Sentimientos

814 98 13
                                    

He vuelto bbys!

V

Taisho era demasiado cuidadoso se habían topado con varios grupos de demonios que querían comerse a la sacerdotisa para ser "inmunes" a los sagrados. Pero no habían sido ninguna molestia para el platinado ya que acabo de manera rápida. Kagome se maravillaba con la manera tan limpia de pelea del joven, para venir del futuro donde le aseguró que no había luchas a comparación de esta época, en la que cualquier cosa termina en discusión y posteriormente sangre y armas. No lograba explicarse como lo había aprendido de esta manera.

Comenzaba a creer que el joven se estaba luciendo frente a ella todas las mañanas cuando estrenaba con el único propósito de atraerla. Con solo pensarlo su corazón se estremecía y no sabía por qué.

Por otro lado, Sesshomaru estaba más que feliz, intentaba no demostrarlo mucho, pero comenzaba a agradarle estar con la chica, y sobre todo adoraba esa época, sentía que pertenecía ahí y definitivamente no extrañaba su tiempo que estaba lleno de cosas insoportables.

Pasaban los días y sin quererlo se habían unido los dos eran excelentes compañeros de pelea, en su camino a su nueva misión rescataron a bastantes pueblos que estaban bajo el control de Onigumo matando a sus subordinados para evitar que corrieran la voz, Sesshomaru hasta ahora no era conocido por el verdadero Onigumo así que era un punto a su favor y claramente no lo desaprovecharían. Para Kagome el joven platinado resultaba ser toda una caja de sorpresas puesto que para venir del futuro era un perfecto estratega. Se atrevería a decir que el chico estaba hecho para esta época, se adaptaba bastante fácil a este tiempo. Sin duda agradecía a los Kamis por darle la oportunidad de conocerlo.

Su misión había resultado un éxito. La hija del terrateniente que fue secuestrada resulto más fácil de localizar de lo que habían pensado. Unos demonios de muy bajo nivel que querían el liderazgo del pequeño pueblo a cambio de la libertad de la pequeña, los malvados lucharon sin embargo de nada les sirvió ellos habían sido superiores en todo momento, ambos estaban felices con su resultado rescatar a una pequeña de manera tan rápida y en menos de dos días estar caminando de regreso a casa con el sabor de otra victoria más en la boca.

Nuevamente Sesshomaru llevaba en sus brazos mientras volaban a la mujer, quería llegar a casa, en tan pocos días el oeste ya lo consideraba un hogar, su casa. El lugar del que nunca quiere decir adiós.

Horas más tarde ambos aterrizaron dentro de los grandes jardines del palacio siendo recibidos por la pequeña Inukimi de manera alegre. El joven Taisho disfrutaba ver a su madre de esta manera, jamás imaginó que una niña tan linda terminaría siendo una persona tan fría ¿Qué habrá causado tal cambio? Se preguntó al instante. Se contestó que a su regreso le preguntaría personalmente, esperando que contestara a sus numerosas preguntas.

─ ¡Chicos bienvenidos! –salió a recibirlos el abuelo a ambos con un gran entusiasmo.

─ Lord Yûki, debería ver a Sesshomaru luchando tiene el ataque más silencioso que jamás había visto ¡Es asombroso! –los ojos azules de ella brillaron con emoción y claramente admiración.

Mi Vida es TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora