Hola a todos he vuelto, este capítulo me estaba costando más trabajo de lo normal, pero aquí espero que sea de su agrado. Agradecimiento especial a Gaiya por ayudarme con esto, sin ella estaría perdida.
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La pelea se había alargado más de lo que tenían planeado, Sesshomaru y Kagome peleaban en total sincronía contra Onigumo que no daba tregua, mientras que del otro extremo un enorme perro y un dragón peleaban a muerte, al final solo uno de ellos viviría.
Un fuerte gruñido salió de las fauces del dragón cuando recibió una enérgica mordida en una de sus patas cercenándosela sin culpa alguna. Los gruñidos entre ambos seres eran demasiado estruendosos, ninguno parecía querer dar tregua, pero ahora la batalla comenzaba a inclinarse a favor del gran perro plateado; el dragón que tanto presumía ser invencible debido a sus escamas acababa de perder una de sus preciadas patas y sin ayuda alguna de un arma filosa, solo con los poderosos dientes del inu había bastado.
Una de las cosas características de los Taisho era el veneno en su saliva mientras estaban en su forma animal, así que el dragón tenía dos opciones; una, quitarse la vida él, la otra, rogar porque lo matara. De igual forma el veneno ya estaba en su sangre al recibir la primera mordida y como nunca habían parado de luchar él había acelerado el proceso de envenenamiento, su muerte era cada vez más inevitable.
Mientras que en el otro lado Sesshomaru tampoco se lo estaba dejando fácil a Onigumo, pues nunca se había imaginado que el poder demoniaco con el sagrado pudiera combinarse, esto le hizo temblar.
Sesshomaru había descubierto algo en él que no sabía: disfrutaba de las batallas y del derramamiento de sangre. Después de todo ahora podía decir que le hacía justicia al significado de su nombre.
Kagome era una guerrera en toda la palabra, no se dejaba distraer por el enemigo, y de igual manera que él ella era demasiado sanguinaria para ser humana, amaba la justicia y solo castigaba con la muerte a quien era merecedor, pero con Onigumo era otra cosa, él había despertado la fiera que ella llevaba dentro y solo se calmaría cuando lo viera muerto.
La guerra estaba avanzando de manera rápida, Inuyasha había llegado al lado de Sesshomaru y Kagome listo para ser su soporte, Onigumo estaba cada vez más acorralados por el enemigo, una flecha le rozó su mejilla quemándole a su paso, en ese momento intentó huir, pero los inuyōkai le tenían rodeados.
— ¿Te vas tan rápido? - preguntó Inuyasha con una sonrisa — eres un cobarde, bastardo.
— ¡Te dije que no te saldrías con la tuya Onigumo! -gritó la azabache.
— Ustedes son los que cayeron en mi trampa. -respondió con una risa maquiavelica.
Un fuerte gruñido resonó en el lugar, lord Yuki había llegado y estaba furioso.
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Mi Vida es Tuya
Fanfic- "Aquí yace la sacerdotisa de Shikon, nuestra heroína" -leyó en voz alta. Se aproximó al templo donde se podía ver una enorme caja de piedra dentro, completamente sola en la penumbra. Observando bien su rededor en la madera de lo que parecía ser un...