"DESTINO O CONSECUENCIA"|| Edward Cullen y Jacob Black

CAPITULO 4

"~Nueva vida~"

Un nuevo día empezó y Selene ya se estaba preparando para su primer día de escuela.

La ducha fue abierta llenando el pequeño baño completamente de vapor y después de un tiempo salió de ella. Selene se puso enfrente del lavabo y con su mano retiro la humedad del espejo dejándose ver con una pequeña sonrisa de satisfacción.

-Nueva escuela, nuevos amigos, nuevo comienzo-se dijo a sí misma mientras se terminaba de preparar para su gran día de escuela.

Los minutos pasaron y la joven ya estaba vestida con un buen abrigo y botas, el gruñido de su estómago la sacó de su ensoñación y bajó la escalera corriendo con mochila en mano.

-¡Buenos días, tío! - saludo a él tío Charlie quien estaba sentado tomando cafe y leyendo el periódico. Selene siguió y fue a tomar una taza para café.

-Buenos días, LeLe- dijo sin mirarla, no quería que lo viera a sus cansados ojos, estos días se sentía muy preocupado por su hija. Isabella no lo había llamado desde hace más de una semana ya que tenía una enfermedad del trópico.

Selene lo vio y fue a abrazarlo, Charlie lo agradeció y correspondió el abrazo de la joven. La Paz que le transmitía la joven le daba seguridad y tranquilidad para seguir con su día.

-No te preocupes, tío.Ella está bien. - dijo en un susurro comprensivo-Cuando llegue yo le acompañaré a verle, ¿le parece? -

El abrazo terminó y Charlie solo pudo ver a Selene irse a preparar el desayuno.

-Muchas gracias, Selene.- agradeció - Iremos a la casa de los Cullen el próximo fin de semana para hablar con Carlisle - sentenció para doblar su periódico.

Selene puso el plato de huevo revuelto, ensalada y pan tostado en frente del hombre y de ella para empezar a engullir los alimentos.

-Gracias, hija- dijo para después empezar a comer. - Una cosa -aviso dejando los cubiertos en el plato- tu auto esta afuera esperándote. -

Selene dejó de comer abruptamente para correr a tropiezos afuera de la casa, y ahí estaba su bebé, un VW escarabajo negro. A su madre le encantaba decirle " el bocho negro" y siempre le causaba gracia a su familia.

-¡Mi bebé, te extrañe mucho mucho!- dijo entusiasmada mientras abría la puerta del auto con rapidez y se subía en él. - Que ganas de dar una vuelta por el pueblo contigo, pero lamentablemente debo de ir a la prisión para adolescentes. - continuó con su monólogo con un pequeño gesto dramático que su tío veía con diversión.

-No creo que puedas hacer todo eso sin las llaves y sin tu mochila, ¿verdad? - dijo Charlie entregándole la mochila y las llaves que traía en las manos.

-No, tío. Muchas gracias. - dijo tomando las llaves y aventando la mochila al asiento del copiloto. - Más tarde regresó, lo esperare con la comida hecha- se despidió encendiendo el auto y dando reversa en su auto mientras se perdia en el camino.

Charlie la vio partir y después el se subió al coche patrulla para tener un largo día de trabajo.

Mientras tanto en la casa del clan Cullen estaba una feliz Alice quien daba de comer a Isabella, pero una visión la detuvo haciendo soltar el plato alertando a todos.

-¿Estás bien, Alice? - preguntó preocupada Bella desde el sofa, se veía demacrada casi se podría decir que era un zombie, pero eso no le quitaba lo bella.

-Sí, claro.- volteo a verla y le sonrió. - Solo fue una visión algo grata. - dijo con voz cantaría levantándose con rapidez para rejuntar todo los pedazos de porcelana.

Edward sintió opresión, otra vez esa joven que rondaba en las visiones de Alice. Se sentía amenazado y a su familia. Sin más se acercó a Isabella y tocó el vientre de esta, su niña le hablaba cada vez que ponía su mano en ella.

-¿Cómo está mi pequeña?-preguntó mientras sonreía y veía a Bella a sus ojos castaños.

"Muy bien padre, tu voz es bonita y la de mamá es dulce"dijo la pequeña en la cabeza de Edward.

-¿Qué dijo, Edward?- preguntó Bella mientras se apoyaba más en el sillón, estos días se había sentido más y más cansada tanto que pensaba que no despertaría de su siesta.

-Que nuestra voz es bella-sonrió hacia su esposa-, sigo pensando en lo asombroso que es leer sus pensamientos.-

Edward elevó la mirada y se encontró los ojos color chocolate de su esposa, si todavía tuviera corazón este se aceleraría por su mujer; pero el recuerdo de la joven de la visión golpeó su estabilidad y por un momento dudo si esto era lo correcto.

La platica entre la pequeña y sus padres continuó por un largo tiempo, hasta que, el cansancio inundó otra vez a la joven madre y se quedó dormía en el sillón. La sala de esa enorme casa era prácticamente la habitación de los recién casados, estaban en medio de todo y de todos.

Alice siendo abrazada por los hombros por Jasper veía todo con amor y pena, todo lo que habían construido la joven pareja se vería afectado por una joven de acento Newyorkino.

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