"DESTINO O CONSECUENCIA"|| Edward Cullen y Jacob Black

CAPÍTULO 9

"~Cena familiar~"

Pov.Selene

Las cenas familiares eran un desastre , y yo más. Desde que le hablé a Julia todo fue un de mal en peor mi cuarto parecía un chiquero , cómo decía mi madre.

Si bien se podrían contar alrededor de 15 combinaciones que tenía solo para un vestido café sobre mi cama, con medias,  sin ellas, con zapatos de tacón,  con tenis , con suéter , con gabardina, con un  collar; todo era un desastre.

Tres toques  se escucharon en la puerta y rápidamente me puse el vestido y grité un "Pase" a mi tío.

—Permiso, voy a pasar.— dijo mi tío girando el picaporte y entrando con la cabeza agachada.

—No hay necesidad de eso, estoy vestida— reí un poco y despegue la mirada de mi cama y pude ver a un hombre con un pantalón de vestir y camisa a botones con unos elegantes zapatos encerados. —¿Quien es este hombre y qué han hecho con mi tío de jeans y camisas de algodón?— dije divertida y dramáticamente barriendolo con la mirada.

—Tengo que estar acorde a la cena.— solo atinó a decir con timidez y se acercó a mi rodeando mis hombros y viendo la cama, —Creo que aquí tenemos un problema—

No me diga  pensé con ironía y solo bufe sin gracia.

—No sé que ponerme con este clima, no puedo ponerme nada bonito , y también saber que iremos a cenar con una familia adinerada.— solte con fastidio y mi tío sobo ligeramente mi hombro.

—La ropa no te hace bonita, tú la haces a ella.—  dijo al aire, —Ponte algo que te guste y te mantenga cómoda, no importa que dirán ellos. Los Cullen son personas muy amables y nunca te dirían algo malo.— afirmo y me soltó del hombro despidiéndose silenciosamente.

Pasó alrededor de una hora y yo estaba lista por completo, tomé el gran abrigo de mi cama y un pequeño bolso con lo escencial.

Al bajar encontré a mi tío viendo el partido de fútbol americano de unas universidades , él estaba arreglado desde hace tiempo y estaba en aquel sillón esperándome.

—Te ves bien.— dijo con una sonrisa, —¿Lista? — preguntó y yo solo asentí tomando las llaves de mi bebé.

Habíamos acordado ir en él ya que mi tío no tenía otro carro que no fuera el coche patrulla y andar por el pueblo con él solo levantaría sospechas.

El camino para llevar a la casa de los Cullen atravesaba todo el bosque, los árboles adornaban el sendero y a lo lejos se podía ver una hermosa mansión de cristal. Era la casa más bella y enorme que en mi corta vida había visto, esta se conformaba de por lo menos 4 pisos y todos y cada uno tenía ventanales enormes. Simplemente sublime.

Y no se diga de los ostentosos autos fuera de la casa, un descapotable rojo que sin duda era de alguien que le agradaba la velocidad; un jeep color beige para los amantes de la naturaleza ; y por último un Mercedes negro siento este el más elegante de todos, y junto a este estacione mi escarabajo apagando el motor por completo.

—¿Todo bien?—le pregunté a mi tío que seguía sin quitarse el cinturón de seguridad.—Lo veo nervioso, si quiere puedo ir y avisar que faltaremos.—le sugerí viéndole soltar un suspiro de resignación.