Pov: Tyler
Habían pasado un par de meses desde que me fui de Jericó.
En el hospital psiquiátrico estaba en una habitación, aislado de los demás. Al inicio estaba con una camisa de fuerza, cadenas y un bozal, pero después de un mes y medio de buen comportamiento y terapia intensiva logré tener el permiso para que me quitaran la camisa de fuerza, pero seguía con las cadenas y el bozal. Por lo menos ya tenía un poco más de libertad.
Cada cierta hora del día aparecía un o una enfermera para tráeme alimentos y pastillas. De vez en cuando podía tener una pequeña charla con ellos, algo que siempre me alegraba el día.
Las pastillas no hacían efecto en mi, ya que me volví inmune a la mayoría de medicamentos, debido a los experimentos de Laurel. Me tendrían que dar una gran dosis de medicina para que esta hiciera efecto en mí.
Prácticamente estaba en una especie de prisión, sólo. Estaba harto de las paredes blancas, que era lo único que veía todo el día.
Intentaba no pensar en Jericó, mi padre, mi trabajo, a las personas que maté y sobretodo en Merlina, porque cuando pesaba en ellos me ponía melancólico, mi respiración se aceleraba, y sentía que perdía el control. Y quería evitar a toda costa volver a convertirme en Hyde.
Empecé a meditar, era una de las pocas cosas que se me ocurrió hacer en todo ese tiempo.
Me relajaba, así que siempre que los recuerdo venían a mi comenzaba a meditar.
De vez en cuando cuando dormía tenía pesadillas, así que la meditación se volvió importante para mí.
Por mucho tiempo pensé que me quedaría toda mi vida en ese lugar, pero para mi sorpresa un día me dijeron que me transferirán a otro hospital psiquiátrico.
No me emociono esa noticia, pero tampoco me desagradó. Sólo esperaba más libertades, pero lo dudaba.
Me llevaron al otro hospital psiquiátrico igual que la vez pasada, atado a una silla con cadenas y una camisa de fuerza, aunque esta vez no perdí el control.
En la mayoría del viaje dormí, me había acostumbrado a ocupar camisa de fuerza y cadenas, así que ya no se me hacía incómodo.
Al llegar tuve un mal presentimiento, aunque supuse que era porque estaba en un manicomio.
Sentía que todo seguía igual que en el otro hospital, pero la psicóloga con el tiempo me empezaba a hacer preguntas extrañas.
Me preguntaba si le tenía miedo a la muerte y cosas por el estilo. Ella no era como la psicóloga del anterior hospital psiquiátrico. Esa extraña mujer era sospechosa y parecía estar obsesionada con la muerte. Evitaba hablar mucho, me incomodaba.Unas semanas después sin explicación me llevaron a un auto, atado con cadenas, una camisa de fuerza y una venda en los ojos que me impedía ver. Esta vez se sentía diferente, todo era muy extraño.
Estuve un par de horas esperando llegar a el desconocido destino.
Una vez se detuvo el vehículo me sacaron de este mismo, y me quitaron la venda de los ojos. Un hombre desconocido me dio un conjunto sencillo de ropa.
—Colocatelo—, me ordenó él hombre, para después quitarme los objetos que impedían mi movimiento, y apuntarme con un arma. -Si intentas algo te disparare-, me advirtió. Yo asentí sin temor.
Me coloqué la ropa, que eran unos pantalones negros y una camisa blanca.
Él señor me volvió a poner la venda y la camisa de fuerza (sin las cadenas), y me llevó nuevamente al auto.
Volvemos a andar, todo me parece muy extraño.
El vehículo en unos pocos minutos se detiene, y nuevamente me sacan del auto, aunque esta vez no me quito la venda ni la camisa de fuerza.
Todo quedó en silencio, y cuando quise preguntar mi voz fue callada por el sonido de un arma disparando, en menos de un segundo sentí en el hombro un dolor indescriptible pero increíblemente doloroso. No pude ni pensar cuando llego el segundo balazo en mi otro hombro. Caí al suelo sin poder hacer mucho, el dolor y el miedo me estaban empezando a paralizar.
—¡Aaaaaaaaaah!—, gritaba era lo único que podía hacer, y sin poder evitarlo poco a poco me empecé a convertir en Hyde.
"Cálmate ¡Cálmate! ¡CÁLMATE!", era en lo único que pensaba en ese momento, tenía que buscar una forma de solucionar esto, y rápido.
Lo único que recuerdo es que se me cayó la venda, y pude ver perfectamente a la persona que me disparó.
—T-tú—, dije en un susurró, antes de perder la conciencia.
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Hola,espero que les haya gustado el capítulo, esta es la perspectiva de Tyler antes de que Merlina lo haya encontrado.
Díganme... ¿Qué piensan del Fanfic hasta ahora?
Si tienen alguna recomendación o falta ortográfica me lo pueden decir por privado o dejarlo en un comentario.
Si les gustó denle una ☆estrellita☆
Chao
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Fusión || Merlina x Tyler
Hayran KurguTyler es enviado a un hospital psiquiátrico y Merlina en su casa, esperando a que comience otro año escolar. Por razones del destino los dos se vuelven a reencontrar. -¿Cómo se reencuentran si uno esta en un manicomio y la otra está en su hogar? -¿...