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Aquel día en particular, Seeun y Hyunjin cumplían sus primeras dos semanas desde que "empezaron" su relación

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Aquel día en particular, Seeun y Hyunjin cumplían sus primeras dos semanas desde que "empezaron" su relación. En realidad, eran dos semanas desde que se habían declarado, pero podía considerarse como la fecha de inicio.

Y para fortuna de ambos, ese día lunes era feriado, por lo que podrían verse si así lo querían.

Sin embargo, ninguno se atrevió a pedirle al otro eso. Hyunjin tenía un poco de miedo de estar siendo muy insistente con ella, y Seeun no estaba muy segura de cómo pedirle que se vieran, aunque fueran diez minutos. Sus casa quedaban a sólo cinco minutos de distancia, pero no estaba segura de ir a verlo y que él no quisiera recibirla.

Además de eso, Seeun estaba un poco temerosa respecto a su relación. Desde la primera vez que almorzaron juntos ha sentido la mirada de media escuela en ella, también ha oído que varias personas la critican a sus espaldas, literalmente, porque creían que si ella no las miraba no las oiría.

Lo cierto es que no lo estaba llevando muy bien. Llevaba un par de noches llorando hasta dormir porque no sabía cómo afrontar esa situación.

Ella sólo quería ser feliz con Hyunjin, no entendía por qué las personas eran tan crueles respecto a eso.

Quizás si no hubiera bebido aquella noche jamás habría tenido el valor de decirle a Hyunjin que ella mandaba las notas. De igual forma, seguiría mandando notas y, aunque él sabía desde antes que era la autora, no habría afectado en su amistad. Por ende, no se estaría viendo afectada por los dichos que habían sobre ella en la escuela.

Había oído a gente decir que era una idiota al creer que Hyunjin la quería, porque según ellas, él no merecía a alguien así. Sin embargo, ese no le afectaba en lo absoluto, porque sabía a ciencia cierta que su chico la quería.

Pero había uno en particular que oyó que sí le afectó, porque nunca antes se había cuestionado su físico. Una compañera de su clase dijo -estando Seeun a su lado- que ella era demasiado fea para estar con un chico tan lindo como Hyunjin.

¿Y si era verdad? Era cierto que en la escuela habían chicas mucho más lindas que andaban detrás de él, podría haber elegido a cualquiera.

Por suerte se ve obligada a salir de sus pensamientos cuando alguien llama a la puerta del hogar. Sus papás estaban durmiendo una siesta, aprovechando al máximo su día libre, y Seungmin había ido a pasear con Yeseol, así que no le queda de otra que abrir.

Baja las escaleras hacia la primera planta y se dirige al recibidor, abriendo la puerta entonces.

Hyunjin aparece detrás de ella, sonriendo de oreja a oreja, sosteniendo una bolsa en su mano.

Una sensación de calma absoluta la invade. Lo extrañaba demasiado, pese a que se vieron hace dos días. Le parece increíble que haya llegado en el momento oportuno, cuando más necesitaba de su presencia. Ni siquiera duda en abrazarlo, buscando esconderse en su pecho.

—Oye, ¿estás bien? —pregunta Hyunjin con preocupación, rodeando su cuerpo y apoyando su cabeza sobre la de ella —¿Ocurrió algo?

—No, solo necesitaba verte —confiesa, levantando la mirada con el fin de besar la mejilla de su chico. Él vuelve a sonreír, llevando sus labios hacia los de Seeun para besarlos.

Finalmente, Seeun lo invita a entrar. Hyunjin se quita su chaqueta y sus zapatos en el recibidor, aprovechando la ausencia de Seungmin para usar sus zapatillas de casa.

—¿Qué te trae por estos lados?

—No estaba muy seguro de si venir hoy sin preguntar, pero cumplimos dos semanas, así que quise aparecer de sorpresa —explica, enseñando la bolsa que traía en su mano —Traje mascarillas faciales, aunque son solo una excusa para pasar tiempo contigo. Te extrañaba.

—¿Te había dicho antes lo increíble que eres? —dice Seeun con gracia, abrazando su cuello para besarle los labios. Hyunjin lo disfruta, porque ama sentirse querido por la chica que tanto le gusta —También te extrañé, te necesitaba mucho hoy.

—¿Cómo puedes ser tan linda?

Hyunjin toma sus mejillas, llenando su rostro con un sin fin de besos. Seeun no hace más que reír, tratando de huir porque aquel gesto le provoca cosquillas. Sin embargo, se detiene de golpe, alejándose algunos centímetros.

—¿Tus papás están en casa? —dice con terror. Seeun se ríe, porque aunque ya llevan dos semanas, a Hyunjin aún le da miedo estar en presencia de su papá.

—Están durmiendo, no te preocupes. Pero vayamos arriba, no creo que nos molesten si estamos en mi habitación.

Sin esperar respuesta, Seeun se coloca junto a la escalera e invita a Hyunjin a subir primero, él lo hace, tratando de darse prisa. Teme que el papá de la chica aparezca sin previo aviso. Ella le hace saber que primero irá a la cocina, para preparar comida para los dos.

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Luego de comerse todas las frituras que Seeun llevó, y de tener una larga plática sobre qué harían durante la semana, ambos se pusieron manos a la obra para usar las mascarillas faciales que Hyunjin trajo.

—Tengo una especial para ti —dice él, sacando de la bolsa una con un tono rojizo y puntos negros. El empaque imita una sandía, así que ella asume que tiene ese diseño —Sabes que me encantan las sandías, pero también me encantas tú, así que...

Seeun ríe, poniéndose de pie de pronto. Sin dar mayor explicación, se dirige al baño del pasillo para sacar de ahí las dos bandas que tienen para quitar el cabello del rostro. Regresa con la suya y le entrega a él la de Seungmin. Ambos se las colocan.

Sin mayor vacilación, los dos toman sus correspondientes mascarillas, sacándolas del empaque para colocarlas sobre sus rostros.

—Uy, espera —dice Hyunjin, acercándose a Seeun para ayudarla a acomodar su mascarilla. Le ha quedado un poco grande, pero no es nada que él no pueda solucionar.

Seeun se queda con sus ojos cerrados, disfrutando las breves caricias que él ejerce sobre su rostro para acomodar la mascarilla. Sin embargo, cuando siente sus labios chocar con los suyos, abre los ojos de la sorpresa.

Es la primera vez que Hyunjin le roba un beso, pero no puede negar que ama la sensación.

—No pude evitarlo —confiesa entonces, soltando su rostro por fin.

Cuando sus miradas se encuentran, todas las preocupaciones de Seeun se esfuman. ¿Qué más da si alguien opinaba sobre su relación? ¿A quién le importaban los comentarios resentidos de otras chicas? Ella y Hyunjin eran felices, y eso nadie lo iba a arruinar.

Eso... Nadie podía arruinarlo, ¿cierto?

 Nadie podía arruinarlo, ¿cierto?

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dear hyunjin • hwang hyunjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora