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Desde el momento en que lo conoció ya años atrás, en el primer día de clases, en el instante que su vista recorrió el salón de clases para decidir un asiento, un chico de cabellera oscura logró llamar enormemente su atención, ¿y cómo no hacerlo? E...

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Desde el momento en que lo conoció ya años atrás, en el primer día de clases, en el instante que su vista recorrió el salón de clases para decidir un asiento, un chico de cabellera oscura logró llamar enormemente su atención, ¿y cómo no hacerlo? Era un muchacho tan llamativo, con una forma única de hablar y expresarse, tan activo y extrovertido, no era el mejor de la clase, pero sin duda sabía hacia dónde se dirigía y qué hacía ahí.

A Luzu le gustaba mucho Quackity, pero no era un "gustar" romántico, era un gustar muy diferente a algo que hubiese sentido antes.

Quería estar cerca de él, conversar con él, salir con él, ser parte de su vida.

Auron nunca lo permitió, por supuesto. Siguió minuciosamente cada paso que Luzu daba en su vida escolar, si hablaba con alguien, aprobaba una materia o sacaba punta a su lápiz, Auron lo sabría, no había forma de que se le escapase, así que cuando notó el interés de su niño hacia Quackity, le prohibió estrictamente dirigirle la palabra a menos de que fuese necesario, y disfrazó su prohibición con "amor", porque, según él, le causaba mucha inseguridad que se llevara bien con ese compañero.

Fueron años llenos de abusos de todo tipo, restricciones, gritos, obsesión...Pero finalmente, después de tanto tiempo obligado a bloquear comunicación con Quackity, podían hablar y podían estar juntos, no había nada que los detuviera.

Entre más tiempo pasaban juntos, más cariño le tomaba. Escucharlo hablar desde lejos era lindo, pero poder hablar directamente con él era la cúspide de la felicidad, no podía creer la persona tan linda que era. 

En el momento en que comenzaron a vivir juntos (con George), el reprimir sentimientos ya no era una opción para Luzu, mejor dicho, se volvió imposible continuar reprimiéndolos, no podía, estar a lado de Quackity todo el día se lo imposibilitaba.

Era un chico tan lindo, tan amable, cuidadoso y cariñoso, era como todo lo que había necesitado todos esos años.  Cuando se acercaba a él, cada vez que dormían juntos y cada vez que podía percibir su perfume, su estómago se revolvía y su corazón se alborotaba.

—¿Lusu?— Quackity lo miró con extrañeza desde su sitio —¿En qué piensas? Te veo distraído.

—En nada, Quacks— respondió sonriendo, cerrando la botella en su mano —ya terminé de ponerte el bloqueador, ¿vamos a nadar?

Quackity asintió, levantándose de su sitio para caminar a su lado hacia la orilla, donde el mar golpeaba gentilmente la arena. Luzu sintió las olas tocar sus pies, mojándolos, invitándolo a entrar y divertirse un rato junto a su compañero.

Visitar la playa era algo de casi todos los días para el castaño, conocía el sitio como la palma de su mano, pero esa vez era diferente, era más libre, no debía preocuparse de llegar antes de las ocho de la noche a casa, tampoco debía avisar dónde estaba cada cuarenta minutos, esa vez podría estar ahí por días y nadie le gritaría por ello.

Behind You ☆ LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora