Cuánto por este de ojos dorados, decía la mujer al comerciante que le llevaba la mercancía en unos camiones llenos de niños, mujeres, donceles y hombres de todas las edades, 5 mil contesto el comerciante, vaya está muy caro dijo la mujer dueña del local donde el comerciante llegó a mostrar lo que había conseguido en esta última redada en las montañas de Gusu.
Si está caro contesto el hombre pero es virgen, por ambos flancos lo salve de unos bandidos que los robaron de su casa, se ve que son niños ricos, mira su piel, su ropa aunque en harapos se ve que es de buena calidad, pues si pero tendría que venderlo en 20 mil para sacarle provecho, creo que no lo quiero, ese otro que está detrás de ese es más joven no es cierto, pregunto la mujer, si esas joven no se por cuánto pero si, ambos son donceles, afirmo el hombre.
Bueno como no quieres hacer negocios me voy, iré a otras casas a enseñar lo que traigo, si no logro acomodarlos, pues los vendere como ganado para las siembra de arroz, respondió el hombre, dejamelos más baratos y te compro cuatro, que dices comento la mujer con la intensión de ganar unos cuantos esclavos sexuales más para su prostíbulo.
No puedo, conseguirlos fue difícil, he gastado mucho en sacarlos de Gusu pues todas los retenes los tenían reportados como perdidos, tube que pagar mucho soborno por ellos, si te los dejo más baratos pierdo, concluyó el hombre, subiendo al camión nuevamente a los más jóvenes, pues se veía a leguas que no haría negocio ahí.
Estaba por marcharse cuando uno de los empleados llegó a decirle algo que obligó a la mujer a detener al comerciante, estás de suerte traelos , estoy seguro que a mís clientes le encantarán esas muñequitas, a la mejor alguno de ellos si podría darte todo lo que pides, incluso si te da más me tendrás que dar una parte por pasarte el contacto que dices, propuso la mujer al hombre, este ya deseoso de deshacerse de esos chicos, acepto pues no quería ir a la cárcel por secuestro acepto el trato.
Xichen y Wangji que era el nombre de esos dos chicos, vivían cómodamente en casa de su tío Lan Quirent, nunca nada les falto, incluso despues, de la muerte de sus padres, su tío el doncel mayor de la familia con 29 años de edad ya daba por sentado que nadie pediría suano en matrimonio.
Pues la edad maxima para que un doncel fuera pedido eran los 21 así que decidió enfocarse en el cuidado y adiestramiento de sus sobrinos de 3 y 5 años, tras la muerte de su hermano y su cuñada, así paso años cuidando de esos niños hasta que se convirtieron en jóvenes adolescentes de 14 y 16, a sus 42 años el señor Wen Rouhan después de enviudar, hizo una propuesta que su familia no podía rechazar.
Se casaría con el Wen, entonces quien se quedaría a cargo de sus sobrinos, esa era la pregunta del millón, los rumores de que los jóvenes serían separados para que cada uno fuera con familias distintas corrió por toda la casa, uno de ellos iría a la familia Jin a ser parte del harén de el joven heredero Zixuan y el otro con la familia Nie para ser la tercera esposa del nuevo jefe de familia Nie Mingjue que al morir su padre repentinamente tubo que subir al puesto de jefe de familia.
Los chicos al oir que sus destinos estaban trazados decidieron escapar, no querían ser separados, nunca habían vivido lejos uno del otro, pensaron que si su tío se casaba en algún momento los llevaría con el para servir a su esposo, no importaba a dónde los enviaran todo con tal de estar juntos.
Vagaron unos días hasta que unos bandidos los acorralaron en un pueblo muy pobre al que llegaron, los tomaron como prisioneros, al descubrir que eran donceles una noche de esas que se emborrachaban para celebrar todo lo que saquearon de una casa rica, para celebrar el triunfo quisieron tomar a los jovenes trataron de huir, pero solo consiguieron caer en la garras de otro depredador.
El comerciante los encontró casi muriendo de hambre cansancio y sed, los subió a su transporte y ahí están en la época actual siendo escoltados junto a otros tres chicos más para ser mostrados como carne fresca ante un comprador.
