Esa noche, no solo el lazo de amistad entre los seis jóvenes aumentó, sino también y exclusivamente, entre Sesshomaru y Rin. Pues de hecho, desde aquel sábado en la noche, después de haber conversado en la cocina, algo entre ellos había surgido. Y no, no solo esa irresistible atracción, sino también una confianza exclusiva. Una confianza, que poco a poco los alentaría a cruzar más que palabras sino también e incluso, comenzar a entablar una amistad.
Ya era la segunda semana de ensayos. El día anterior habían terminado de acordar el esquema perfecto, por lo que ese día, era el momento para comprobar de una buena vez, si funcionaría para su concierto.
Así mismo, ese día, tanto Rin como Kagome, habían salido temprano de la universidad, y al tener tiempo libre, disidieron ir a casa de Bankotsu. Al fin, a pesar del poco tiempo, su confianza ya era suficiente, por lo que, esperar a que llegara Sara, ya no era necesario. Además, el llegar tan temprano también estaba motivado con la esperanza que cada una tenía, de poder encontrarse con ese chico de pelo plateado para poder conversar un poco con él.
Pero desafortunadamente para Kagome, Inuyasha, aún no había llegado, pues según las palabras de Bankotsu, al joven, no le gustaba llegar tan temprano.
- Ya veo... - suspiró la chica, con desánimo.
- ¿Necesitabas algo? - cuestionó curioso, guardándose para él, lo que ya había descubierto.
- ¿Qué? Ah, no. - Pero el moreno ya lo sabía.
Era obvio que a la azabache le encantaba su amigo, y aunque le parecía dulce, también debía admitir su envidia. Pues Kagome, era una chica preciosa.
- Supongo que ya no ha de tardar - comentó, intentando darle ánimo a la chica, pero a falta de respuesta, añadió. - ¿Saben? Necesito salir, creen que, ¿Podrían estar al pendiente si alguien llama a la puerta? - preguntó, viendo exclusivamente a la chica. - Solo en lo que regreso.
Y Rin, quien comprendió completamente las intenciones del joven, volteo su mirada a Kagome, esperando que ella, tomara esa oportunidad.
- Sí, claro. No hay problema. - respondió la chica.
- ¡Muy bien! Se los agradezco. Trataré de no tardar. - y después de sonreír. Bankotsu, salió de casa.
- Bueno... creo que yo me iré al estudio. - adelantó Rin.
- ¿Qué? ¿Vas a dejarme aquí, sola?
- Si... - aceptó sonriente, disfrutando de la expresión de su amiga.
- ¡Rin!
- No se necesitan dos para abrir una puerta, además, ¿Qué prefieres? ¿Qué Inuyasha nos vea a ambas? O ¿Qué seas tú, la primera a quien vea al llegar? - Kagome, suspiró.
- Y ¿Qué harás tu sola en el estudio?
- Tranquila, no suelo aburrirme fácilmente.
Dicho eso, la castaña se dirigió al estudio, pues no solo quería darle esa oportunidad a su amiga, sino que también, desde haber llegado, había visto la motocicleta de Sesshomaru, por lo tanto esperaba poder conseguir otra charla con él.
Es así que, cuando por fin llegó al estudio, advirtió que la puerta se encontraba abierta. Con pasos suaves, se adentró esperando encontrar a Sesshomaru, y efectivamente, él, ya estaba ahí.
En cuanto lo vio, no hizo ningún ruido, tampoco ningún movimiento. Simplemente, se quedó observándolo, confirmando para sí, lo que pensó desde el primer momento. Ese hombre, era extremadamente apuesto. Desde su manera de mirar, enigmática, hechizante, cautivadora y depredadora. Con ese color de ojos tan dorados como el oro y ese cabello plateado que resaltaba a la perfección el tono pálido de su piel. La increíble forma en que tocaba la guitarra, en cómo sus dedos acariciaba cada cuerda, que a pesar de su aspecto rudo, cuando lo hacía, semejaba a un hombre recitando un poema.
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LOVE SONG
FanfictionFanfic SesshiRin. Época moderna. Lemon. En curso. Rin, deberá enfrentarse al silencio y el dolor de su corazón, al saber que Sesshomaru, el joven de quien se enamoró es el novio de su mejor amiga. ¿En el amor y en la guerra todo se vale? O ¿Es más i...