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Levanté mi mano y saludé al capitán, dejé un rato a los chicos y fui con él.

-¿Sucede algo? -. Pregunté sin más, caminando a su lado.

-¿Debería pasar algo para que pueda caminar contigo? -. Sonrió, mirándome fijamente.

-Sí-. Y su risa me hizo sonreír poquito-. Vamos, sé que algo pasa por tu mente.

-Realmente no es nada-. Y su mano tomó la mía, haciendo a mi corazón acelerarse-. Creo que este va a ser de los últimos momentos de paz que vamos a tener.

Me liberé de su agarre-. También pienso igual, hay tantas cosas por las que esto podría estar pasando. Va a ser realmente tedioso todo este problema.

-Puede ser, pero al menos ya tenemos a Gowther-. Y paramos de caminar-. Volvamos, celebremos con ellos.

No dije nada más y lo seguí. Mis pecados se encontraban ya sentados, hablando y bebiendo, como siempre.

-¿Me perdí de algo?-. Sonreí ladina, sentándome a lado de Kaz.

-Al parecer, el señor Gowther puede identificar a King por su edor-. Contestó, sus ojos viéndose muy calmados y una enorme sonrisa en su rostro.

-¿Cuánto has bebido? -. Susurré solo para él.

-. Shh-. Su dedo se posó en mis labios, haciendo que me callara-. Eso no importa.

Negué sonriente y volví a prestar atención a mis amigos.

-¿Y a qué huele King? -. Hablé en voz alta, pronto llegando al lado de ellos.

Me acerqué a él y cerré los ojos-. Mmm, es dulce.

-Huele como a flores.

Pronto, la princesa y Diana también se acercaron. Y creo que Diana es un componente que siempre llega a poner nervioso al hada.

Mi nariz se arrugó-. Ya no huele rico.

-. Ahora es como agrio.

-. Huele a sudor.

-. Es un olor familiar.

Al final, King de avergonzó mucho, y no había escapatoria de las burlas.

-Vamos, no seas llorón-. Molestó el más alto.

-Solo fue una pequeña broma, no seas así King-. Apoyé, Ban abrazado a mí.

-Señor King, defiéndase.

-¿¡Ves lo que causas!? ¡Esto es tu culpa! ¡Compénsalo!

El pelirosa hizo caso a sus palabras, y de pronto, Diana golpeaba a Gowther, completamente avergonzada ante la información revelada. Me seguí riendo mucho, y me volví a sentar, mi cuerpo completamente relajado gracias a la cerveza.

Ban tampoco se salvó y el de lentes reveló que, él robó la fuerza de Diana y de King y agregó que disfrutó mucho el ver la inutilidad de ambos en la batalla contra los vampiritos.

-Eso explica por que no pude reunir nada de fuerza ese día.

-Así que fuiste tú.

Reí burlona mientras Ban aparentaba un poco de calma ante la pequeña furia de la gigante y del hada-. No sean así, eso pasó hace... ¿12 años?

Y lo explotaron.

Tomé un poco más de mi cerveza, disfrutando su delicioso sabor pasando por mi boca, suspiré complacida y seguía escuchando sus pequeñas peleas.

-Ay, te ves bien bonita hoy-. Susurró Kaz y me dí la vuelta, alzando una ceja-. ¿Uh? A tí no, _____.-Y alzó su cerveza-. A esta bella de aquí.

-¡Oye, grosero!-. Carcajeé, viendo como su rostro se tornaba cada vez más rosita, especialmente sus mejillas-. ¿Cuánto vas ya? Pareces un cerdito.

Sus palabras fueron interrumpidas cuando sentí un silencio un poco raro. Gowther hablaba con King, pero la cara de este daba a entender que no quería hablar de eso.

-Uhm, oye Gowther-. Interrumpí, mientras hablaba de un tal Helbram-. Hay cosas que las personas no desean hablar al respecto-. Y king enrojeció más, pero necesitaba aliviar el ambiente-. Ya ves lo que pasó cuando hablaste sobre la borrachera del capitán años atrás.

El resto de pecados rieron divertidos y mi capitán me miraba con sus mejillas rojas, caminando hacia mí a paso determinado, me levanté yo también con diversión y puse una mano en su pecho, deteniendo su andar-. Vamos, Meliodas, fue para aliviar el ambiente.

-¡Pero pero! Pudiste hablar de otra cosa.

-Nada es mejor que recordar ese momento.

Ban se apoyó en mi hombro, y justo cuando estábamos por molestarlo más. Eli llegó con un plato de comida.

-Señor Meliodas aquí está su plato de carne.

Se acercó con suavidad y codeé al capitán con burla-. Ay capitán...

-La princesa está enamorada del capitán.

Una mano se posó en mi boca antes de poder reír al máximo-. No avergüences más a la princesa.

-Pero Kaz...-. Traté de decir, bajando su mano aunque la volvió a colocar cuando traté de reír.

-Mírala, está toda roja con lo que sigue diciendo el señor Gowther...

Miramos concentrados hacia la pareja, y notamos la espada anterior. Mi estómago se sintió un poco extraño, tal vez por el alcohol.Se sentaron uno junto al otro y hablaban con suavidad.

-Yo también quiero un novio-. Le dije casi en queja, aunque no era una.

-Ya no seas llorona.

(...)













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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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Miradas (Meliodas y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora