Rhaeliz acierte levemente ante lo que Aemond le había propuesto. Rhaeliz no entendía porque había aceptado, ya que ella no quería estar cerca de él. Pero era más seguro para ella ir acompañada. Cuando ambos iban a marcharse para los aposentos de Rhaeliz, que era donde estaban los pasadizos se encuentran con Aegon.-A donde van?-pregunta el príncipe entre risas.
-No te importa-contesta Aemond.
-Iremos a las calles de seda, deberías venir con nosotros -Aemond fulmina a Rhaeliz con la mirada, ya que pensaba que iban a ser solo ellos.
-Que tal si mejor nos embriagamos en un bar. Se nota que tú necesitas un trago-Dice Aegon señalando a la princesa.
los tres príncipes se ponen sus capas y se marcharon por los pasadizos. Rhaeliz conversaba solamente con Aegon ambos reían y se burlaban de gente del castillo. Esta conversación provocaba que Aemond estuviera furioso. Ya que Rhaeliz se había pasado todo el camino ignorándolo. Y no lograba entender los sentimientos de la princesa. Un día lo besaba y luego lo abrazaba pero después se alejaba de él. Pero ella estaba igual confundida que el, al tenerlo cerca no se podía contener, y eso la afectaba ya que el príncipe había herido su corazón y por años ella intentó olvidar ese dolor atraves de los entrenamiento, pero al tenerlo cerca sabía que esa fase no había estado superada aún.
Al llegar Aegon los llevo a un bar donde al parecer el iba muy frecuente ya que se notaba bastante cómodo al entrar. Habían prostitutas y gente fornicando en cada esquina. Pero los príncipes no le dieron importancia y fueron directo a la barra a tomar.
-Aqui puedes ser quien quieras ser-le susurra Aegon a Rhaeliz,mientras le baja su capa. Haciendo que su cabello no esté más descubierto. Rhaeliz no argumento, ya que ambos príncipes también se habían quitado su capa.
-Tres tragos- pide Aemond. En este bar Aegon era muy conocido y lo traban con superioridad. Ya que era un Targaryen.
Mientras Aemond solo había tomando un solo trago en las pasadas tres horas. Rhaeliz y Aegon estaban borrachos. La princesa no era de tomar, el alcohol para ella le parecía algo callejero y no culto para una guerra. Pero hoy, Rhaeliz estaba trasformada el alcohol la había vuelto muy sensual y coqueta.
Aegon y Rhaeliz se la pasaron bailando. La princesa no apartaba de su vista a Aemond, ya que este tampoco dejaba de mirar. Lo que estás miradas provocaron fue causante de que Rhaeliz se pusiera más coqueta con Aegon con el fin de poner celosos a Aemond.
-Me encantas Rhaeliz-Aegon le susurra a el odio de la princesa. Lo que provocó que ella se sonrojara.-Que lastima que no te convertiste en mi esposa-
-Estás ebrio Aegon- le contesta Rhaeliz algo sonrojado por el comentario del príncipe. Ya ella era una adulta y podía decirse que se encontraba exaltada por el tacto de Aegon.
el principe no desaprovechaba la oportunidad de tocar todo el cuerpo de la princesa. Y eso hacía que Aemond ardiera en furia, cuando los labios de Aegon estuvieron apunto de tocar los de Rhaeliz. Aemond se levanta furioso y empuja a su hermano. El cual comienza a reírse, por la actitud de Aemond.
-Nos vamos-Aemond toma a Rhaeliz por el brazo y está intetaba zafarse de su agarre.
-Sueltme, quiero seguir-exclama la princesa.
-No Rhaeliz, mira Cómo estás-
Rhaeliz se percata de su estado así que no pone mas presión en zafarse del agarre.
-Te espero a fuera Aegon-
Aemond lleva a Rhaeliz hasta las a fueras del bar. Y hace que esta lo mire directo a los ojos. La noche hacia que los ojos de príncipe resaltarán más, o eso era lo que Rhaeliz pensaba.
-Porque eres tan serio?-le pregunta Rhaeliz. Lo que provoca una leve sonrisa en los labios de Aemond.
-No me gusta verte con mi hermano- Su honestidad le sorprendió a la princesa.
-Si hubieras respondido a mi te a...-Rhaeliz iba a continuar pero es interrumpida por Aegon.
-No te ibas a coger a una prostituta-le pregunta Aemond con algo de desagrado a su hermano.
-Creo que hoy prefiero a una princesa-Responde Aegon mientras mira a Rhaeliz, sonriente. Aemond no quería formar un escándalo así que se mantuvo tranquilo.
-Vámonos para el castillo-
Los príncipes se ponen sus capas y se encamina hasta el castillo. Cuando llegaron a la fortaleza roja. La princesa estaba en el medio de ambos príncipes lo que hacía que por una extraña razón se sintiera segura e imponente. En el camino se encuentran con Rhaena. La cual no duda en juzgar a su hermana con la mirada
-Que demonios hace Rhaeliz?-Rhaena le reclama, lo que provocó que la princesa soltara un bufido-Mira las horas que son y tú a fuera de tus aposentos y con dos...-Rhaeliz la interrumpe
-Y que vas Hacer Rhaena-Pregunta Rhaeliz y se acerca de manera desafiante. -Te quejaras con tu papi-se burla la princesa-a verdad no te hace caso-
-Llegas a Kings landing y te comportas como una zorra-Aemond iba actuar ante el comentario de Rhaena hacia Rhaeliz. Pero la princesa fue más rápido y sacó su daga colocándola en el cuello de su querida hermana. Rhaena se tensa nada mas de sentir la daga en su cuello y mira a su media hermana con terror.
-Cuida tu boca Rhaena, que no se te olvide con quien hablas-Amenza Rhaeliz. Cuando Rhaeliz saca la daga del cuello de Rhaena, hace un pequeño corte intencional-Nos vemos luego, primita me iré a coger a dos hermanos Targaryen-
-Ensucias el nombre de nuestra familia!-Le grita Rhaeliz cuando Esta ya esta dándole la espalda.
Los presentes comienza a reírse con la princesa. Y siguen a Rhaeliz hasta sus aposentos. Los tres príncipe entran y Aegon se tumba en la cama de la princesa.
-Aegon vamos lárgate-le exige Aemond y este niega.
-No la escuchaste vamos a coger todos-Se rie pícaramente.
-Largarte o te saco...-Rhaeliz lo interrumpe.
-Porque no te largas Tu-Aemond la mira sorprendido, pensando por unos segundos que era una broma.
-No te dejare sola con Aegon-la princesa se encoge de hombros.
-Pues prefieres míranos coger-suleta una pequeña risita burlona.
-lárgate hermano, déjame disfrutar-Le exclama Aegon desde la cama.
-Rhaeliz..-Aemond es interrumpido nuevamente.
-lárgate-Aemond al escuchar a la princesa tan fría
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Dragons Love
FanfictionUna negro y un verde, destinados a odiarse mutuamente pero su amor más grande que el odio que sus familias tienen.