Capitulo 14

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Ya era casi media noche y la princesa se encontraba en sus apocentos ya vestida. Tenía un hermoso traje de color rojo oscuro con pequeños detalle en oro y su hermano cabello platinado peinado con unas hermosas trenzas que se unían en la parte de atrás.

La princesa escucha que tocan la puerta varías veces.

-Puede pasar-Indica. Cuando las puertas se abren se encuentra el príncipe Aemond. Rhaeliz de tan solo verlos sonríe.

-Que hermosa te ves mi princesa-Dice el príncipe mientras camina hasta la princesa

-Gracias mi príncipe-contesta la Rhaeliz -a donde iremos?-pregunta al observar que el príncipe traería dos capas.

-Es una sorpresa-dice Aemond dándole una de las capas a la princesa-Te dije lo hermosa que te veías-recalca Aemond haciendo que la princesa se sonrojara

-Si mi príncipe-sonrie Rhaeliz. Ella sabía que estaba perdidamente enamorada de él. Y esa guerrera que tenía dentro de convertía en una simple princesa enamorada. Sabía muy bien que cuando se trataba de Aemond ella no era fuerte, el amor la cegó por completo y perdonarlo fue fácil.

Ambos príncipes se ponen sus capas y cubren su hermoso cabello platinado. Aemond toma la mano de la hermosa princesa y le dice que confíe en el. Rhaeliz acierte levemente y ambos se adentran a uno de los pasadizos que había en la habitación de la princesa. Con sus manos agarradas comenzaron su caminata por los largos pasadizos.

-Hace años no pasaba por aquí-dice la princesa observando el largo pasadizo lleno de antorchas.-Extrañaba esto-

-Yo te extrañaba a ti-responde el príncipe con su vista vista fija en el camino. Aemond nota un pequeño silencio y mira a la princesa, la cual tenía una cálida sonrisa. -Que?-dice Aemond. Este la mira por unos breves segundos mas, otorgándole una sonrisa a la princesa. Y vuelve a colocar su vista en el camino.

-Nada, solo que nunca pensé en volver a estar así contigo-Responde la princesa, algo apenada.

-Yo siempre supe que volvería a mi-Dice Aemond muy seguro. El también amaba a Rhaeliz demasiado y sabía que había cometido error. Y ahora nadie iba a impedir su gran amor. Ya eran dos adultos que desde la infancia se habían enamorado.

Ambos guardan silencio por unos segundos ya que escucha el sonido de la armadura de unos guardias a sus espaldas. El príncipe Aemond se da la vuelta y observa unas sobras que parecían de los guardias del castillo.

-Corre-exclama el príncipe al ver que estas sombras se estaban acercando. Aemond agarra con fuerza la mano de la princesa para que no separen y corren hasta llegar al final del pasadizo, el cual llevaba a las afueras de la fortaleza rojo.

-Esto fue increíble-dice la princesa entre risas. El príncipe se quedó mirando lo hermosa que se veía mientras reía, y lo hermosa que era sus sonrisa. De repente observa algo brilloso que sobresaltaba en el pecho de la princesa. Al lograr  verlo bien era el collar de zafiro que el, le había regalado.

-Aun lo llevas puesto-dice el príncipe refiriéndose a el collar.

-Nunca me lo he quitado-responde Rhaeliz mientras se lo guarda dentro de su vestido.

-Vamos-El príncipe vuelve y agarra la mano de la princesa y se encamina por las calles de Kings landing.

Dos jovenes Targaryen por las calles pobres de Kings landig. Pasaban desapercibidos por sus capas negras. Mientras llegaban a su destinos el príncipe le contaba historias de rumores que yacían en las calles. Algunos eran rumores graciosos lo que hacía que la princesa riera a carcajadas. Y esto hacía que el príncipe se enamorara más de ella y de la hermosa sonrisa que tenía la princesa.

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