Merlina se transfirió a una nueva escuela, pero está era diferente a las demás. Era mágica.. por así decirlo, estando en su habitación se encontró con su compañera de cuarto, Enid Sinclair.
Eran polos opuestos, pero los polos opuestos se atraen ¿no...
Merlina llegó al dormitorio, lo raro era que no se encontraba Enid. Claro, después de eso porque querría verla a la cara.
La pelinegra vio unas maletas en la cama de Enid, supuso que se iba a cambiar de cuarto. Aunque si fuera así ¿por qué guardaría todas sus cosas?
¿Realmente la va a abandonar? Incluso si Merlina quisiera hablarle, su orgullo no se lo permitía. Quería que la rubia le hablará primero, quería que ella se lo explicara con su voz y no con simples pistas.
Agarro la Carta que que le dio la rubia y empezó a tener una visión, ya hacia tiempo que no tenía una.
En la visión salía una Enid con sus maletas y con sus papás al lado, para después pasar a la rubia lastimada e inconsciente o eso quería creer la pelinegra.
Volvió a la realidad con preocupación por el futuro de la rubia. Dejó la Carta en su escritorio y salió en busca de Enid, sentía miedo en ese momento, tal vez sus papás la lastimaran o algo peor.
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Enid se encontraba en el dormitorio de Yoko, ya que le estaba contando lo que vio y el problema que tiene con sus papás.
Yoko era alguien de fiar y aunque se la pasará con Bianca, Yoko no era como ella.
—Entonces.. ¿Me estas diciendo que los viste besarse? — Habló Yoko procesando las palabras de su amiga.
Enid asintió levemente con lágrimas en sus ojos, se sentía fatal y no alcanzó a comer nada. —No puede ser así. — Dijo Yoko quitándose los lentes y mirándola fijamente.
—¿Por qué lo dices? — Pregunto la rubia confundida por el cambio de su amiga.
Hubo un momento de silencio ya que la pelinegra estaba pensando en que decirle. —Apenas se conocen, no pueden de un momento a otro besarse. — Explicó tomando un sorbo de su bebida. Una bebida la cual Enid tuvo que dársela ya que se la debía.
—Tienes razón.. ¿Pero entonces? — Pregunto con la cabeza agachada.
—Tal vez fue para darte celos o.. ¿Le estaba quitando algo? — Dudo un poco la vampira volviendo a ponerse los lentes.
Enid lo procesó un poco, quería que fuera así, que solo era para darle celos y que la pelinegra si estaba enamorada de ella. Porque si, la rubia ya se había dado cuenta de sus sentimientos hacia ella, pero ese miedo de decepcionar más a sus padres la estaba matando.
Le contó a Ajax y el se lo tomó bien, incluso dijo que la apoyaría. Eso fue cuando se lo encontró de camino.
Aunque ahora ya no sabía que pensar de la pelinegra. ¿Ella la amaba? ¿Enserio sentiría lo mismo? ¿La rechazara? Todas esas preguntar invadían la mente de la rubia dándole una terrible ansiedad.
