—Aunque esta corte tiene la esperanza de que Lord Corlys Velaryon sobreviva a sus heridas nos hemos reunido con la penosa tarea de zanjar la sucesión de Marcaderiva. Como Mano que soy hablo en nombre del Rey en este particular.Daenerys observó con furia como Otto Hightower se sentaba en el Trono de Hierro. Había llegado a Desembarco hacía escasas horas, desmontando a Morghon en la periferia de la ciudad. Quería que su llegada pasase desapercibida, observando todo desde una cómoda lejanía. En esos momentos se encontraba en la parte alejada del Gran Salón, con la capucha de su capa negra puesta para ocultar su rostro y cabello. Aún no había visto a su familia, situada frente al trono.
—La Corona escuchará a los aspirantes. Ser Vaemond, de la Casa Velaryon.
Los pasos del hombre resonaron en la estancia, acercándose a los pies de las escaleras del trono.
—Mi Reina —saludó primero Vaemond—. Lord Mano. La historia de nuestra noble casa se remonta hasta los días de la Antigua Valyria. Los Velaryon han dominado los mares tanto tiempo como los Targaryen los cielos. Tras la Maldición de Valyria, fuimos las últimas casas de su estirpe. Nuestros ancestros vinieron a esta tierra sabiendo que un fracaso supondría el fin de su linaje. De su apellido. He pasado toda mi vida en Marcaderiva defendiendo a mi hermano. Soy su pariente más cercano. Sangre de su sangre. La auténtica e inmaculada sangre Velaryon corre por mis venas.
—Y por las de mis hijos —le interrumpió Rhaenyra—, descendientes de Laenor Velaryon. Si os preocupase tanto la sangre Velaryon, Ser Vaemond, no osaríais suplantar a su heredero. Pero solo miráis por vos mismo y por vuestra ambición.
—Tendréis ocasión de defender vuestra súplica —le interrumpió la Reina Alicent a su vez—. Tened la gentileza de que Ser Vaemond se explique.
Daenerys rodó los ojos. Aliecent Hightower. Veinte años después seguía siendo el títere de su padre. Qué gran tragedia.
—¿Qué sabéis vos de la sangre Velaryon, princesa? Podría cortarme las venas, mostrárnosla, y ni aún así la reconoceríais.
—Que lo haga pues —murmuró Daenerys—, así nos libre del sufrimiento que es compartir aire con él. —Un par de hombres a sus lados giraron sus cabezas, cuestionándose quien había hablado.
—Se trata del futuro y la supervivencia de mi casa —continuo Vaemond—, no de la vuestra. Mi Reina, Lord Mano, es una cuestión de sangre, no de ambición. Yo antepongo la supervivencia de mi casa y mi linaje a lo demás. Por ello me postulo como sucesor de mi hermano, Señor de Marcaderiva y Señor de las Mareas.
—Gracias, Ser Vaemond —asintió Otto—. Princesa Rhaenyra, hablad ahora en nombre de vuestro hijo Lucerys Velaryon.
—Si he de legitimar esta farsa con una respuesta, debo recordar a la corte que hace más de veinte años en este mismo...
ESTÁS LEYENDO
Sangre y ceniza ✨aemond✨
FanfictionDaenerys nació el mismo día en el que la casa Targaryen fue condenada a su lenta destrucción. Con su nacimiento, la Reina Aemma perdió la vida, y el Rey Viserys I perdió su razón de ser, su amor verdadero y su único hijo varón. Tras los trágicos suc...