"DESTINO O CONSECUENCIA"|| Edward Cullen y Jacob Black

CAPÍTULO 14

"Visita inesperada"

POV. Selene

La escuela había terminado como siempre con el sonar del timbre a la hora en punto marcando el fin de otro día escolar. Tome mi mochila con pesadez y camine a paso lento dejando que mis compañeros efervescentes de energía se retiraran del aula, mire hacia atrás antes de cerrar la puerta para asegurarme que el profesor siguiera recogiendo su escritorio y así era.

La energía había abandonado mi cuerpo después de ese almuerzo con mis amigos, y como si del diablo se hablará aparecieron por la puertas de sus clases. No tenía ganas de interactuar con ellos , no es como si fuera de esas amigas que hacen menos a sus compañeros, pero de verdad no había cosa más estresante que lidiar con 3 personas cuando sentía que el cuerpo te pesaba como plomo.

Me escabullí en el centro de todo el gentío subiendo la capucha de mi impermeable encorvándome para pasar desapercibida , las personas a mi alrededor empezaban a caminar con premura hacia el estacionamiento.

Saque mi celular de mi bolsillo trasero y lo desplegué tecleando un mensaje para Julia pidiendo disculpas por no irnos juntos a nuestros autos ya que tenía prisa de llegar con Charlie a casa.

Una excusa más de la que me arrepentiré más tarde.

Seguía en la ola de estudiantes cuando pude sentir el frío del exterior subiendo la mirada , todos se veían contentos por el inicio del fin de semana y las próximas vacaciones de invierno; en lo que observaba a mi alrededor pude ver como mis amigos se reunían y la única mujer en el grupo les informaba mi desaparición.

Con la seguridad de que mi recado había sido entregado entre en mi escarabajo encendiendo la calefacción a tope y arrancando con camino a casa.

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Aparque en mi lugar habitual sin ver rastro del carro patrulla de mi tío Charlie, hasta hora debía de haber llegado a casa. Probablemente había ido con Sue a la Reservación a cenar con ella cómo lo había a menudo.

Hoy el clima era de lo más cálido, algo raro para la temporada y cómo un relámpago la idea de dormir hasta que mi tío llegara no me desagrado.

Subí corriendo hasta mi habitación y me deshice de mis Converse y lance mi pesada chamarra y estorbosa mochila tirándolas a una esquina sin tino y sin cuidado.

Me adentré en mis sabanas enrollándome tal oruga dejando solo un pequeño agujero para respirar sin olvidar la vitalidad del oxígeno al dormir. Un ataque de felicidad atacó mi cuerpo y mis músculos tensos pudieron relajarse soltando un suspiro de satisfacción cerrando los ojos cayendo dormida como en días no lo había hecho.

No sé en qué momento el frío comenzó a calar mis huesos y el castañeo de mis dientes empezó a ser audible, el viento correr por las copas de los árboles ya no era relajante como cuando la idea de dejar la ventana abierta vino a mi mente.

El miedo se sentía en el latir de mi corazón, ahora esté se escuchaba como susurros de algo o alguien entre las penumbras, mi piel como el de una gallina podía dar fe al terror que sentía al presenciar la energía de aquello.

Envuelta en mis sabanas y con los pies pegados a mis glúteos empecé a sollozar, aquello que ya hacía en la mecedora junto a la ventana se percató de esto y se movió haciendo rechinar la madera bajo sí. Las lágrimas saladas corrieron por mi rostro y cuando menos lo pensé la frialdad de la habitación me noqueo cayendo exhausta.

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El golpear de la ventana contra el marco me despertó y era probable que me despertara ya que mis sábanas no eran suficientes para la noche ventosa de Forks. Destape mi rostro y me fije en el pequeño reloj digital que adornaba mi mesa de noche , eran las 5 a.m. , marcando así la llega de un nuevo día.