〣 𖦹 ִ ˑ𝑲𝒐𝒐𝒌𝒕𝒆𝒕𝒆 𝒍♡𝒗 𝒛𝒐𝒏𝒆 ! ◌ || En un mundo donde la raza humana desconoce de la existencia de los alfas y los omegas, TaeHyung se muda a una remota isla helada. Sin saber que lo más frío que habitaba aquel lugar, era el coraz...
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La forma en la que el tiempo pasa es casi aterradora, y en un pestañeo, diciembre comienza a llegar a su fin. Y con este, también llega el cumpleaños de JungKook.
La mañana del 24 de diciembre, TaeHyung se despierta lentamente, con la luz del sol brillando con fuerza en la habitación del mayor.
Abre los ojos con cuidado y molestia por los rayos cálidos y brillantes, encontrando rápidamente la imagen de JungKook frente a él. No lleva camiseta y sus brazos se encuentran abrazando su cintura, haciéndole sonreír como un idiota sin poder evitarlo. Los ojos del alfa se encuentran cerrados, sus labios entreabiertos, su respiración suave y calmada junto a su cabello completamente despeinado hacen que el corazón de TaeHyung lata con fuerza e intensidad.
No importaba las veces que despertara con aquella imagen, siempre parecía sentir un huracán de sentimientos en su interior.
Levanta la mano para acercarla a su bonito rostro y acariciarlo con cariño, queriendo memorizar eternamente cada parte de JungKook, cada peca, cada lunar, cada curva y forma.
JungKook era un sueño hecho realidad, era todo lo que había deseado durante toda su vida. Era como esas pastillas que te tomas cuando te duele algo y no sabes el qué, encuentran el dolor sin esfuerzo y te hacen sentir mejor. Y piensa que definitivamente había merecido la pena aquellos veinte años de su vida con el corazón roto, había merecido la pena cada lagrima, cada grieta en su débil corazón y cada noche en vela pensando que nunca encontraría al indicado. Porque cada una de esas cosas le habían llevado hasta allí, al lado del castaño.
Todo le había llevado a una isla fría y solitaria, donde conoció al chico frío que ocultaba su corazón bajo capas de hielo.
JungKook era un chico roto, pero TaeHyung también lo era. JungKook simplemente lo hacía ver, JungKook se protegía a sí mismo para no sufrir de nuevo y TaeHyung estaba dispuesto a poner en riesgo su corazón si eso significaba tener un poco de amor.
Porque había estado solo por mucho tiempo, con padres que tal vez sin quererlo se habían vuelto ausentes y ningún amigo a su lado, se había enamorado de la persona equivocada y tuvo que tomar los pedazos rotos de su corazón para juntarlos de nuevo, en busca de alguien que le hiciera sentir que el amor valía la pena, que él valia la pena.
Y aunque JungKook parecía odiarlo al principio, TaeHyung sabía que había mucho más detrás de las miradas frías y las palabras cortantes. Sabía que había mucho más cuando lo veía sonreír, mirando a los demás con aquellos ojos que desprendían cariño.
Y con cada segundo que pasaba a su lado se daba cuenta de que la espera había merecido la pena. Porque JungKook le hacía sentir el ser más querido sobre la tierra, le hacía reír y se preocupaba por él, JungKook veía sus defectos y los besaba con dulzura, le protegía y le hacía saber que le quería sin importar qué.
