Sucker for you ◇KookGi◇

◇.17◇

Yoongi tuvo que reprimir una mueca de incomodidad porque Jungkook olía a alcohol puro. No podía soportar simplemente ese olor, era 100% desagradable aunque le dijeran que es un exagerado. No obstante, analizándolo mejor, el alcohol mezclado con el refrescante aroma varonil propio del pelinegro quizás no era tan fastidioso después de todo.

— Te extrañé mucho, mucho~ — murmuró Jungkook, frotando su nariz contra la piel expuesta. Inhalando el dulce perfume que provenía de Yoongi.

— Entonces debió ser eso. — dijo Namjoon con una leve sonrisa. — ¿Ustedes son novios?

— ¿Qué? No, claro que no. — argumentó el pelinegro, intentando separarse del agarre que tenía impuesto Jungkook en él.

— No estoy entendiendo nada. — comentó encogiéndose de hombros.

— Solo somos amigos. — agregó para luego posicionar sus manos en los hombros de Jungkook y mirarlo con fijeza. — Hey, tienes que ir a casa, es demasiado tarde.

— ¡No, no, no! Yo quiero estar contigo~ — se negó a soltarlo, haciendo un pequeño puchero.

— Bienvenido a mi problema, Yoongi-ah. — se burló el moreno. — Lidiar con él ahora será sumamente difícil.

— Agh. — se quejó, tratando de no impacientarse. Carraspeó intentando cambiar su voz a una más suave. — Jungkook, debes ir a casa, tienes que descansar.

— Yo quiero dormir contigo y si no puedo, entonces no me moveré de aquí.

— Pareces un niño caprichoso, no estoy jugando. — intentó regañarlo, sin obtener nada bueno.

— Por favor, yo quiero estar contigo~ — su voz sonó entre débil y somnolienta.

— Y yo quiero que obedezcas y no le causes problemas a Namjoon. Él quiere llevarte a tu casa y tú solo te niegas, eso es muy inmaduro de tu parte.

— Es que..., es que yo quería verte. ¿P-puedo dormir contigo? — susurró,  con la voz ronca producto de haberse alcoholizado en exceso. — Por favor~

Si Jungkook se viera ahora mismo pero estando completamente sobrio, hubiera comprendido que su dignidad ya se había perdido. O quizás se fue desapareciendo desde que conoció a Yoongi.

— No, no puedo, solo tengo una cama, además necesitas un baño, otro cambio de ropa y acomodarte en tu verdadera habitación.  — suspiró algo cansado. — Solo déjame llevarte hasta tu casa. Namjoon nos ayudará.

— Es cierto,ya deja de jugar y solo acepta nuestras indicaciones. — mencionó, está vez más firme, obteniendo un quejido por parte de Jungkook.

— No quiero, solo vete Nam, yo iré con Yoongi. — sus palabras eran alargadas unas a otras, demostrando el cansancio que tenía.

— Si no fuera porque yo también muero de sueño, estoy seguro que te dejaría aquí para que te mueras de frío, Jeon Jungkook. — siseo y deshaciéndose del agarre del pelinegro, se dirigió hacia el más alto. — Lo llevaré a mi apartamento hasta que esté totalmente sobrio, no te preocupes por él, Namjoon.

— ¿En serio? ¡Ah, muchas gracias! — sonrió levemente. — Bueno, si tienes algún inconveniente con él, solo llámame.

— ¡¿Y por qué te llamaría a ti?! — interrumpió Jungkook. — Él no tiene porque llamarte. — gruñó y Yoongi rodó los ojos. El pelinegro se colocó detrás de Yoongi y volvió a abrazarlo por la cintura, colocando su mentón en uno de sus hombros.

— Ju-Jungkook, suéltame.

— Nop~ — lo apegó más a él y Yoongi soltó un fuerte suspiro.

— Nos vemos luego, Jeon. — se despidió Namjoon. — Y te deseo mucha suerte. — bromeó hacia el pelinegro.

— Sí, lo que digas, no lo mires mucho. — murmuró el pelinegro, intentando mover a Yoongi para que no viera al moreno.

— Eres tan celoso. — rió Namjoon brevemente.

Yoongi acomodó mejor sus lentes en el puente de su nariz y resopló cuando el chico alto desapareció de su campo visual.

— No podremos ir a ningún lado si sigues así.

— ¡Sí podemos! — aclaró rápidamente. — Eres muy cálido y tu perfume es delicioso. — balbuceó mientras llevaba sus suaves belfos hacia el cuello de Yoongi. — No me quiero separar de ti~

— Eres tan fastidioso estando ebrio. — habló tratando de sonar serio, aunque la verdad se encontraba algo cohibido por el acercamiento y con las mejillas totalmente sonrosadas. — Juro que te golpearé la frente si te veo tomar otra vez.

— No haré nada que no te guste. — comentó bajito, medio ronco.

— ¡Ah, mejor cállate! — presionó los brazos de Jungkook -que rodeaban su cintura- y decidió caminar hacia un paradero cercano. — Solo espero que pase un taxi, es demasiado tarde.

— ¿Y si caminamos? — bostezó el pelinegro, frotando su mejilla con la de Yoongi en un acto cariñoso.

— No puedo estando tú atrás de mí, en un estado de ebriedad y siendo más de las dos de la madrugada.

Jungkook no dijo nada más puesto que sentía demasiado sueño y lo único que quería era echarse en la cama abrazando a Yoongi por completo. Con un suspiro cansado, el pelinegro logró detener un taxi. Fue algo complicado subir con Jeon ya que este se negaba a soltarlo.

— Solo entra, ya es tarde. — habló entre dientes, en verdad que no quería perder la paciencia.

— Me vas... ¿Me vas a dejar? — preguntó totalmente triste, con los ojos cristalizados y logrando descolocar a Yoongi.

— ¡¿Cuándo fue qué dije eso?! — se exaltó quizás un poco, cerró los ojos por un par de segundos y trató de calmarse. — Jungkook, to no te voy a dejar. Iremos a casa, a descansar. — le explicó suavemente, logrando convencer al pelinegro.

Cuando Jeon por fin logró sentarse, Yoongi volvió a resoplar, sólo esperaba llegar y que Jungkook se durmiera por completo. Sin interrupciones, sin comentarios incoherentes. Solo quería descansar.

Ingresó al automóvil, siendo abrazado rápidamente por Jungkook. Yoongi se dejó hacer y con una breve explicación al conductor emprendieron el camino hacia su apartamento.

— Gracias por venir por mí~ — susurró muy cerca al oído del pelinegro. — Me gustas mucho~

— Sí, no es nada. — intentó cortar la conversación.

— Sí lo es, para mí tu eres mi todo~. — murmuró para finalmente dormir recostando su cabeza en el hombro de Yoongi.

El pelinegro agradeció completamente que fuera así, porque tenía un fuerte rubor en el rostro y sentir muy cerca a Jungkook es como si su respiración se retuviera. No entendía lo que pasaba consigo mismo. Y quizás no debería hacerse ideas de absolutamente nada, mucho menos de forma tan rápida.

"Solo está ebrio, por eso dice esas cosas" — su subconsciente volvió a responder por él. Ese lado inteligente y maduro que le ayudaba a no cometer errores. — "No puedes confiar con facilidad"