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Cuando Hyunjin se fue a su casa la tarde anterior, él y Seeun se mantuvieron charlando por mensajes hasta que ambos se fueron a dormir

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Cuando Hyunjin se fue a su casa la tarde anterior, él y Seeun se mantuvieron charlando por mensajes hasta que ambos se fueron a dormir. Jamás se imaginaron que podrían llegar a estar juntos y que les costaría tanto separarse el uno del otro.

De igual forma, cuando llegaron a clases esa mañana, se juntaron en los casilleros para conversar un rato. Pero no iban a engañar a nadie, Hyunjin no pudo dejar de besar a Seeun ni por un segundo. La quería demasiado, tanto que necesitaba que todo el mundo lo supiera.

Para ella fue terrible estar en clases ese día. No pudo dejar de pensar en Hyunjin ni por un solo segundo y por lo mismo recibió varios llamados de atención por los maestros, pues se notaba distraída en todo momento.

Finalmente, la hora del almuerzo llegó y Seeun sintió gran alivio, porque iba a poder aclara sus ideas antes de su última clase del día. Era biología, y no tenía ganas de que el maestro la regañara también.

—¡Seeunnie! —al oír su nombre, busca en todos lados quién la llama. Jisung y Hannah le señalan la puerta, y los tres voltean a ver de quién se trataba.

Hyunjin está de pie junto al marco. Seeun no duda en ponerse de pie, tras tomar su teléfono. Se dirige hacia el chico y se pone en puntas para besar su mejilla. Él toma su mano, invitándola a que almuercen juntos.

Oh, pero, no le avisé a los chicos... —murmura, mirando de regreso a su salón sin dejar de avanzar por el pasillo.

—No te preocupes, solo envíales un mensaje.

Seeun acata la orden, sacando su teléfono del bolsillo de su suéter, anunciando a sus amigos sus planes para el almuerzo. Los dos envían un sin fin de mensajes de regreso, queriendo saber qué ocurrió ayer para que ahora estén tomados de la mano. Como toda su tarde se basó en hablar con Hyunjin, olvidó por completo decirles, así que les juró actualizarlos apenas regresara.

Cuando apaga su teléfono, alza la vista y vuelve a tomar la mano de Hyunjin. Mira al chico a su lado y él se mantiene sonriente, reprimiendo las ganas de besarla en ese momento.

No lo había notado hasta ahora, pero al menos quince de todas las personas que están en ese pasillo, mantienen sus miradas clavadas en ellos. Seeun se siente nerviosa a más no poder, porque no tiene idea de qué podrían estar pensando ellos sobre lo que ven.

Sin mayor demora, ambos llegan a la cafetería, donde las miradas no cesan. Son principalmente chicas, y parecieran querer estrangular a Seeun al verla de la mano con Hwang Hyunjin.

Hasta este momento, Seeun no recordaba lo popular que era él entre las chicas de la escuela. Solo en su salón seis de las doce chicas que eran, habían expresado sentir cosas por él, ni siquiera se quería imaginar cómo era en las demás clases.

Ya no le agrada tanto la idea de ir de la mano con Hyunjin, así que la soltó con la excusa de querer tomar su bandeja. Él no puso objeciones, pero sí sintió de inmediato que estaba lejos de ella. De cualquier forma, ambos se acercaron al mesón para llenar sus bandejas con el almuerzo de hoy.

—Mmm... ¿Por qué todo tiene tantas verduras? —murmura Hyunjin, quejumbroso. Seeun se ríe.

Sin nada más que decir, cuando los dos tienen sus platos llenos, se dirigen a alguna mesa vacía. Por suerte la encuentran, y no dudan en sentarse ahí para pasar el resto del receso juntos.

Y claro, bajo la mirada de las varias admiradoras de Hwang Hyunjin.

<☁️>

—¿De verdad no quieres más? Las zanahorias están buenísimas —se burla Seeun, sacando dicho alimento de la bandeja de Hyunjin, mientras él hace una cara de asco, odia las zanahorias.

Finalmente, Kim termina de vaciar la bandeja del chico, riéndose al hacerlo, pues él no ha dejado de mirarla con disgusto. No a ella, sino que a la verdura.

—¿Quieres que las vaya a dejar? —propone Hyunjin, y ella asiente. Sin dudarlo, él junta ambas bandejas para dirigirse al mesón donde las recibían para ser lavadas.

En esos escasos segundos de soledad, su mesa se ha llenado. Jisung y Hannah se sientan delante de ella, pidiéndole sólo con la mirada que les haga saber qué estaba pasando.

Seeun se cubre el rostro con vergüenza, sin dejar de reír. La verdad es que ni siquiera ella estaba segura de lo que estaba pasando, todo le seguía pareciendo un sueño.

—Ayer hablamos y nos dijimos la verdad —inicia ella —Le dije a Hyunjin que me gusta y él me confesó que sentía lo mismo por mí desde hace tiempo, y que ya sabía que yo era la que estaba detrás de las notas.

Sus dos amigos están sonrientes, como si no estuvieran realmente sorprendidos por la noticia. Seeun frunce el ceño al notar ello, pero cuando está apunto de preguntar el por qué, Hyunjin regresa a la mesa, sentándose a su lado y abrazando su cintura, queriendo pegarla a él.

—Hola —saluda Hwang a los dos amigos de la chica.

—¿Le podemos decir la verdad? —pregunta Hannah, dirigiéndose a Hyunjin. Seeun les mira, sin entender absolutamente nada. Él asiente, sin dejar de sonreír.

—Ya sabíamos que le gustabas al joven aquí presente —confiesa Jisung.

Seeun se queda en silencio, viendo a sus amigos mientras entrecierra sus ojos. Así mismo, se gira a ver a Hyunjin, sintiéndose atacada por su sonrisa burlona.

—¿Recuerdas cuando estuvimos juntos en año nuevo? —dice Hannah, Seeun asiente —Cuando nos contaste lo del "despídete bien", Jisung literalmente te dijo que él sentía algo por ti, pero no le creíste.

—Eso no cuenta, ese día estaba ebria —se queja Seeun, haciendo reír a Hyunjin. —Pero, ¿por qué sabían?

—Yo les dije —se apresura en decir el chico a su lado —Quería que me ayudaran a decirte la verdad y cómo hacerlo.

—Sí, pero no hicimos mucho, porque Hyunjin se las ingeniaba para actuar por sí solo.

Hannah confirma lo dicho por Jisung al asentir, haciendo que Seeun se ría. No puede creer que sus amigos lo supieran todo ese tiempo, incluso su hermano sabía también, pero ella fue la única persona que no quería abrir los ojos y darse cuenta de que sus sentimientos eran mutuos.

Pero no puede quejarse. Las cosas salieron bien de la forma en que se dio todo.

Solo le queda una pequeña duda.

—¿Alguien más sabía que yo te gustaba? —dice entonces, dirigiéndose al chico que la mantiene bien sujeta por la cintura.

—Si hablamos de personas que conocemos los dos... Felix y Changbin. Ah, y también tu mamá.

—¿Mi mamá?

—Sí, nos escuchó por accidente hablar a Seungmin y a mí sobre lo mucho que me gustabas —confiesa entre risas nerviosas —Ella me comentó que te gustaban los lirios, así que gracias a eso tuve la idea de hacerte esa pintura para navidad.

¿Realmente las señales estuvieron frente suyo todo este tiempo?

¿Realmente las señales estuvieron frente suyo todo este tiempo?

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dear hyunjin • hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora