Las amenazas, el terror y la dependencia emocional no dejan a Luzu huir de una relación abusiva, Quackity está dispuesto a salvarlo y demostrarle que el amor no duele, dando todo de sí, intentando dejar atrás el miedo que siente por el monstruo detr...
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A pesar del dolor de cabeza por la resaca, Luzu despertó de mejor humor que de costumbre, esa noche logró descansar increíblemente bien, era reparador. Después de caer noqueado por las copas, no supo nada más del mundo hasta que escuchó la alarma para despertar y prepararse para la universidad.
Al fin era viernes, usualmente ese día todos se sentían desganados y con ganas de salir de la escuela para ir de fiesta a la playa o ir a beber algo con sus amigos, en especial los chicos del último semestre, era la recta final y debían aprovechar al cien por ciento sus fiestas universitarias. La fiesta de graduación también se acercaba, aunque entre la parejita ya lo habían mencionado un par de veces, Quackity quería pedirle de manera especial a Luzu que lo acompañara, así que llevaba un par de días intentando planificar una especie de cita donde pudiera pasársela bien, y de paso desestresarse un poco por los proyectos escolares.
La quinta clase del día finalizó con éxito, el profesor se retiró dando rienda suelta a los alumnos para salir del aula, comprar algo para merendar rápido y regresar.
Cuando Quackity terminó de anotar el diagrama del pizarrón, se apresuró a buscar con la mirada a Luzu para invitarlo a la dichosa cita, sin embargo, una enorme vena de rabia se marcó en su frente cuando lo localizó en la puerta hablando con Wilbur.
Ambos castaños hablaban despreocupados, las carcajadas que se echaban hacían evidente que mantenían una conversación divertida.
Ni siquiera se molestó en levantarse de su asiento, bufó con decepción y sacó su móvil.
—No seas berrinchudo. —George se acercó a él dejándole caer un libretazo en la cabeza. Con rapidez, tomó asiento frente a Quackity, quien no le despegaba la mirada al celular —Ya viste que ayer no pasó nada, ¿por qué sigues molesto?
—No es nada.
—Entiendo... —rio —¿No será que quieres invitarlo a la cita y Wilbur ya te frustró el plan de hacerlo ahora?— como siempre, George estaba al tanto de lo que Quackity pensaba— Ve a pedírselo, dudo que a alguno de ellos les interese mucho si los interrumpes un segundo.
Quackity negó con la cabeza, no era romántico invitar a una cita así, él quería que fuera lo más especial posible, no con ese tipo en medio de ambos.
No, no podía permitir que eso lo detuviera, él bien sabía que por Luzu haría cualquier cosa, además, era ahora o nunca, antes de que la vergüenza lo hiciese acobardarse. Sí, ya eran pareja, pero él seguía loco por su novio, estar junto a él le parecía un sueño del que no quería despertar, seguía sintiéndose como su crush, así que, pedir cosas como salir aún lo avergonzaban un poco.
Decidido, se levantó de su sitio y caminó hacia los dos chicos.
—¡Quackity, amigo!— Wilbur lo saludó acercando su puño, cosa a la que Quackity correspondió chocándolo, intentando ser amable —¿Qué tal todo?
