LOS NEGROS Y LOS VERDES (LUCEMOND + JAEGONAENA + RHAELICENT )

2. En curso.

— ¿Te apetece volar conmigo, tío?

Jace observaba con fijeza a Aegon desde el momento en el que pidió una copa de vino para desayunar. Se alzó pues, quitándole con una sonrisa el alcohol de la mano y viendo la cara de sorpresa y pena que se le ponía.

— Un jinete no puede ir borracho encima de su dragón—volvió a hablar.

Ya solo quedaban ellos tres en la mesa, Lucerys se había ido a entrenar y Aemond a la reunión con el consejo, probablemente por asuntos de guerra.

Helaena se hallaba en su mundo, viendo la nueva araña que había conseguido, la cual de normal habitaba en un terrario en su cuarto pero ahora se había llevado por necesidad de apoyo emocional. Al fin montaría sobre Dreamfyre después de tanto tiempo, la ilusión era mucha pero también el miedo y la inseguridad.

— ¿Volar ahora? —cuestionó Aegon un tanto nervioso, terminó asintiendo pero porque le apetecía, en el fondo. Las veces que subían a sus dragones eran contadas, pero al parecer aquello había cambiado con el reinado de Rhaenyra.

— Sí, podemos ir a fosa dragón los tres en media hora. Nos alistaremos y volaremos. Es bueno que nuestros dragones se lleven bien también—la sonrisa de Jacaerys era sincera. Carraspeó para llamar la atención de Helaena—¿Esposa?

— ¡Ah! Sí… me gustaría—la princesa se alzó y caminó hacia su cuarto aún ida en sus pensamientos, mientras repetía una y otra vez que en media hora irían a fosa dragón para volar. No quería olvidarse.

Jace, el cual se había apoyado la mano sobre la mesa inclinado hacia Aegon le sonrió contento, revolviendo su cabello y marchando entonces.

— En media hora a la salida de la fortaleza pues.

El de pelo blanco asintió algo confuso. Iba a proceder a coger su copa pero Jacaerys se fue con ella haciéndole suspirar frustrado.

— Dorne es nuestro mayor problema ahora—habló Otto, aunque realmente llevaban ya quince minutos hablando para llegar a esta conclusión.

— ¿Y si le proponemos alianza mediante matrimonio?— Fue esta vez Corlys el que habló.

Aemond ya había anticipado esto, sabía perfectamente lo que se iba a venir ahora mismo.

— La realidad es que el príncipe dorniense actual está casado y su hijo tiene solo dos años—habló Otto tras recordar esto.

— Podemos comprometer su primera hija con el primer hijo del matrimonio de mi hijo. Será la futura reina de Poniente, es una buena oferta que quizás para las batallas contra los dornienses de una vez por todas—Rhaenyra dijo aquello mientras pensaba.

—El príncipe tiene una hermana también, la princesa Naira que aún no está comprometida. Nosotros tenemos a Aemond—Corlys volvió a proponer.

—No—ambas Rhaenyra y Alicent dijeron. Se miraron a la vez, una sonrisa complaciente por parte de las dos.

Aemond se mantuvo neutral, sorprendido por dentro sin embargo de que Rhaenyra lo quisiera defender. De su madre se lo esperaba.

—Si mandamos a Aemond a casarse en Dorne, será como darle la posibilidad de morir. Si va a haber un compromiso, tiene que ser con una niña que viva aquí—Rhaenyra hablaba alto y claro, recordando cuando con su padre se rieron por la propuesta que aquel Lannister le hizo una vez a ella.

—Es un buen punto. ¿Ponemos entonces en marcha la propuesta de matrimonio del futuro heredero con la futura princesa de Dorne? —Otto miró hacia la reina, la cual asintió.