Hola a todos! Acá un nuevo capitulo. Considerando que la historia es un drama en todo el sentido de la palabra, pregunté a las personas que me pidieron esto si podía cambiar un poco la trama y estuvieron de acuerdo para que no todo fuera tan demasiado triste. Así que habrá pequeños tintes de humor que también es mi especialidad.
Aclaración: Acá Aegon no es un pedofilo violador como en la serie y el libro, porque necesito al personaje para la parte de humor y honestamente lo detesto en la serie y el libro, pero acá quiero escribirlo un poco diferente solo porque si jaja.
Sin más los dejo invitados a leer esta historia que mi favorita no es pero por alguna razón me dicen que los dramas se me dan muy bien.
Se dice que el dolor más grande que puede sufrir una persona es perder a un ser querido. Otros dicen que el dolor más grande siempre está asociado a lo físico, una fractura, un parto, incluso una herida abierta en las entrañas por causa de una mala pelea.
Sin embargo, la princesa consorte, Rhaenyra Targaryen, conocía el dolor mejor que nadie. Y podía decir a ciencia cierta que todos estaban equivocados.
Porque el verdadero dolor de una persona es la soledad.
No la soledad autoimpuesta, o la soledad que llega incluso con la vejez, sino la soledad de saber que gran parte de los que amas están cerca, pero ya no formas parte de sus vidas.
Ella no esperaba algo diferente, después de todo.
Los había traicionado, a todos y a cada uno de ellos.
Algunas veces odiaba a Alicent por haber llegado ese día, ofreciéndole su absoluta lealtad, ofreciéndole su amor y ofreciéndole más que una amistad, algunas veces la odiaba por haber visto la esperanza en sus ojos, la libertad y la felicidad que ella sintió cuando llegó a su lado.
Sin embargo, inmediatamente después de maldecir su nombre, ella rogaba que los dioses la perdonaran, no podía odiar a su amiga, no podía odiarla por su propio error, por haber dejado que las cosas se confundieran, por haber cedido ante la tristeza y la euforia del momento.
No había sido culpa de Alicent, era ella quién había cometido el error, Alicent era libre de hacer lo que quisiera en ese minuto. Sin embargo ella había vivido y Alicent había muerto de una forma horrible. Ella la había visto morir, y odió ver el terror en sus ojos cuando murió.
¿Realmente Alicent había matado al rey como dijo Daemon? ¿O solo eran especulaciones de su esposo tomadas en un momento de ira?
Ella solo sabía que no había sido culpa de Alicent.
Otras veces, cuando la ira asolaba su corazón, culpaba a la princesa Rhaenys, por haber llevado a Alicent hacia allá, pero nuevamente se arrepentía de culparla. No era culpa de Rhaenys conocerla bien. Para Rhaenys, ella siempre sería una prostituta, no importaba cuantos amantes hubiera tenido Laenor durante su matrimonio, Rhaenys siempre la consideraría una prostituta por haber tenido hijos bastardos y luego por haber cedido ante la tentación con Alicent.
Rhaenys no tenía la culpa, ella la culpaba de la muerte de Laenor, ni siquiera culpaba a Daemon, Rhaenys la culpaba a ella, para Rhaenys, Daemon era un martillo, y todos los demás eran clavos, ella no lo culpaba a él, porque creía que la idea de matar a Laenor no había nacido de él sino de ella. Y de cierta manera, no estaba equivocada, solo que Laenor, no estaba muerto.
Rhaenyra sabía que Rhaenys cobraría venganza, pero nunca pensó que lo haría de esa manera y en un momento como ese. La había subestimado, y había subestimado lo mucho que Rhaenys la conocía a ella y a Alicent. Era una mujer inteligente, no podía culparla por ser inteligente.
ESTÁS LEYENDO
Una historia de traición
Romance¿Qué habría pasado si la princesa heredera confundida y angustiada por la muerte de su padre se confundiera y cometiera un error? ¿Qué habría pasado si su esposo no aceptaba su decisión de aceptar a Aegon como rey y tomaba el trono con fuego y sang...