Parte 2

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-Para los recién comprometidos, muchas felicidades- nos dice el mesero, dejándonos un pastel de regalo. Aún no puedo procesar la enorme cagada que me acabo de meter y no sé como solucionarla de una manera que no salga herido, se ve tan emocionado y feliz...

-Aun no lo asimilo, jamás pensé que llegaría este día- me da el pastel -pero llego, aquí estamos- yo asiento, se muerde el labio -al fin estamos aquí- alza su mano y la apoya en mi mejilla, eso me hace sonrojarme. Tengo que decir algo, ¿Qué le digo?, ¿Cómo le digo? -Estás muy callado ángel- me dice, mientras me acaricia con el pulgar.

-Estoooy procesando todo- digo nervioso, finjo una sonrisa y parece satisfecho.

-¿Dices qué habría que poner fecha?- Me sugiere, yo agarro un tenedor y pruebo el pastel.

-Supongo- digo sin más, no le puedo decir aquí, no es el lugar adecuado, solo me queda seguirle la corriente -¿Cuál día propones?- Este piensa un poco, mientras mira el pastel yo agarro con mi tenedor una parte del pastel y se la alzo a su cara, sonríe y la come gustoso.

-Pensé, dentro de una semana- yo casi me atraganto con la comida.

-¿Por qué con tan poco tiempo de preparación?- Le pregunto desconcertado, agarra mi tenedor de mi mano y come otra porción mientras alza sus hombros y me mira fijo con una sonrisa nostálgica, eso me pone nervioso, nunca lo vi así.

-Es que me lo imaginé tantas veces  y te espere seis mil años, no puedo esperar mucho más- dice en broma pero sus palabras se graban en mi piel como si fuera un tatuaje, seis mil años dijo que me espero seis mil años...

-Crowley- le llamo, me da una parte del pastel como se la di yo.

-hmm- me anima, yo trago el pastel.

-¿Yo... Te gusto?- Este del ríe.

-Nos acabamos de comprometer creo que es bastante evidente ¿No crees Ángel?- Me dice como si fuera lógico, es un demonio, yo jamás pensé que ellos podrían, -yo a él le gusto, no sé cómo procesar esto- pienso.

-Obvio si, pero digo ¿Desde hace cuanto?- Le animo, este se acerca a mi yo me alejo un poco sin que se note mucho.

-Creo que desde siempre, me cautivaste, es raro decirte esto jaja, aún no me acostumbro, pero fuiste el único ángel que me trato así desde que me convertí en demonio y eso simplemente me fue enamorando en cada gesto- apoya su mano en mi pierna, yo me sobresalto -tu turno Azi- me dice, a mi se dime corta el aire -¿Tú cuando de mi?- Yo parpadeo aturdido.

-No sé- digo sin más, necesito salir de esta situación ahora me estoy volviendo loco.

-¿No sabes?- Me dice riendo, -piensa una vez que hayas sentido esas mariposas correteando como yo siento ahora- sonríe, intento pensar alguna vez pero no duro mucho hasta encontrar el momento perfecto.

-Fue en la guerra- siento que aprieta un poco mi pierna eso me estremece, jamás fue alguien del tacto físico y ahora pareciera que es normal en su día a día, -con los Nazis aquella vez que me rescataste, fue muy conmovedora- miro a un costado. -Creo que quisiera que hablemos en otro lugar más privado- este asiente, se levanta y deja plata en la mesa me extiende la mano, yo trago seco pero la acepto, me ayuda a levantarme, pero no suelta nuestras manos, siento que me bajará la presión el entrelaza nuestros dedos, al ser una serpiente de sangre fría no desprende calor y eso hace que se sienta bien agarrarle de las manos. -Es cómodo- digo sin pensar.

-Hmm- me pregunta, llegando al auto yo alzo nuestra manos, -lo es- dice animado, en su mirada destellaba un brillo que jamás había visto, o si lo había visto no lo había percibido así. Me suelta la mano al llegar al auto, nos subimos y el silencio se apodera de nosotros, le tengo que decir la verdad, me animo.

Casados por error  "Good Omens" (Libro en formato físico disponible)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora