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Unas cuantas semanas habían pasado desde lo sucedido con Naruto y ese hombre enmascarado; Toda la fuerza shinobi estaba en alerta por si se llegara a repetir algo como eso.

Hiruzen estaba casa vez más perturbado por la situación, si no fuese por Naruto era imposible detectar al tipo, sabía suprimir muy bien su chakra o tenía algun tipo de sello que le ayudaba a esconderlo.

No le gustaba para nada tener aún enemigo que fuese capa de entrar y salir de su aldea sin ser detectado.

Naruto quien aún no olvidaba su lucha aún se maldecia, lo tuvo allí, a tan solo centímetros de lograr acabar con ese maldito.

Si no fuese por ese error ahora podría ser la persona más feliz de todas; Fuera de su lamento había estado estudiando un poco su lucha contra el tipo.

No sabía cuántas veces había utilizado esa técnica para convertirse en un fantasma, pero por alguna extraña razón no la había utilizado para evitar su chidori.

¿Quizá están tan distraído que olvidó utilizarla? Era muy improbable, dudaba que ese tipo fuese así, él jamás olvidaría utilizar siempre una técnica tan poderosa cada que lo necesitará.

También existía la posibilidad de tener un límite de usos, algo así como el Chidori; Según los informes de su padre, que algún día Kakashi le había enviado sobre el Chidori, solo se podía utilizar cinco veces antes de agotar todas las reservas de chakra y con ello fallecer, este en el caso de Kakashi.

Eso podía significar este tipo tenía un contador de veces que podía utilizar está técnica? Podía ser, no todo en la vida era perfecto y al parecer esa técnica tenía una gran debilidad: Se estremecío un poco al imaginarse tal técnica sin una debilidad, literalmente te hacía intocable.

Ahora lo que seguía. ¿Cuántas veces eran las veces que se podían utilizar estás técnicas? Tenía que averiguar eso, ¿Pero como? La única forma era de encontrarse de nuevo con ese tipo y realmente dudaba de sus capacidades si ese maldito iba con todo contra él.

Además, era imposible que el Sandaime lo dejase salir de la aldea después de todo lo sucedido.

Suspiro cuando cayó de espaldas rendida en el patio trasero de su casa; Se había estando roto la cabeza todos estos días intentando averiguar más sobre esta habilidad, tenía rollos de su padre regados por todos lados y aún así no logro nada.

Si tan solo le hubiese escrito información sobre este rival que enfrentó se lo podría hacer más fácil crear un plan para un futuro.

Observo el cielo azul con tranquilidad; Era tan hermoso, sin ningún tipo de dolor... Ni tan tormentoso cuando las nubes se ponían negras y truenos retumbaban.

¿Será que las naciones algún día lucirían algo parecidas al cielo si llega alcanzar la paz? Si era posible, él lo quería ver, y si no lo era, él haría que lo fuese. Sin ninguna duda tenía dos objetivos, acabar con ese hombre y traer la paz al mundo.

De alguna forma lo lograría, ya sea uniendo al mundo o.... No quería imaginarse las cosas que tendría que hacer si el mundo no quisiera cooperar. Debían hacerlo, para un bien mayor, no solo él de él sino que para todas las futuras generaciones. Él velará por ellos, no hará lo mismo que sus antecesores que solo pensaban en ellos mismos y nada más.

Cerró sus ojos tras terminar con sus pensamientos, quería descansar, hoy tuvo un duro entrenamiento con Gai, sin duda alguna cada ves se ganaba más la confianza y aprecio del hombre. Dentro de unos meses presionaría suavemente al hombre Jounin con el tema de las puertas internas, necesitaría cualquier tipo de has si se llegaban a complicar las cosas.

Asesina Para vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora