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—Aburrido.

Bufé descontenta ante todo el aburrimiento que tenía ese lugar y asentí ante las palabras de Kaz—. ¿Vas a pelear?

Negó—. Tengo pereza.

—¡Yo pelearé! ¡Ya quiero que el capitán me mire!

Reí un poco y miré a Eli, se notaba un poco ensativa y no habló nada en todo el camino—. ¿Estás bien, Eli?

—¿Uh? Sí, perdón—. Un suspiro salió de sus labios y miró a mis ojos—. Es sólo qué, me preocupa un poco todo esto.

—¿Por qué, princesa?

—Creo que...

"¡Todos los que quieran pelear, dirigirse a la plaza! ¡Recuerden las reglas! ¡El ganador se llevará una preciosa y gran arma!"

—¡Ya es hora! ¡Debo ir!—.Diablos, ella estaba muy emocionada.

—Anda camina, yo iré con Kaz, buscaremos un buen lugar para ver las peleas, ¿vas con nosotros, Elizabeth?

La nombrada negó—. Iré con la señorita Dianne, discúlpeme.

Nos despedimos y salté hacia el hombro de mi amigo, caminamos un poco y encontramos un lugar en dónde la gente no sofoque y tengamos un buen ángulo de los combates.

—Mira, ahí están el resto de pecados.

Seguí con la mirada a dónde señalaba Kazuya y era verdad, Ban y Mel conversaban tranquilamente mientras sacaban a el resto del lugar, King escapaba de los ataques y Dianne también se notaba tranquila.

Al final, solo quedaron 8, con King quedando como un tramposo.

"A continuación sortearemos los próximos combates, por favor, los finalistas ir a la sala de espera"

Esperamos alrededor de 10 minutos, hasta que los gritos de los pueblerinos volvieron.

"¡Las peleas comenzaron! ¡Ganas si tu oponente se rinde o lo sacas del cuadrilátero! ¡Demos inicio a la primera pelea! ¡Griamore contra Matrona!"

—¿Matrona? Debe haberse cambiado el nombre para que no la reconozcan.

Asentí sin más y miramos, no duró mas de 5 minutos, con Matrona derrotándolo con un par de golpes a sus ataques.

—Es un caballero sacro—.Kaz habló un poco bajo—.El rubio de allá tambien lo es, lo he visto con el niñito tonto de Gilthunder.

—Eso es un problema, espero que el capitán y el resto hayan cambiado su nombre.

—Mierda, a Dianne también se le cayó la capa y el sombrero, está con el unifore de la Taberna.

—Bueno, los únicos que la pueden reconocer son los pecados, no hay que preocuparse por eso.

Ladeé la cabeza al ver como la castaña caminaba hacia el capitán—. ¡Oh, mierda! Debió doler.

Un golpe fue dado en el estómago del capitán y Dianne salio disparada de ahí, con King siguiéndola.

—Vamos a ver.

Kaz caminó y entre toda la gente observé un peculiar cabello corto morado—.Una de las princesas está aquí.

—¿Si es ella? Dudé un poco, Margareth, ¿cierto?

Me encogí de hombros—. ¿Qué no es Matilda?

Kaz negó con una sonrisa entramos, lo primer que vimos fue Dianne alzando su falda ante el capitán, y King tirado en el suelo.

—Bueno, eh, ¿No está mejor un cuarto a solas—. Kaz dijo con una risa nerviosa.

Unos ojos esmeraldas chocaron con los míos, y el capitán ya me tenía entre sus manos—. Hola.

—¿Estás bien? ¿Te duele algo?—.Su tono un poco preocupado me hizo sonreír, levanté las manos y me acercó a su cara, dí un pequeño beso en su mejilla y sonrió en grande—. Entonces supongo que estás bien.

—Sólo un poco más pequeña—.Dije alto para que me escuchara—. Dianne, ¿qué le estabas haciendo a mi capitán?—. Dije en broma, tomando la mejilla de Meliodas y pegándola contra la mía, era raro pero no dejaba de ser divertido.

—¡El capitán ya podrá hacerme las cosas sucias que hace con Elizabeth!

Jadeé sorprendida y pellizqué a Meliodas—. ¡No he hecho nada malo! ¡Te lo juro, lo juro! ¡No he hecho nada malo con la Princesa!

Salté de nuevo hacia Kaz, ignorando completamente a mi Capitán, una pequeña sonrisa adornaba mi rostro y la preocupación del capitán desapareció, siendo reemplazado por un pequeño puchero, murmurando un "Pensé que te enojaste, tonta"

—Vamos capitán, es hora de que jueges sucio.

—No lo haré Dianne.

Subí al cabello sedoso de Kaz y escuché la conversación entre el rubio y la castaña, pero Ban entró un poco ebrio.

Salimos tran conocer qu la siguiente pelea sería la de "Rey Ruco"

Reí burlona—. Adelante, Rey Ruco.

King rodó los ojos y me dió su almohada, Ban se tiró en ella y yo protesté, recibiendo un.

—¡¿Jefecita?! ¡Estás muy chiquita!

—Que te valga.

Meliodas tomó la almohada y pude descansar en ella—. King su su tesoro es realemente increíble—. Murmuré, una mano se posó en mi cabello y empezó a dar suaves caricias.

—Su técnica es desconcertante.

—¿De verdad, capitán?

—King sin su tesoro sagrado es comletamente indefenso.

Reí un poco al observarlo troezar con una piedra caer de cara al suelo—. Una vez peleó con un gato por un rasguño, y King perdió.

Puse atención al momento en el que King concentró su poder, sin embargo, un fuerte empujón lo sacó de una sola vez del cuadrilátero. Me moví hacia el hombro del capitán y recibimos a King en su almohada, con unos rasguños en sus mejillas.

—Es un viejo bastante cruel.

—Lo es-. Traté de consolar—. Diste tu mejor ezfuerzo, Dianne está feliz con tu trabajo.

"¡Ahora! ¡La última contienda! ¡Ba-an contra Peliodas!"

Bufé y miré con desdén a los nombrados—¿En serio? ¿No consiguieron nombres más patéticos que esos?

—Yo qué, el que los eligió fue el grandote.

—Perdón, estaba bajo presión.

—Da igual, muéstrenme una verdadea pelea, idiotas sin imaginación.





Miradas (Meliodas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora