—Esto es genial, me encanta. — Sus bellos ojos recorrían todo el lugar llenos de asombro. Yo sólo podía sonreír. —¿Cómo supiste de este lugar?
—Tengo mis contactos, cariño. — Le guiñé un ojo.Era un pequeño bar decorado con focos amarillos y rosas colgantes del techo, dando una iluminación tenue con aire romántico y canciones sobre amor. Básicamente se observaban puras parejas. Quise traer aquí a mi chica porque sabía que la tranquilidad le agradaría para una primera cita, es demasiado romántica, pero no me molesta en lo absoluto, gracias a ella descubrí que igual me encantan estas cosas de amor. Y sí, esta era nuestra primera cita como novios oficialmente.
Estábamos sentados viéndonos de frente, con nuestras manos entrelazadas sobre la mesa. No podía creer que estaría aquí con ella justamente, me parecía de cierta manera imposible pero a la vez obvio, como si así debiera de ser.
Ambos pedimos cerveza para beber, después de nuestra pequeña aventura pidiendo cocteles de uno y de otro en ocasiones pasadas, y obviamente mezclando alcoholes, decidimos dejar eso por el momento, no queríamos volver a morirnos así, o al menos no en nuestra primera cita. Gracias a Dios ella estaba más consciente que yo y pudimos llegar vivos a su departamento aquella vez.
—Por muchas otras citas contigo, gatita. — Acerqué mi botella a ella. Me sonrió.
—Por muchas otras citas contigo, tigre. — Chocó su botella con la mía y ambos bebimos un trago.Todo se volvió negro. ¿Qué es esto? ¿Dónde está mi gatita? ¿No estaba yo sentado frente a ella? ¿Qué hace ese tipo con ella en nuestro bar especial? ¿Por qué besa su mano? ¿Por qué se acerca a ella? ¡¿Por qué la está besando?! ¿Por qué no me puedo mover o gritar? ¡Gatita! Amor mío...
Desperté sudando. La habitación estaba oscura. Mi teléfono marcaba las 4:07 am. Mi respiración era agitada e irregular. Ese recuerdo... Estiré mi brazo derecho para sentir su cuerpo. Vacío. Su lado estaba vacío. Me giré para quedar encima de su almohada. Su perfume seguía ahí. Unas cuántas lágrimas se me escaparon. Me senté en la orilla de la cama. Se escuchó un vidrio chocar con otro. Encendí la luz y eran varias botellas de cerveza vacías. De la cerveza que a ella le gustaba. Suspiré. De vez en cuando aparecían botellas vacías regadas por mi habitación. Desde que ella me dejó. Apagué la luz y volví a acostarme. La cabeza me dolía un poco debido al alcohol, pero realmente ya me había acostumbrado a sentir ese dolor, era mucho menos al que sentía en mi corazón.
Ya había pasado tiempo desde que ella se fue de mi lado. Ciertamente no la culpo por su decisión de querer alejarse de todo, especialmente de mí. Me sentía triste, que es lo normal al separarte de la persona que amas, pero hoy me sentía especialmente triste. Me sentía tan vacío. Nunca creí que este sentimiento fuera tan doloroso.
Los minutos transcurrían y yo no podía volver a dormir. Sólo estaba mirando hacia el techo. Recordando todos los momentos que habíamos pasado juntos, pero el que más me dolía era el de aquella primera noche que dormimos juntos. Sonreí al recordar todos sus atrevimientos. Nunca me imaginé esa faceta de ella, pero es de mis favoritas... ¿A quién engaño? Todas sus facetas eran mis favoritas, no había ni una sola cosa de ella que me molestara ahora. Incluso las que "me molestaban" de cierta forma ahora las extraño demasiado.
Cerré los ojos y volví a estirar mi brazo para ver si su pequeño cuerpo estaba a mi lado y todo esto sólo era un mal sueño. De nuevo vacío. Como mi corazón. Todo esto era una estupidez. Nunca la debí de haber dejado ir. Me recorrí otra vez hacia el lado en el que ella dormía siempre. Más recuerdos me atormentaban, recordándome lo solo que estoy y la triste realidad que vivo. Volví a abrir mis ojos y la habitación se veía más iluminada. Vaya, al final logré conciliar el sueño otro rato. Tomé una bocanada de aire y me levanté. Ya no tenía caso seguir acostado. Las 8:47 am. Abrí las cortinas y el sol iluminaba el día con algo de fuerza. Él sí estaba feliz, no como yo. Pesadamente me dirigí al baño y lavé mis dientes. Me observé en el espejo. Alya y Nino tenían razón, pareciera que Marinette se había llevado mi vida literalmente. Mis ojos estaban rodeados de una sombra oscura, evidenciando que no dormía bien desde hace tiempo. Ya no me importaba lucir bien para las sesiones de fotos, no había nada que el maquillaje no pudiera arreglar, pero la verdad todos notaban que me faltaba vitalidad y alegría, y se imaginaban el por qué, ya que mi gatita no iba a verme a las sesiones como acostumbraba a hacerlo la mayoría de las veces. Al principio de mi tristeza, de tan mal que me veía, Nathalie me canceló varias de éstas porque simplemente yo no rendía, no podía hacer mi trabajo. Tuve que regresar al cabo de unas dos semanas y superar mi tristeza, o al menos fingir que lo había hecho, porque ciertamente todavía no lo hago... Y no sé si lo haga.
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Vuelve (Adrinette AU - MLB)
FanfictionEra la razón de mi vida, la que le daba sentido a todo... Y la perdí para siempre. ••• Historia AU donde no son superhéroes y son adultos. Aquí solo narra Adrien. Espero que les guste 💖