Hiruzen corría a lo máximo que sus piernas le permitían: Ya no poseía su vestimenta de Hokage, ahora tenía puesto su ropa de combate. Se encontraba persiguiendo el rastro de Naruto. No habían pasado ni cinco minutos desde que Danzo le soltó la bomba. Naruto tomó el lugar de Itami para asesinar al clan Uchiha y al parecer Naruto tenía la idea de abandonar Konoha.
Él no podía permitir que Naruto se fuera, no podía dejar que el linaje del Mokuton dejará Konoha. Eso era lo más indispensable. Y por fin, lo veía, el valle del fin. Naruto se encontraba de pie sobre la estatua del mayor traidor de la historia, Uchiha Madara. Él cayó sobre la estatua del primero y observo seriamente a Naruto. El rubio solamente observo al anciano con una mirada muerta.
"Naruto"- Habló Hiruzen seriamente.
"Al fin llegas, Sarutobi"-
La lluvia comenzó a caer lentamente sobre el país del fuego, pronto los dos shinobis se vieron empapados por el agua: Los rayos surcaron el cielo pero en ningún momento se dejaron de ver a los ojos.
"¿Porqué hiciste esto, Naruto? tú no debías hacerlo."- Dijo con pesar el anciano y Naruto se burlo.
"No iba a dejar que Itami asesinara a su propia familia. Me pesaría mucho la conciencia enviar a una niña hacer el trabajo de los adultos."- Naruto alzó un poco su rostro viendo con despreció a Hiruzen.
"Pero tú también eres un niño, Naruto....."-
"Deje de serlo desde el primer día que asesine aun hombre, viejo. Mi mente ya esta corrompida por la sangre y por vuestro egoísmo. Todo esto ha sido causado por vosotros y por no tener los huevos necesarios.en cambio yo tuve los pantalones que los mayores no"- Naruto lentamente comenzó a sacar su Katana que brillo con el resplandor de un relampago." Además: Ya quería salir de Konoha. Recientemente me di cuenta que no hacía nada protegiendo la aldea que tanto amo si a los que en realidad protegía era a unas malditas ratas despreciables que lo único que hacen es chupar como una sanguijuela."-
Hiruzen suspiro al oír las palabras de Naruto.
"¿Que quieres decir con eso?"- Pregunto el anciano y vio como la mirada de despreció de Naruto aumentaba.
"No te hagas el idiota, anciano. Me enteré como murió mi madre en realidad."-
Los ojos de Hiruzen se abrieron y una expresión atonita se clavo en su rostro.
"Desde el inició de los tiempos de Konoha han habido ratas traicioneras, desde el mandato de tu asqueroso maestro hasta ti. Primero traicionan a los Uzumaki y luego tú vas y lo haces con mi madre. Pero estoy feliz que ella tuviese claro su camino y que no permitiera que alguien como tu abusara de ella. Porqué si lo hubieses hecho... Konoha ya sería historia."- Y tenía razón, si las cosas hubieran sido al contrarió y si su madre hubiese sido violada sin duda ya habría enterrado a Konoha de la faz de las naciones elementales.
"Parece que no puedo hacer nada para que vuelvas, eh."- Susurró mientras comenzaba hacer una secuencia de sellos.
"No creo que seas tan iluso que si hay algo que puedas hacer, viejo."- Naruto hizo que el chakra raiton bailara en su Katana cuando Hiruzen invoco al Rey mono.
"¿Hiruzen?"- Pregunto Enmma confundido mientras veía a su invocador y al muchacho que se encontraba frente a ellos." ¿Ese no es el hijo de Minato?"- Pregunto y Hiruzen asintió con tristeza.
"Masacro por completo al clan Uchiha y ahora es un traidor. Me temo que solo hay un camino para esto."- Enmma abrió un poco sus ojos por la sorpresa pero segundos después se puso serió y asintió mientras se convertían en un gran bastón negro." Perdoname, Minato..."- Susurró Hiruzen justo cuando cargo contra Naruto.
