Una historia de traición

Capítulo XII

Hola a todos! Acá un capítulo bastante fuerte en sentido de contenido para adultos, y no es una idea original para esté capítulo jaja.

Hice una adaptación de uno de mis libros originales, y lo adapté al Daemyra.

Advertencias: Contenido +21, Comportamiento posesivo, Sexo público, lenguaje vulgar, y todo lo que pueda venir de eso.

Sin más que decir, los dejo para que lean y recuerden comentar.

PD: Estoy trabajando esta semana por eso no actualizo tan seguido, así que, por favor, no me exijan tanto jaja y los que preguntan en cada historia cuando actualizo tal historia, la respuesta siempre será no sé, cuando tenga que llegar llegará otro capítulo jaja. No tengo un calendario para actualizar, algún día lo tendré jeje pero por ahora trabajo cuando llega la inspiración jeje.

PD2: Me han preguntado por qué Rhaenyra es la ''princesa consorte'', lo expliqué en algunos capítulos atrás en la misma historia, y es porque no quisieron simplemente darle el título de reina. Cosa que si cambiará a futuro. 

Aemond solo una vez se había dejado arrastrar a las ocurrencias de su hermano Aegon, y había sido cuando lo había acompañado a la calle de la seda. No era una experiencia que volviera a repetir y se había prometido que nunca más se dejaría convencer por él de hacer alguna estupidez.

Fue por ese motivo, que cuando se encontró a si mismo custodiando que la guardia real no los encontrara, se sorprendió bastante de lo mucho que su vida había cambiado. 

Era cierto que en el gobierno de su tío el reino estaba en paz, pocos se atrevían a desafiarlo, a excepción de la triarquía que comenzaba a resurgir. Todos los jinetes de dragón acordados partirían en unos días hacia la batalla, y ellos deberían haber esperado ese día sin mayores complicaciones, pero no había sido así.

Aegon, había tenido una idea razonable. De no ser porque la idea era razonable, él mismo no lo habría apoyado. Sentía que deberían haberlo hablado con el rey primero, pero Aegon le recordó lo que su hermana le dijo.

''Elegir bien nuestras batallas, y no tentar a la suerte en un día''

Teóricamente no había nada malo con eso, de no ser porque Aegon había dicho que no podían tentar a la suerte, si en realidad nunca eran descubiertos.

- Todo estará bien- dijo Helaena tomando la mano de Aemond que asintió. 

- Qué tú seas parte de este plan, es lo que no me agrada- dijo Aemond que prefería meterse en problemas solo o con Aegon, a involucrar a su amada Helaena.

- Estoy feliz de ayudar- dijo ella y Aegon la miró con una sonrisa. 

- Ya te lo dije hermano- dijo Aegon explicando nuevamente su idea razonable- Rhaenyra no puede ir a la batalla sin haber volado en Syrax antes- dijo Aegon y Helaena asintió.

- Insisto en que deberíamos hablarlo con el rey primero, tal vez nos autorice- dijo Aemond y tanto Aegon como Helaena lo miraron nerviosos- O tal vez no pero no podemos saberlo- dijo Aemond y Aegon simplemente lo ignoró para trepar por la ventana de Rhaenyra.

Tocó la ventana de su hermana que estaba peinando sus cabellos en su tocador. 

- Aegon- susurró Rhaenyra corriendo hacia la ventana- Aegon ¿Qué haces acá? ¿No dijimos que no tentaríamos a la suerte?

- Ir a la batalla sin montar antes en Syrax para mi es tentar a la suerte- dijo Aegon y Rhaenyra lo miró confundida- Vamos hermana, solo una vez, todo saldrá bien, tenemos el plan perfecto- dijo Aegon y Rhaenyra se asomó por la ventana para observar cómo Helaena la saludaba.