"DESTINO O CONSECUENCIA"|| Edward Cullen y Jacob Black

CAPITULO 5

"~Carcel para adolescentes~"

Las preparatoria de Forks se encontraba como la describía en el ultimo correo que le envió Isabella, coches con estudiantes esperando la campana o solo compartiendo saliva, otros tantos iban directo a los salón haciendo lo mismo que los anteriores pero estos sin frío.

El pequeño escarabajo aparco en el estacionamiento ganándose la mirada de todos a su paso, "era de esperarse, es un clásico" pensó con orgullo la joven, sin saber que sería la comidilla de todos este nuevo ciclo escolar. Como decían, "pueblo chico, infierno grande".

Un hombre rubio y delgado se acercó al auto de Selene mientras está bajaba.

—¡Muy buenos días!— saludó con estudiamos mientras se acercaba más a la chica. —Soy el encargado de mostrarte la escuela y del periódico escolar, me llamo Gael y se bienvenida.— dijo todo con rapidez que hizo no entendiera nada Selene.

—Buenos días— saludó con cordialidad y una sonrisa —, yo soy Selene y como veras soy la nueva— dio una risotada.

"Amable y hermosa" pensó el joven mientras salía de su ensoñación.

—Un gusto Selene— asintió —, ya que falta unos minutos para que sea la hora de entrada, ¿por qué no vamos a que te entreguen tu horario?— preguntó y recibió un asentimiento para proceder a caminar hacia la oficina de la secretaria.

El camino fue silencioso, pero agradable, ambos sabían que no intercambiarían palabras hasta la hora del almuerzo.

—Aquí es— señaló la puerta con el pequeño cartel con la función de la oficina.

—Muchas gracias, nos vemos en el almuerzo.— agradeció y con un movimiento de mano se despidió cordialmente para entrar en el pequeño cubículo.

Selene vio a la secretaria tecleando con frenesí en el ordenador, silenciosamente se acercó al escritorio y habló.

—Buen día, señora— saludó y la secretaria dejó su labor para ver a la joven. —Vengo por mi horario de clases, soy Selene Swan.—

—¡oh, sí!, eres la prima de Isabella.— dijo con entusiasmo cosa que a lo joven no le gustó. —Eres igual de bella que ella, espero y seas igual de inteligente. —

Aunque la secretaria no lo haya hecho con intensión a Selene no le agradó eso, la comparación, siempre lo hacían. No tenía nada en contra de su prima, pero escuchar a su alrededor como las sobajaban a una competencia estúpida la castraba. "Isabella va al ballet, ¿Cuándo llevaras a Selene, Marie?; sabias qué Isabella puede tocar piano y Selene sólo sabe hacer dibujitos; Isabella es bella y madura, y Selene bueno... tiene salud ;Isabella...., Bella...,Isabella. Bella esto, Bella lo otro."

La comparación la hacía sentir presionada y con firmeza corrigió a la secretaria.

—Preferiría que me diga por mi nombre— dijo sonriendo —No quiero que todos sepan quien soy, por favor.— suplicó con sus manos y le dio otra buena sonrisa.

—Esta bien, mi niña— aceptó la mujer de edad mientras presionaba una tecla y la impresora empezaba a trabajar, teniendo en segundos listos el horario de la joven. —Aquí tienes, Selene. Tu primera clase es biología con el señor Molina y tu casillero es el número 100.—entregó el papel y la llave con delicadeza en las manos de la joven que asentía ante la indicación.

—Me voy, muchas gracias.— se despidió y dio media vuelta para ir a buscar su casillero y dejar todas sus cosas pesadas.

—Hasta luego— dijo la secretaria mientras la chica salía casi corriendo.