacía sin dudas temblar la bandeja.

Éste se posicionó de lado con cuidado de no ponerse en una posición tan dolorosa.
Estiró sus manos, rozando sus dedos con los del contrario y el frío metal de la bandeja, sobre-saltando al de máscara.

Tomó los palillos con delicadeza, sujetando entre estos unos gramos de arroz y comiendo con disfrute. Un enojado disfrute.

Kedamono esbozó una sonrisa cálida bajo la máscara, y mientras miraba al menor comer, se adentró a preguntar después del pasar de los segundos.

--Creí que al día siguiente no dolería.--Pronunció en un susurro evitativo, empezando un nuevo tema.

Bajo la interrogante y confusa mirada que recibió, entorpeció sus pensamientos en busca de explicar mejor su comentario.

--Quiero decir, siempre que sucede algo, todo vuelve a la normalidad al día siguiente a pesar de que el anterior sea un caos total.--Completó con inquietud, rascando su mejilla con el dedo índice por inercia.

--Si, yo también lo creí, pero digamos que solo pasa cuando duermes toda la noche.--Se apresuró a decir el rubio, ocasionando que el mayor cambiase su torpe sonrisa a una forzada y avergonzada.--Mañana tal vez vuelva. --Completó empezando a comer nuevamente, con la misma elegancia de hace ya un rato.

--Si.. Mañana.--Frunció los labios con su tinte rojo cubrir sus mejillas, sujetando una de sus máscaras caídas al cambiar de emoción.

Evitando la notoriedad, mantuvo la máscara caída pegada a la que mostraba su sonrojo, deseando que algo ocurriese para poder cambiar más facilmente de expresión.

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2023 ⏰

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30 días de OTP - Popee x Kedamono.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora