parte 25

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Hoy es día de ir a clases, después de hacerlo en el sofá fui a ducharme, el señor Lee fue a nuestra habitación.

Salí del apartamento sin avisar, no quiero que me lleve. Ah, es lindo sentir otro ambiente. Las calles, las personas, el aire fresco de la mañana. Creo que eso mejoró mi estado de ánimo. Intenté no pensar en él. Quiero despejar mi mente.

Las clases estuvieron igual que días anteriores, trabajos y demás. Hum, creo que me empieza a gustar estar aquí. Me tocó estar sola en el almuerzo, mi compañera no vino hoy desgraciadamente. Sí me sentí triste, quiero decir, nada estaba ayudando para que me sintiera mejor. La situación con el señor Lee, el hecho de que ya no he visto a mi mamá desde hace meses, estar sola en estos momentos, querer un abrazo pero que nadie me lo dé. Nada. Eso me hizo llorar.

Mientras comía el último bocado de mi sándwich, un profesor se acercó, no recuerdo haberlo visto antes. Supongo que es nuevo.

-¿Todo bien?- ¿acaso me veo bien?

-Hum... supongo.-

Toma asiento a lado, apoya sus manos en las rodillas y las aprieta, hum se ve nervioso, que extraño.

-Eres muy solitaria por lo que veo.-

-Antes me gustaba pero ahora me arrepiento de no haber hecho amigos.-

-Nunca es tarde para hacerlo, sabes.- teniendo una charla amistosa con un profesor, no sabía que lo necesitaba.

-No es fácil para mí.- sí, siempre fue un problema el hacer amigos.

Antes, cuando yo tenía la iniciativa de hablar con ellos decían que era muy intensa cuando solamente los saludaba una vez al día. La última vez, le hablé a un chico debido a que me apresuró en las escaleras, lo hice de forma amistosa primeramente, hasta que supe que tenía novia. Lo raro de él fue la manera de referirse a mi a pesar de tener una relación, me hablaba por apodos cariñosos y esas cosas. Me gustaba en cierta parte pero sólo de repente me dejó de hablar. Hum no tengo buena suerte al conocer personas cuando quiero conocerlas.

Nos quedamos sin hablar por minutos hasta que sonó el timbre. Hora de volver a las clases. No quería ser grosera pero tampoco sé cómo despedirme.

-Hum gracias por no dejarme sola hoy.- una sonrisa se escapó de mis labios.

-No agradezcas, pequeña.- acaricia mi cabello, fue lindo, se sintió... lindo y cálido.

Oh, no pregunté su nombre.

Al terminar las clases planeaba dirigirme a la sala de maestros, sí, quería buscarlo pero él vino. Lo hizo él.

No está mal ¿cierto? Quiero decir, creo que no tiene malas intenciones así que puedo darle mi número, en caso de no verlo podría mandarle mensajes. Intercambiamos números para después tomar caminos diferentes.

Estaba en la entrada principal, debatiendo en llamar al Señor Lee o irme por mi cuenta. Aún no sé qué hacer, mi parte trasera duele por el pavimento. Caminaré. No hay de otra.

Adoro esta sensación de caminar y sentir que todo lo malo se aleja lentamente, es como si a mi cuerpo se le quitara un gran peso. Lo adoro. Ruego por más días como estos.

No importó aún cuando comenzó a llover, fue preocupante porque aún faltaba para llegar al departamento y posiblemente pescara un resfriado pero aún así quise disfrutar ese momento que anhelaba cuando era pequeña, no lo había hecho debido a ese miedo de enfermar.

Fue un día de buenas sensaciones, primero la charla amistosa con el profesor, las clases tan tranquilas del día, la preciosa caminata que acabo de realizar junto a la lluvia. Sólo falta una buena comida y un baño caliente, sería perfecto para terminar este día.

Espero que no haya problemas al momento de llegar, en caso de que esté el señor Lee le hablaré amablemente, quiero seguir con mis buenos ánimos así que intentaré evitar peleas.

Ah, mis libretas se mojaron, nada me costaba comprar un paraguas en alguna tienda, ahora me arrepiento de mojarme.

Lavé mi uniforme para el siguiente día, después lo pasé a la secadora. El baño caliente fue muy de lujo, sólo me dió más ganas de dormir pero también quiero comer algo.

Y no, el señor Lee no estaba cuando llegué, tampoco lo hizo después de irme a dormir. No lo ví en todo el día a excepción de la mañana, que por cierto fueron pocos minutos.

El primero intento de dormir fue a las 10:30. Estuve mucho tiempo con los ojos cerrados, hice de crear falsos escenarios, mi parte favorita de la noche, pero no logré conciliar sueño. Canté varias canciones, unas que hace tiempo no escuchaba pero logré acordarme de la canción aún así. Parpadeando rápidamente tampoco fue de ayuda. Mi cabeza comenzaba a doler y mis ojos a pesar. Pero no podía. Se dieron las 4:33. El señor Lee aún no llega. Creo que hoy no vendrá a casa.

Iba a llamarlo, porque de todas formas me preocupa, lo quiero todavía.

Un mensaje de número desconocido estaba reflejado en la pantalla, un simple saludo. Sip, es del profesor, mi teléfono comienza a timbrar cuando iba a responder el mensaje. El señor Lee dió señales de vida, estaba marcando tan noche, no puedo molestarme porque no estoy dormida.

-¿Estás dormida?- vaya pregunta.

-Imagino que estuvo bebiendo. Nunca haría una pregunta tan ilógica.-

- No quise llegar a casa en este estado. Estoy en un hotel.- no pronuncié nada más, sólo escuchaba. - Lo siento, amor, de verdad lo siento por todo. Te he prometido tantas cosas que... siento haberte fallado en todas. Ah, no sabes de verdad cuánto odio vivir y no hacer nada bueno por ti. Sabes que te amo ¿verdad? Decirlo no vale tanto que demostrarlo pero, siento que nada es suficiente. Mereces mucho más de lo poco que te he dado. Soy tan patético ¿cierto? Llamando tan noche, sin verte en todo el día más que solo en la mañana para tener sexo que en realidad me arrepiento de haber hecho eso. Siento que te apresuré y me siento culpable. Perdóname amor por todo, por existir si es necesario, intentaré mejorar para ti. - no, no estaba en su mejor momento, eso queda claro. Se escuchaba lloroso y arrepentido. Parecía una crisis de los adolescentes cuando están enamorados. Me recuerda a mi. Lo amo. Sí, amo al señor Lee.

¿Qué debería hacer? ¿Podría pedirle su ubicación e ir con él? ¿O espero hasta el día de mañana que regrese? Hum es difícil.

- Te amo. Te amo tanto, cariño.- quiero verlo ahora.

- ¿Dónde está, señor Lee? -






















Sun ° Lee Dong Wook °Donde viven las historias. Descúbrelo ahora